Temor policial

La Policía Nacional, lejos de ganarse el respeto ciudadano, ha logrado que la sociedad empiece a temerle. Ya no es una, sino varias veces que sus métodos dejan mucho que desear, sobre todo, cuando enfrentan manifestaciones de gran envergadura como la reciente en el oriente chiricano o los sucesos de Bocas del Toro. La intervención policial en Bocas del Toro terminó con varios muertos y varios indígenas que perdieron la vista en uno de sus ojos. La más reciente intervención en Chiriquí, dejó, hasta ahora, dos muertos y varias mujeres violadas. Es una escena de terror y pareciera que la entidad se les ha salido de las manos a las actuales autoridades. Aquí hay un grave problema y el gobierno debe mirar con detenimiento este asunto. No se trata de defender o atacar una institución, de lo que se trata es de sanearla de las calañas que creen que el uniforme es para atemorizar a la población desvalida, en lugar de protegerla y servirle.