• 18/03/2012 01:00

Seguridad alimenticia y futuro del sector agropecuario

Si vemos las cosas desde un punto de vista de población y área agrícola, nuestro país no debería tener problemas en la autosuficiencia ...

Si vemos las cosas desde un punto de vista de población y área agrícola, nuestro país no debería tener problemas en la autosuficiencia alimentaria. Casi cuatro millones de habitantes en todo el territorio nacional, da una de las densidades poblacionales más bajas de América, y uno de los consumos de alimentos más bajos también. Sin embargo, la realidad es que el sector agropecuario nacional es cada vez más deficiente, y la canasta básica familiar cada vez más costosa.

Un análisis no muy profundo indicará que, paradójicamente, el problema no está en el sector agropecuario en sí, sino en las políticas económicas estatales, basadas en los servicios, como la banca, comercio y turismo, que han relegado al sector a un plano secundario, principalmente basados en las importaciones de alimentos.

Este sistema funcionó muy bien en la década pasada, cuando el petróleo estaba relativamente barato y muchos países tenían excedentes de alimentos que exportaban a precios bajos. Sin embargo, con los excesivos incrementos en el precio del petróleo, el crecimiento de la población mundial y el cambio climático, los insumos agrícolas duplicaron o triplicaron su precio. El consumo interno de alimentos de los países se incrementó y fenómenos climáticos afectaron negativamente las cosechas. Países exportadores de granos limitaron sus exportaciones, además de subir sus precios. La India, por ejemplo, gran exportadora de arroz, anuncia el cese de las exportaciones, porque apenas alcanza para satisfacer la demanda interna.

En Panamá, el costo de la mano de obra agrícola, es uno de los más altos de la región, por lo que los costos de producción son más altos, esto hace que el producto importado sea más barato que el nacional, y los importadores y comerciantes prefieran las importaciones, pues obtienen mayores ganancias. Esto tiene un efecto desalentador en los productores que cada día dedican menos área a la producción. El pequeño agricultor es el primero en desaparecer, y al final solo van quedando los grandes consorcios agrícolas, la mayoría de ellos propiedad de los empresarios comerciantes.

El papel del Ministerio de Desarrollo Agropecuario en este escenario es difícil y de dudosa validez. La mayoría de los programas relacionados con los productores implica algún tipo de subsidio, ya sea llamado ayuda, bonos, préstamos especiales, etc. Y los costos de producción de un producto agrícola, que incluya un subsidio, son irreales e insostenibles a largo plazo. La llamada ‘Cadena de Frío’ es la última fase de la cadena de producción, y no puede ser implementada, si no hay producción agrícola, que es el principio de la cadena. Se debe empezar resolviendo este principio, y después el tratamiento poscosecha adecuados de los productos, que al final solo van a beneficiar realmente a los intermediarios que comercializan el producto; pues, en nuestro país no existe el control de los precios al consumidor.

Otro factor limitante que está relacionado con el cambio climático, son las plagas y enfermedades. Los medios hablan hoy de unas perdidas del 80% de la producción de guandú, por el ataque de un hongo. Para citar un ejemplo de muchos recientes. Prácticamente en el MIDA no existen suficientes especialistas ni medios para atender estos problemas, y mucho menos investigaciones previas sobre materiales genéticos resistentes, etiología y control de plagas y enfermedades, etc.

Prueba irrefutable de ello es que las plagas causan daños severos y lo único que se hace es evaluar el daño. Paralelamente, la asistencia técnica a los productores es casi nula por estas mismas deficiencias, que no se resuelven ni con seminarios, ni repartiendo panfletos.

La única solución a este problema es el establecimiento de una política agropecuaria nacionalista, orientada estrictamente a la autosuficiencia alimenticia, con una base científica y tecnológica actualizada y bien equipada con recursos humanos y materiales adecuados. Esto solo es posible con un control estricto de las importaciones y exportaciones de alimentos. Importar cuando es necesario y exportar solo cuando hay un excedente de producción.

Estamos próximos a una crisis mundial de agua y alimentos, y solo la autosuficiencia podrá garantizar la supervivencia. Sin duda que la comida es la paz.

MAGÍSTER Y CONSULTOR AMBIENTAL.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus