• 15/04/2013 02:00

El Incidente de la Tajada de Sandía en el tiempo

‘ Ojalá que este ejemplo no fuera olvidado’, con ese llamado José María Otero Quijano, autor de Compendio de la Historia Patria, publica...

‘ Ojalá que este ejemplo no fuera olvidado’, con ese llamado José María Otero Quijano, autor de Compendio de la Historia Patria, publicado en Bogotá en 1874, apeló a no olvidar un controversial suceso que causó una batalla diplomática entre Colombia y Estados Unidos a mediados de la decimonónica centuria. Por haber sido Panamá el teatro principal del hecho, la historiografía del país lo denominó: ‘Incidente de la Tajada de Sandía’.

Un siglo más tarde, conformada la República de Panamá, las palabras de Otero Quijano no habían caído en el olvido.

En 1973, La Estrella de Panamá, en su edición del 4 de febrero, informó sobre la discusión, en la Universidad de Panamá, de un tema de palpitante interés en las relaciones entre Panamá y los Estados Unidos: ‘Las repercusiones del Incidente de la Tajada de Sandía’. Para entonces las autoridades panameñas avanzaban en las negociaciones que pondrían fin a la presencia estadounidense en el territorio nacional y la reversión del Canal Interoceánico a Panamá.

Indica que el ‘incidente’ ocurrido en 1856 entre panameños y estadounidenses se convirtió en un recuerdo seleccionado del pasado en el proceso de descolonización del país en las últimas décadas del siglo XX. La narrativa tradicional de aquel suceso señala que un grupo de patriotas panameños defendieron el territorio nacional del peligro extranjero. En Panamá el ‘incidente’ forma parte de la memoria colectiva. Al conmemorarse el sesquicentenario del suceso, la Universidad de Panamá inauguró el Sendero de la Nacionalidad (La Prensa, 23/11/2012, p. 2) que narra sucesos trascendentales como el ocurrido en 1856, en el complejo proceso de formación del Estado Nacional panameño. El Incidente de la Tajada de Sandía es un ‘lugar de memoria’ de los panameños y recuerda los avatares del país en el tiempo y la relación del pasado con el presente.

En un ensayo conmemorativo, tras cumplirse un siglo del ‘Incidente’ en 1956, Ismael Ortega manifestó que el conocimiento de aquel suceso ‘bien podría robustecer nuestro patriotismo’. Pero hoy es necesaria una revisión crítica de ese acontecimiento.

A la estrecha visión nacional que ha imperado es ineludible un encuentro con las visiones centroamericanas tras la guerra con los filibusteros y además el enfoque estadounidense. Es oportuno tratar el ‘incidente’ con una perspectiva de historia global, haciendo énfasis en las interconexiones del proceso: en el mundo Atlántico y el Caribe, en Centroamérica y en los Estados Unidos. Probablemente de esa manera podamos comprender mejor hacia dónde nos dirigimos como país en este mundo incierto y los retos que impone el mundo globalizado a la región en el siglo XXI. O tal vez en el bicentenario en 2056 el ‘incidente’ haya quedado en el olvido o para ese momento poco reforzará sentimientos patrióticos, tal como lo comentaron en su momento Otero Quijano y Ortega. Para entonces se podrá hablar de la nación panameña. Y por qué no, con el ascenso del Océano Pacífico en la geopolítica mundial, esos hechos de mediados del siglo XIX en la región —como el ‘incidente’— son referentes del pasado en este nuevo contexto internacional de nuestro tiempo.

DOCENTE UNIVERSITARIO.

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