• 24/04/2016 02:00

Refutación a Justo Medrano, candidato y vicerrector*

La permanencia prometida a los funcionarios solo es un intento demagógico de dorar la amarga píldora

El Dr. Justo Medrano, en un ‘pronunciamiento ', hace declaraciones acerca de la posición del Movimiento de Adecentamiento de la Universidad de Panamá (Movadup) sobre que nuestra organización considera ‘demandar ante los tribunales las recientemente aprobadas reformas a la Carrera Administrativa de... la Universidad de Panamá. Que entre otros aspectos contempla la permanencia de los funcionarios administrativos con dos años de labor... '. Inmediatamente, el vicerrector Medrano, en calidad de tal y como candidato a la Rectoría, advierte que rechaza ‘cualquier intento... que pretenda restarle conquistas y derechos adquiridos a los administrativos, docentes y estudiantes... '.

El Movadup agradece profundamente al Dr. Medrano esta inesperada y brillante oportunidad de rebatirlo públicamente, pues nos permite exponer el engañoso manto con el cual la demagogia electorera que exhibe, emboza las ‘reformas '.

El texto de las reformas crea una nueva burocracia plasmada en la Dirección General de Recursos Humanos, que depende directamente del rector. Ello le permite a este disponer la movilidad de los funcionarios según su capricho, cosa que contraviene las leyes vigentes y amenaza la estabilidad laboral, pues puede ser usada como instrumento de castigo o chantaje.

Las reformas amplían las atribuciones de la Comisión de Personal, a la que otorga facultades de ‘supervigilancia ' que sobrepasan la de los jefes inmediatos. A partir de esta reforma, cualquiera puede practicar tanto el acoso laboral como la delación (sapería) sistemática, enrareciendo el ambiente de trabajo hasta transformarlo en un medio cuasi policiaco.

La permanencia prometida a los funcionarios solo es un intento demagógico de dorar la amarga píldora. Su condición es tan precaria que depende del antojo del rector, y mientras el perjuicio a los trabajadores es permanente, su otorgamiento solo es transitorio, con validez únicamente para los funcionarios contratados por la actual Administración.

La práctica de otorgar permanencia es costumbre en cada periodo preelectoral, y solo demuestra el fracaso de la Administración de la UP en cumplir la Ley, pues no le conviene a una administración cesarista, de la que el Dr. Medrano forma parte, que los trabajadores adquieran sus puestos por concurso, los cuales no han sido convocados en los últimos 20 años. Con ellos sería mucho más difícil que la Administración aplique medidas arbitrarias o que los trabajadores consientan abusos como los plasmados en las actuales reformas. Pero, al eliminarlos de hecho, desaparece en la práctica la carrera administrativa que tanto dicen defender.

Como ‘compensación ', se promueve la impunidad y la delincuencia, pues delitos como la corrupción, laborar en dos instituciones públicas simultáneamente y la apropiación indebida se sancionan como simples ‘faltas ', con suspensión de tres a seis días. Todo ello riñe incluso con la Constitución y va destinado a proteger a determinadas personas que delinquen, no a los funcionarios de la UP.

Afortunadamente, el Movadup no tiene compromisos ni fines electorales y ninguno de sus miembros es candidato a nada. Por lo tanto, defenderemos a los trabajadores universitarios ante las instancias necesarias y promoveremos que rechacen estas lesivas disposiciones para impedir que la actual administración, ni ninguna en el futuro, instaure la esclavitud e imponga impunemente el miedo en la UP.

Y con respecto a las alusiones sobre ‘neoliberalismo ' y ‘privatización ' (las referentes a ‘desestabilización ' las hemos respondido ya), tenemos el gusto de recordarle al Dr. Medrano que es la administración actual, de la que él participa, la que instauró el esquema educativo neoliberal en la UP y lo promueve en todo el país; es la que vende barato el patrimonio universitario, crea sobrecostos y coadyuva en fomentar la educación superior privada y deprimir la pública, mientras que los salarios de los regentes de la UP, de los cuales él es uno de los máximos beneficiarios, superan los del presidente y sus ministros, al tiempo que hay múltiples personas con dobles o triples ingresos, además de un crecimiento exponencial del clientelismo. Todo ello entre muchas otras irregularidades, como el delito de desobediencia judicial y el abuso contra los derechos humanos de los universitarios que bien haría el Dr. Medrano en responder, por ser parte de la Administración que las perpetra y han sido ampliamente denunciadas en público y ante las instancias judiciales.

Recomendamos al Dr. Medrano que no gaste su tiempo como vicerrector y candidato en tratar de usar el nombre del Movadup para su demagogia electoral. Vaticinamos que saldrá perjudicado. Antes bien, que lo emplee en prepararse a aceptar las responsabilidades que le quepan en los delitos y desaciertos de la Administración en la que participa y de los cuales ni siquiera su eventual elección como rector lo exonerará.

¡El pueblo panameño recuperará su Universidad!

¡Por la excelencia académica, adecentamiento universitario!

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