• 24/04/2016 02:00

Comida chatarra en estadios

Es necesario un cambio de oferta

Los fanáticos que asisten a los estadios, gimnasios y arenas del país se encuentran con un problema fundamental: la comida que ofrecen deja mucho que desear. Es una vergüenza que en ningún evento deportivo o de entretenimiento familiar se puede conseguir un plato de comida saludable, un pedazo de fruta fresca o un vaso de jugo natural digno de esta tierra productiva.

Cuando nos acercamos a las inmediaciones de un estadio para ver un partido de béisbol o un juego de fútbol, lo primero que sentimos es un fuerte olor a carne quemada en palito y empapada en kerosene. A paso siguiente, frituras y demás productos grasosos ocupan las aceras, al punto que es casi imposible caminar sin tropezarse con pailas y bandejas llenas de polvo y lodo.

Al entrar al estadio, el comité de recibimiento incluye revendedores de sodas, cervezas, perros calientes, pollo frito, pizzas recalentadas, nachos y otros productos que los aficionados acostumbran ingerir en una actividad de esta naturaleza. Es cierto, nadie espera que se ofrezca risotto de hierbas, sopas de temporada y una barra de ensalada proveniente de granjas hidropónicas, pero aceptemos que lo que están ofreciendo no es saludable y refleja nuestra ignorancia con respecto a la alimentación.

Estamos años luces de lo que sucede en estadios de otros países donde la alimentación ya es una prioridad ciudadana. En Miami, por ejemplo, en el nuevo estadio de los Marlins, desde 2013 existen más de mil metros cuadrados de establecimientos de comida saludable, donde abundan productos frescos y comida nutritiva en restaurantes del nivel club y concesiones del nivel popular. Esto es consecuencia de iniciativas privadas, pero igualmente de consumidores que cada vez prefieren más alimentos saludables que contienen ingredientes nutritivos y vitaminas.

Tras la inauguración del nuevo estadio de los Yankees de Nueva York en 2009, una de las primeras cosas que llamó inmensamente la atención a los fanáticos fue el detalle que los ingenieros y arquitectos tuvieron para construir el área de restaurantes. Tanto en la etapa de diseño como en la habilitación de espacios, la prioridad fue siempre que la gente pudiera comer con mayor amplitud y comodidad, lo cual resultó en un concepto que permite a los fanáticos sentirse ‘como en casa '. Igualmente, la cantidad de barras de ensaladas supera con creces la del estadio anterior.

Doscientas millas al sur, la tendencia de salud echó raíces en la ciudad de Baltimore. En 2014, Bon Appetit Management Company se asoció con los Orioles para habilitar una terraza de 800 metros cuadrados en la entrada del estadio donde sirven una variedad de comida saludable. La terraza, accesible a todos los fanáticos que compran boleto para entrar al estadio, abre tres horas antes del primer lanzamiento y tiene dos concesiones: una de comida tradicional como pizza delgada de trigo sin gluten con ingredientes naturales, carnes elaboradas sin antibióticos y verduras cultivadas localmente, y la otra que ofrece jugos, ensaladas y sopas orgánicas. Es posible que la mayoría de las personas desee un hot dog y papas fritas antes del noveno episodio, pero el hecho de que exista una opción saludable hace que la gente piense en el valor nutritivo de la buena comida. Además, como muestra del espíritu deportivo, las plantas que adornan la terraza son negras y anaranjadas para que coincidan con los colores de los Orioles.

Los economistas siempre han señalado que la demanda es el principal motor de la economía. Pero en el caso de los alimentos, la oferta es clave: si hay, ¡la gente lo consume! Por eso, es muy extraño que en Panamá no existan iniciativas de este tipo en estadios y demás eventos deportivos, sabiendo que hay un mercado creciente que aprecia los productos hidropónicos, la buena alimentación y los jugos naturales sin azúcar agregada.

Diseñar un menú que combine los clásicos de la comida panameña con otras ofertas típicas y únicas para un evento deportivo, debiera ser un reto para los expertos gastronómicos e inversionistas. Si bien no es necesario que sean alimentos orgánicos, esperamos que sean saludables y nutritivos, incluso con opciones interesantes como embutidos hechos localmente de carne preparada con ingredientes frescos y naturales. Estamos seguros de que en estas condiciones de salud y salubridad, animar al equipo favorito será mucho más placentero y divertido, además que motiva a la gente a consumir alimentos saludables y a la industria a mejorar la calidad de sus productos.

*EMPRESARIO, CONSULTOR EN NUTRICIÓN Y ASESOR EN SALUD PÚBLICA.

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