• 15/07/2013 02:00

Ciencia y tecnología en Panamá

En el siglo XIX se afirmó que el papel de la Ciencia en el siglo XX sería el de agregar algunas cifras decimales a las constantes fundam...

En el siglo XIX se afirmó que el papel de la Ciencia en el siglo XX sería el de agregar algunas cifras decimales a las constantes fundamentales de la naturaleza. Sin embargo, el siglo XX fue un siglo de rupturas epistemológicas en campos como la relatividad, los fenómenos del micromundo, la estructura del ADN, el invento de los semiconductores y sus aplicaciones a las computadoras.

Primeros pasos en el Desarrollo Científico-Técnico

La investigación en Ciencia y Tecnología en Latinoamérica es un hecho de hace tan solo cien años. Durante el período colonial era más fácil encontrar investigación científica en las expediciones que en las universidades.

Para la construcción del Ferrocarril Transístmico y posteriormente del Canal de Panamá, se utilizaron avances científicos; sin embargo, su impacto en el campo tecnológico y científico a la nación fue pobre. Fue a partir de la fundación de la Universidad de Panamá, en 1935, donde se dieron los primeros pasos del desarrollo científico-técnico.

Hombres como el Dr. Bernardo Lombardo jugaron un papel clave al desarrollo de la Ciencia y la Tecnología. Él introdujo el uso de la computadora como herramienta para la investigación y la administración de la enseñanza; las nuevas tecnologías audiovisuales, como el circuito ce rrado de televisión; el uso de las radiaciones ionizantes para la preservación de alimentos; la física nuclear y sus aplicaciones a la Medicina.

La sustitución de importaciones que produjo el tratado Remón-Eisenhower (1955), trajo consigo la ampliación del mercado interno, resultando que de 159 establecimientos dedicados a la industria manufacturera en 1950, se pasara a 327 en 1957. A fines de los sesenta se elaboró la Estrategia Nacional de Desarrollo para la Década 70-80, que introdujo algunos elementos tecnológicos al país como lo fueron los proyectos de electrificación, comunicación, agroindustria y cementeras. Sin embargo, en ninguna de las ocasiones señaladas se incluyó de forma sistémica la componente relacionada con la política a seguir en Ciencia y Tecnología.

Recursos Humanos

Estudios recientes han revelado que la desigualdad científica de Latinoamérica, respecto a otras regiones, es aún más marcada que la desigualdad económica. Nuestra región con 600 millones de habitantes cuenta con alrededor de 105 mil científicos. De estas cifras proyectadas en Panamá resulta que, en promedio, tenemos cerca de 630 científicos en todas las áreas del saber científico y tecnológico, de los cuales menos de un cuarto se dedican a la investigación. En la región, el mayor porcentaje de científicos se encuentra vinculado a las universidades estatales, que son la columna vertebral del sistema de investigación científica.

Uno de los factores que ha impedido el desarrollo de la capacidad científica en nuestros países es que el empleador casi único de los científicos, ha sido el Estado. Por otro lado, en nuestra industria prácticamente no existen Departamentos de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Infraestructura Institucional

El mejor ejemplo latinoamericano de organización institucional en Ciencia y Tecnología es el cubano. Uno de los esquemas exitosos implementados en Cuba es el de sectorizar el país en 15 polos de desarrollo. Esto contrasta, con otros países que tienen estructuras científicas educativas atrofiadas y centralistas.

La creación de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecno logía, en Panamá, fue un avance gubernamental para el apoyo a estas actividades. Sin embargo, en algunas ocasiones se pierde de vista que su función es la de ser facilitadora de la Ciencia y la Tecnología y no administradora ni ejecutora de ella.

Los recursos disponibles para el desarrollo de Ciencia y Tecnología en nuestros países constituyen un factor crítico. Estos recursos están muy por debajo de los valores correspondientes a los países industrializados. El Gasto Nacional en Investigación y Desarrollo en Panamá, es del orden del 0,20% del PIB. Todo indica que para que la Ciencia y la Tecnología tengan impacto en la sociedad se requiere invertir al menos 1,0% PIB en estas actividades. No está de más señalar que la política de dar incentivos fiscales a las empresas que hagan inversión en Investigación y Desarrollo, ha dado buenos resultados en países como Costa Rica.

En términos generales, la Ciencia y la Tecnología han producido un incremento en los índices globales de alfabetización y en la expectativa de vida, que junto a la producción de riqueza, definen el índice de Desarrollo Humano. No hay estrategia posible para un progreso armónico de la sociedad que no contenga un mejoramiento de la educación y un incremento de la investigación científica y técnica.

CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.

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