Reflexiones sobre el país

La Constitución “es la norma fundamental de carácter estructural que permite organizar a un Estado, siendo la guía que orienta su gobernación”. Panamá ha tenido cuatro constituciones, la de 1904, la de 1941, la de 1946 y la de 1972, vigente hasta nuestros días. Pero con la madurez que ya tenemos como país, urge hacer una nueva Carta Fundamental. Justo hoy nos retrotrae a los primeros años del siglo pasado, cuando aún permanecíamos a Colombia. La Guerra de los Mil días fue un conflicto civil ocasionado por inconformidades ante resultados anteriores de la política de la “regeneración”, cuyo objetivo era cambiar la organización que tenía el gobierno y la sociedad colombiana, a partir de lo establecido por la Constitución de 1863, con la que habían creado los Estados Unidos de Colombia y que convirtió al país en una República Federal. Ante las injusticias e iniquidades, el panameño Victoriano Lorenzo encabezó la rebelión de los indígenas y tomó parte activa en la Guerra de los Mil Días y su lucha cimentó las bases de la separación de Panamá de Colombia. Hoy conmemoramos 120 años de su fusilamiento que justamente se dio, porque en la Constitución de Colombia de esa época estaba contemplada la pena de muerte. Nos merecemos una nueva Constitución que elimine todos los vicios que permiten tener un poder que engulle a los otros poderes o un poder que se conforma con clientelismo. Igual que cuando Victoriano, que luchó contra las injusticias e inequidades, nos merecemos una Constitución que nos represente a todos y que nos conduzca al desarrollo. ¡Así de simple!