En medio de la tensión social provocada por la entrada en vigor de la Ley No. 462, los gremios magisteriales sostuvieron este viernes 13 de junio un primer...
- 22/05/2010 02:00
PANAMÁ. Que las reformas a la Ley 1 de Medicamentos del 10 de enero de 2001 se presente en las sesiones extraordinarias de la Asamblea de Diputados es un hecho que aumenta la inquietud de los gremios que trabajan con los fármacos.
En octubre de 2009, el Ministerio de Salud (MINSA) informaba que el anteproyecto prometía generar mayor competitividad para garantizar el abastecimiento de medicamentos en las instalaciones de salud del Estado.
Otra de las garantías, según el MINSA, era que la autoridad reguladora de salud emitiría el registro sanitario y demás permisos de importación y comercialización en un máximo de seis meses y la vigencia del registro se ampliaría de cinco a siete años.
Este jueves, durante el foro “Hacia medicamentos seguros y efectivos para la población: retos de Panamá”, realizado en la Universidad de Panamá, los especialistas dejaron sentada su posición en contra de los cambios, cambios que conocen a medias.
Yenny Vergara, presidenta de la Asociación Nacional de Farmacéuticos, en primera instancia, le recordó al MINSA que el uso de medicamentos de mala calidad puede causar hasta la muerte y el dinero gastado en fármacos de poca calidad es dinero tirado a la basura.
Otro de los puntos que critica Vergara es que se le da funciones a la Autoridad de Protección al Consumidor (Acodeco) para regular la publicidad de los medicamentos cuando esa dependencia no cuenta con los profesionales, médicos ni farmaceutas, que analicen con conocimientos científicos el tema.
“No basta con la voluntad política de buscar el acceso a los medicamentos, los usuarios de los fármacos deben exigir el acceso a medicamentos de calidad, pero cómo vamos a lograr esto si la Dirección de Farmacia y Drogas traslada a los profesionales formados a realizar tareas ajenas, lo que lo hace un sistema de control de salud débil”, lamenta Vergara.
La Ley 1, dice la farmaceuta, no ha cumplido con los objetivos que tenía como pilares: fiscalizar, educar, dar respuesta al consumidor y reforzar la competencia. “Falta darle la información a los usuarios para que conozcan qué están ingiriendo”, señala.
Al rector de la Universidad de Panamá, Gustavo García de Paredes, presente en el foro, le preocupan otros temas. “Este tema es algo inquietante porque estamos al borde de una nueva ley de medicamentos, y hay una responsabilidad de esta universidad en asegurar medicamentos de calidad”.
“Esta es una ley —anteproyecto de reforma— que nadie conoce, lo poco que conocemos por filtraciones es que se tratará de abaratar costos de genéricos y similares, y que éstos no habrá que hacerles análisis. Esto me preocupa porque quién le dará garantía al usuario”, se pregunta el rector.
En esta reforma se establece que ya no será el Laboratorio de Análisis y Control de la Universidad de Panamá la única fuente de revisión y expedición de registros sanitarios de los medicamentos.
Para García de Paredes, esta no es una decisión acertada porque ellos estaban cumpliendo con el trabajo, salvo que durante los últimos seis meses han tenido un retraso en la expedición de registros sanitarios.
“Nosotros debemos mantenernos como laboratorios y cuando hayan casos especiales, que existan otros laboratorios, pero bajo nuestra supervisión”, advirtió.
El doctor Hugo Moreno, diputado y presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, escuchó durante tres horas las interrogantes de los gremios de la salud y se comprometió a estudiar con cuidado los cambios cuando le llegue el anteproyecto de ley.
Moreno adelantó que para esta reforma solicitarán los aportes de los profesionales de la salud, que son quienes conocen del tema, para asegurar la calidad de los medicamentos de los pacientes.
La doctora Lidiette Fonseca, invitada de la Universidad de Costa Rica, explicó las diferencias entre los fármacos innovadores (de marcas) y los genéricos (multiusos o multifuente). “Las autoridades deben garantizar que los medicamentos que compren, ya sean innovadores o genéricos, cumplan con las tres características: calidad, seguridad y eficacia”, señala.
Eric Conte, jefe de la Dirección de Farmacia y Drogas del MINSA, respondió las preguntas debido a la ausencia del ministro Franklin Vergara, quien está de gira por Europa desde hace una semana.
Conte apaciguó a los asistentes al foro diciendo que el anteproyecto aún está en estudio y que antes de llevarlo al gabinete para su aprobación, y luego a la Asamblea, se le harán revisiones.
En cuanto a la creación del Laboratorio de Análisis bajo la dependencia del MINSA, Conte contestó que la Universidad de Panamá seguirá como laboratorio de referencia, y que la propuesta del nuevo centro de análisis “es por si las moscas este fallase”.
Conte también dijo que en el MINSA reposan quejas sobre el tiempo que tarda el registro sanitario, que no salía a tiempo, y que el Estado debe tener una segunda puerta abierta para las eventualidades.
En cuanto a la importación paralela de medicamentos, Conte aseguró que busca terminar con el desabastecimiento histórico de las medicinas, pero solamente se podrán traer los medicamentos que hayan pasado el control previo y que el laboratorio de Análisis ratifique que se pueden utilizar.
Las importaciones, según Conte, obedecen a que hay trasnacionales que retiran a Panamá del mapa por ser un mercado pequeño o porque los medicamentos tienen poca adquisición, esos medicamentos identificados se podrán traer con la importación paralela.