9 de Enero

La gesta patriótica —de la que hoy conmemoramos el quincuagésimo tercer aniversario— amerita valorarse en el contexto de una juventud consciente, comprometida y heroica, que no dudó en anteponer el sueño de una patria libre y soberana, incluso al precio de sus propias vidas. Consciente porque la juventud de aquel entonces fue beneficiaria de una educación superior, integral, humanista y forjadora de valores morales; que conocía, estudiaba y debatía la realidad nacional. Comprometida porque siempre estuvo dispuesta a luchar junto al pueblo por los más caros ideales de una nación con un enclave colonial oprobioso, estatuido ‘legalmente' y a perpetuidad. Una nación cuyo territorio fue escindido para beneficio del mundo y de una minoría interna, pero en detrimento del resto de la ciudadana. El 9 de Enero jamás habría sido posible con una juventud adocenada, sin organizaciones estudiantiles beligerantes, nacionalistas y combativas. Es un hito histórico, sobre el cual fue factible consolidar la lucha por la unificación del territorio y por la recuperación del Canal, reafirmando así nuestros derechos como nación soberana e independiente. Hoy, cuando algunos indecorosos, ignorantes de la historia, pretenden retrotraernos a esa vergonzante etapa, superada con sangre, es imperativo unir esfuerzos para impedir tanta ignominia; por su abyección a los lacayos les aguarda el estercolero de la historia.

¡Loor a los mártires del 9 de Enero!