Un Año después

El 28 de junio de 2009, una noticia sacudió al mundo. En Honduras habían derrocado al presidente Manuel Zelaya. Una complicada crisis se desató entonces, donde el apoyo internacional fue clave tanto para el derrocado como para el gobierno que se mantuvo en el país centroamericano. Pero en noviembre en Honduras se convocó a unas concurridas elecciones en las que el pueblo, con su asistencia a las urnas, respaldó pasar la página del golpe y eligió una nueva administración para el Estado. Sin embargo, la comunidad internacional aún mantiene a Honduras al margen, como producto de la crisis del 2009. Los gobiernos de la región no pueden ignorar la voluntad del soberano hondureño, que es el pueblo. Los hermanos de ese país hablaron sin temores y dejaron claro que querían seguir adelante. Las instancias internacionales no tienen otro camino que reconocer a las autoridades hondureñas, que ya llevan siete meses en el gobierno. Dilatar esa decisión es darle la espalda a la democracia y traería consecuencias funestas más que nada para las propias organizaciones, que profundizarían la amenaza de su descrédito.