• 27/03/2013 01:00

El mensaje cristiano y las ciencias humanísticas hoy

Cuando las Iglesias judea-cristianas, como la Católica, desarrollan orientaciones acerca del ‘desarrollo auténtico del hombre y de la so...

Cuando las Iglesias judea-cristianas, como la Católica, desarrollan orientaciones acerca del ‘desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, que respete y promueva en toda su dimensión la persona humana’ (SP Juan Pablo II; Solicitudes Rei Socialis, 1987) hacen imperativa una ética de responsabilidad entre humanos(as) como expresión de amor.

Dicho en términos franciscanos: ‘la vocación de custodiar no solo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos’. (SP Francisco I, Homilía, 19/marzo/2013).

La ausencia de esta responsabilidad o custodia, continúa diciendo, suscita consecuencias ampliadas perniciosas: ‘Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen ‘Herodes’ que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer’. (Op. cit).

Se sabe que estos ‘Herodes’ existen, lo que no se reconoce con facilidad es a través de qué mecanismos operan, por tanto, no se conoce cómo se podrían superar sus modus operandi de muerte y en ocasiones, cuáles son esos Herodes. Aquí es donde cabe el aporte del razonamiento filosófico (cuando se convierte en pensamiento crítico) y del científico social, tal como lo admite Juan Pablo II, al decir que cuando la Iglesia Católica entra a tocar el tema de la responsabilidad del desarrollo auténtico, lo hace con el ánimo de ‘guiar de este modo a los hombres para que ellos mismos den una respuesta, con la ayuda también de la razón y de las ciencias humanas, a su vocación de constructores responsables de la sociedad terrena’. (Solicitudes Rei Socialis).

Se sabe que el desarrollo de las ciencias que estudian al ser humano ha sido tal en el siglo XX, que solo unos pocos con mucho poder, han tenido acceso y control sobre los mismos, con lo que logran manipular a las mayorías sociales en el mundo de hoy.

¿Se ha cuestionado usted cómo es que desde muy temprana edad los(as) niños(as) no pueden pasar frente a la ‘marca’ de una muy conocida franquicia internacional de comida chatarra, sin inquietar a sus tutores(as) para que los lleven a uno de sus establecimientos? Esto es resultado de los aportes de la Neuropsicología... pero empleada cual Herodes, en contra de la propia salud de los seres humanos desde su infancia.

¿Se ha preguntado, cómo es que los estados introducen medidas de ‘protección del ambiente’ y las mismas protegen la degradación provocada por los pobres (pescadores artesanales, campesinos, precaristas pobres, etc.), pero no la causada por los grupos poderosos? Ciertamente, se promueve una conciencia ‘ambiental’, pero alejada de los conocimientos de la Ecología Social.

¿Se ha interrogado cómo es que los votantes denuncian la corrupción imperante entre los que manejan el poder político, pero irónicamente continúan eligiendo a los(as) que siguen esos mismos comportamientos? o también, ¿por qué es más fácil para un(a) candidato(a) a presidente(a) de las clases poderosas ganarse el voto de la gente de los barrios populares, que uno(a) de la clase media o nacido(a) en su propio barrio, salvo que este(a) sea candidato(a) a un puesto de menor poder?

Aquí, es clave el desconocimiento de cómo opera la cultura, la economía y la sociedad en que vivimos, obscurantismo que es agudizado con el desalojo del análisis científico social de los currículos de la educación escolar y universitaria.

Sin este conocimiento, se hará más difícil la traducción terrenal del anuncio judeo cristiano de la custodia de la creación, cosa que han reconocido las autoridades institucionales de iglesias como la católica, aun existiendo limitaciones para traducirlo en la vida diaria. Reconocerlo, es ya un paso importante hacia el cómo construir el auténtico desarrollo de los pueblos.

SOCIÓLOGO Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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