El epílogo del gobierno

En el poco tiempo que le queda en el poder a la actual administración, esta debe hacer un rápido cambio de timón para que se frene la coimeadera instituida hace años en todas las instituciones de gobierno; ponerse estricta con la eficiencia de los funcionarios y dar ejemplo de austeridad en el gasto público. Y es que en este país la política clientelista es la que domina en los gobiernos y ahora que está en la recta final el actual quinquenio gubernamental, lo que no queremos es lo que ha pasado en otros gobiernos, donde al final del mandato se pone en práctica el popular lema del "sálvese quien pueda". Surge así una rebatiña impresionante y se utilizan, incluso, los fondos públicos para hacer política; los funcionarios trabajan con desgano y hasta se acogen a licencias con sueldo para hacer campaña a favor del candidato oficialista. De esto hay ejemplos, como lo hizo en las elecciones pasadas la esposa de un candidato a un puesto de elección y que jamás fue sancionada. Esta rebatiña al final de cada gobierno hay que acabarla, porque no podemos seguir con la política del juega vivo. En el último año de mandato los gobernantes deben asumir un papel ejemplar por el bien de toda la comunidad y en vez de tener como epílogo el descrédito, deben demostrar una suprema responsabilidad para con los asociados y una elevada conciencia cívica. Panamá no soporta que el epílogo de la actual administración sea más de lo mismo y continuemos dando un ejemplo denigrante para la juventud que requiere de buenos ejemplos en la vida ciudadana. Cada cinco años, el presidente saliente termina con una estela de corrupción más grande que su predecesor y esto es producto de un sistema político agotado y hay que cambiarlo.