-
Redacción La Estrella de Panamá
Una transformación necesaria
Opinión editorial del 24 de octubre de 2020
Hay aspectos fundamentales en la sociedad. La educación es uno de ellos, porque es piedra angular para encarrilar el país hacia el desarrollo. Uno de los grandes problemas de América Latina es justo el tema educativo, porque el sistema que impera es memorístico, en lugar de ser reflexivo y crítico. La diferencia es abismal entre las sociedades que han llegado al primer mundo y las que se encuentran en el subdesarrollo como Panamá. Y las estadísticas no mienten a la hora de comparar. En los países desarrollados, los estudiantes que completan el nivel secundario superan el 90 por ciento, mientras que en Panamá es apenas el 54 por ciento. ¡Algo está fallando! Los estudiosos del sistema educativo panameño sostienen que el problema radica en el modelo de enseñanza, donde la estrategia es llenar a los estudiantes de conocimiento, como si se tratase de un barril, pero luego estos no saben qué hacer con eso que aprendieron de memoria. Hay que transitar hacia un modelo de enseñanza crítica y reflexiva, que le permita saber al niño y adolescente para qué le va a servir ese conocimiento y cómo ponerlo en práctica. En ese modelo se utilizan los juegos como herramienta de aprendizaje y a través de ellos se enseñan valores que son vitales en el ser humano. Y es como dice un profesor: si un país tiene “niños felices, tiene profesionales satisfechos”. ¡Así de simple!
-
La llorona del 30 de enero de 2023
-
Economía panameña ligada al lavado de dinero ilícito, una falacia
-
Los Hijos de Martinelli, en Playas de Buenaventura
-
Adames, Torrijos y bases del PRD cuestionan reservas de candidaturas
-
La Opinión Gráfica del 30 de enero de 2023
-
El Meduca y gremios magisteriales definen acuerdos para pago a docentes
-
Quince son las candidatas a reina del “Carnaval de Panamá 2023”
-
Ciudad de la Salud: Director de la CSS designa a nuevas autoridades
-
Torrijos era básicamente autoritario, aseguraba la CIA
-
Gobierno adeuda más de $350 millones entre contratistas y promotoras