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- 22/04/2024 08:54
Lucha contra el cambio climático y su relación con minerales críticos
El calentamiento global ha significado un empeoramiento del clima en amplias áreas del planeta, produciendo prolongadas sequias, aumentos de lluvias y del nivel del mar. Estas situaciones no solo perjudican la salud de las personas y la economía de comunidades vulnerables, sino que impactan el desarrollo de actividades como la agricultura, el turismo, o aquellas que requieren del aprovechamiento del agua en importantes volúmenes para sus operaciones, como el caso de las centrales hidroeléctricas, o del propio Canal de Panamá que ha mostrado diversas dificultades estos últimos años. Desde la entrada en vigencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático el año 1994, primer acuerdo mundial para combatir el cambio climático, y las que le han sucedido como el Protocolo de Kioto de 1997, el Acuerdo de París de 2015 para la reducción del cambio climático y reducción del calentamiento global, y las siguientes COP que se han llevado a cabo, los países miembros han asumido la gravedad de la situación, disponiéndose como objetivo general, limitar el aumento de la temperatura global. En dicha línea, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU ha expuesto la necesidad urgente de disminuir los efectos de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) producidos por el hombre, los cuales inciden directamente en el calentamiento global, de los cuales más del 70% proviene del carbono que se libera en el uso de combustibles fósiles para la generación de energía.
Siendo cada día menor el margen de maniobra para controlar el aumento de temperaturas, los países miembros de los acuerdos han acordado incluir acciones urgentes con la meta de reducir las emisiones de carbono en un 43% para 2030, alcanzando un nivel de emisiones netas cero en 2050.
Para lograr dichos objetivos, uno de los principales acuerdos es disminuir el consumo de combustibles fósiles generadores de GEI, y transitar hacia la generación de energías limpias como hacia la implementación de la electromovilidad a nivel mundial, lo cual ha sido definido por la ONU como tema prioritario por su impacto en el desarrollo de los países.
En dicha línea, todas las proyecciones sobre el cobre, mineral esencial tanto para el desarrollo de vehículos eléctricos como para generadores de energías limpias, estiman que su demanda mundial se duplicará para el año 2035, y se quintuplicará al año 2040, lo que equivaldría al 27% de la producción esperada de cobre fino para dicho año. Es importante tener presente que por las propiedades físicas que presenta el cobre, hoy es utilizado en todo el proceso de captura en los paneles solares, los cuales han sustituido las aplicaciones de plata de conducción de electricidad, así como el ser usado en los sistemas de conducción de fluidos a altas temperaturas gracias a sus características térmicas, todo lo cual ha mejorado su eficiencia y rebajado en varias veces su costo comercial. Hoy las energías renovables cuentan con un amplio desarrollo en países como Chile, donde son más del 40% de la generación eléctrica, de las cuales la generación solar aporta el 24% y la eólica casi el 10%, porcentajes que aumentan cada año en forma exponencial. En cuanto al uso directo del cobre, en un microbús con motor a combustión se utilizan 68 kg. frente a los 300 kg de uno eléctrico, los automóviles pasan de 23 kg. a 80 kg., y en turbinas para generación eólica de electricidad se necesitan hasta 12 toneladas del mineral para su funcionamiento.
Todos estos datos apuntan a que la producción actual de minerales críticos y cobre que proveen las diferentes operaciones mineras del mundo, n o son suficientes para abastecer los requerimientos mundiales necesarios para cumplir las metas de descarbonización impuestas, lo cual preocupa tanto a los diferentes órganos y países que se han comprometido en la lucha en contra del cambio climático. En dicho sentido, la ONU el año 2022 creo el Grupo de Trabajo para Transformar las Industrias Extractivas para America Latina, coordinado por el PNUMA, PNUD y las cinco Comisiones Económicas Regionales, incluida la CEPAL, el cual busca mejorar la coordinación entre agencias y permitir un mayor intercambio y colaboración en temas relacionados, definieron para el año 2023 a los minerales críticos como el tema prioritario, debido a la importancia de estos para la transición energética y su impacto en el desarrollo de los países. Para ello se desarrolló un debate regional en el marco de la Sexta Reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible 2023 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
A su vez, en la COP28 llevada a cabo en Dubai en 2023, el secretario general de la ONU expuso sobre la necesidad imperiosa de avanzar en energías limpias, las que son una oportunidad para que los países en desarrollo ricos en materias primas diversifiquen sus economías, anunciando también la creación del Panel sobre Minerales Críticos de Transición Energética. ()La crisis ambiental ya no es un mal presagio para las generaciones futuras, sino que se han transformado en un desafío de sobrevivencia que requiere del esfuerzo y compromisos concretos para la implementación de las tecnologías necesarias para alcanzar la carbono neutralidad.