• 16/06/2015 02:00

Solucionen ya, por el país

De este último ‘diálogo' debe salir de inmediato un mandato claro: ¡La reanudación de la obra!

La ciudad de Panamá crece a un ritmo agigantado. Para suplir la demanda energética se necesitan no menos de cien megavatios anuales. La construcción de la hidroeléctrica de Barro Blanco, no solo es una necesidad, sino un tema de seguridad nacional. Cierto es que los Gobiernos que precedieron no fueron los mejores interlocutores con las comunidades aledañas, pero eso no da pie a que ahora, con el noventa por ciento de la infraestructura en pie, la decisión sea cerrarla como exigen algunos de los indígenas. Lo más crítico de esta situación es que el Gobierno debió dejar claro esto desde un principio, al momento de iniciar un ‘diálogo' con los grupos indígenas. La decisión de suspender la obra ahora opera contra las propias autoridades y la población en general. Ahora los indígenas decidieron cerrar la carretera Panamericana y cada día se radicalizan más. De este último ‘diálogo' debe salir de inmediato un mandato claro: ¡La reanudación de la obra! No hacerlo es dejar que el tema se convierta en un problema de grandes dimensiones y con consecuencias negativas para todos.

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