• 24/08/2013 02:00

Pro Panamá beneficio

Con cuánta ligereza se mencionan la libertad, la dignidad, etc. Se generaliza la democracia, que es la antítesis de la dictadura. No con...

Con cuánta ligereza se mencionan la libertad, la dignidad, etc. Se generaliza la democracia, que es la antítesis de la dictadura. No confundir con liberalismo económico o capitalismo salvaje, que son lo contrario de socialismo. Y aún capitalismo de Estado y capitalismo democrático, sin ser capitalismo como dictadura del empresariado. Ni el socialismo, dictadura del proletariado, con el socialismo democrático o el socialismo desarrollista regulador de las inversiones productivas.

Todas estas nomenclaturas aspiran a lograr un entendimiento entre el trabajo y el capital. Antiguo dilema socioeconómico, que tanta controversia ha producido y persiste en la historia; debatiéndose entre el humanismo, la dignidad, la globalización, el progreso material y la justicia social con equidad. Los sistemas, con sus pretendidas superaciones administrativas y técnicas, esperan la eficacia de la perfección y la honestidad anticorrupción; superando la indiferencia, la indolencia, el juegavivo, la ignorancia, la codicia, la soberbia, el autoritarismo y el personalismo como abuso del poder.

El bienestar público general, el respeto a las leyes, la cultura política-cívica, la armonía psicosocial, la responsabilidad colectiva y la organización comunitaria son aspectos que abordan los grupos cívico y ciudadanos, frentes gremiales, los partidos políticos como metas y métodos para alcanzar un verdadero desarrollo socioeconómico para todos.

Para países pequeños y jóvenes, el fortalecer la nacionalidad, su soberanía e independencia ha sido básico para defenderse del colonialismo y el imperialismo, que explote sus riquezas y esfuerzos. Y, por otra parte, alcanzar la excelencia de producción en el trabajo manual, intelectual y científico, para armonizar la felicidad, la estabilidad y la seguridad en espacios sociales con equidad en su distribución a que todos los ciudadanos tenemos derecho.

Estos principios nacionalistas así definidos y un desarrollo social en el que hoy se procura avanzar con algunas realizaciones metodológicas e ideológicas que se deben concretar en acciones que la sociología vaya definiendo. Desarrollo del agro (Panameñismo) o ‘honkonización’ importadora (PRD-LIBERALES). La producción nacional, si bien está limitada por el mercado de escala, debe especificarse en la seguridad alimenticia, con un apoyo masivo a la agricultura y agroindustria, meta que se formalizó desde 1941. El centro logístico, el comercio y el turismo, propios de nuestra posición geográfica, es natural que se exploten, pero no podemos descuidar nuestra independencia de sobrevivencia, cayendo en solo las importaciones. La gran riqueza humana que tenemos que acumular para bien utilizar nuestros recursos es la educación. Son la educación y la agricultura los pilares fundamentales de nuestro objetivo desarrollista. El agua potable el transporte, la basura y otras tareas están pendientes; pero insisto, lo básico es garantizar nuestra nutrición y educación. Las propuestas programáticas deben girar en ese sentido, y en el ¡cómo¡ lograr exitosamente esas metas. La Justicia es el antídoto contra la corrupción, el enriquecimiento ilícito y los abusos del poder. La aplicación real de las medidas de transparencia, el castigo a los actos de corrupción, hacer pagar indemnización a todos los violadores de los derechos humanos y enriquecidos ilícitos, eliminar la impunidad, proteger el medio ambiente son tareas pendientes, dependiendo mucho de la decisión ejemplar de aplicar las leyes, de respetar las instituciones, de reformas gubernamentales y de una Constituyente. Las unidades y concertaciones tienen que darse sobre estas bases nacionalistas y de desarrollo y justicia social; y no por intereses comerciales. La corrección de distorsiones y errores es previo a todo diálogo. Servir a la sociedad y perfeccionar nuestra identidad, modificando los documentos de neutralidad para garantizarnos la paz. Las dirigencias tienen que estar a los niveles de decisión, firmeza, valentía y acción que nuestro momento histórico exige. La autocrítica y el corregir conductas y actitudes pasadas es sabio y patriótico.

Estamos en el carnaval electoral. La publicidad, el clientelismo, el mercantilismo y el bajo nivel político no pronostican un futuro mejor para el país. Todos quisiéramos un Panamá mejor.

Pero si no aplicamos una verdadera revolución cívica-social, sino educamos al electorado, especialmente a los jóvenes, y eliminamos a las contribuciones corruptoras de las campañas, continuaremos en el cuarto mundo político; y para el pueblo: pobreza y endeudamiento.

‘Hay que ayudar a los pobres, porque los ricos se cuidan solos’. ‘Pro Panamá servicio’...

MÉDICO Y EX MINISTRO DE ESTADO.

—EN MEMORIA DE MARCOS ALARCÓN.

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