Un aporte

La calidad en la educación que se predica siempre en nuestro país, como en toda disciplina, requiere de la formación y la experiencia adecuada, lo que se desdice desde la cabeza de los despachos públicos. Nadie puede dar lo que no tiene, o no conoce, con idoneidad. La gran cantidad de asesores en carteras e instituciones, en la práctica obedecen a compromisos del clientelismo político. Si quienes están a cargo de los despachos no son idóneos y carecen de experiencia, mal pueden ser acertados al tomar decisiones sobre recomendaciones de asesores. La transformación curricular es tema muy delicado que requiere un consenso de todas las partes —estudiantes, profesores, Ministerio de Educación y los padres de familia que deben ser muy acuciosos, objetivos y cautos en sus análisis y participación— sin todo lo cual no se pueden garantizar resultados adecuados y positivos. Esperemos que el MEDUCA no caiga en la provocación de los dirigentes docentes que tienen una agenda política, pero esperamos también que sepa transmitir su transformación curricular sin tanto trauma.