• 21/07/2015 02:00

Agua potable, una crisis

La población es consciente de que sin agua no se puede vivir

Cierto es que la crisis del agua no es problema que se limita a nuestro país, al punto que los expertos sostienen que las próximas guerras mundiales serán por la posesión de ese vital líquido, pero si el Gobierno no toma medidas enérgicas y urgentes, la población se quedará sin ese vital producto en un tiempo más rápido del que se tiene previsto. Una de las campañas proselitistas del actual presidente fue la de dotar de agua a todos los hogares, campaña que se va desflecando cada día más, lo que evidencia que no se tenía un programa serio y científico para cumplir con esa promesa. La población es consciente de que sin agua no se puede vivir, pero no considera que sin agua potable, no solo las enfermedades infectocontagiosas empezarán a aumentar, sino todas las vinculantes a los disruptores endocrinos, cuyas causas se ven a mediano y largo plazo. La deforestación descontrolada, la reducción comercial de nuestras cuencas y el uso de pesticidas, que no solo contaminan los ríos, sino el subsuelo, tienen que ser detenidas de una manera radical. La carencia de una política gubernamental hídrica está llevando a la población, no solo a un retroceso no visto antes en nuestra historia, ya que uno de nuestros orgullos era la de disponer del agua más potable del mundo, sino a padecer de enfermedades graves que conducen a la muerte. El Gobierno tiene el deber de atender con seriedad uno de los problemas más graves que afectan a la población. Mañana será tarde.

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