La interconexión eléctrica entre Panamá y Colombia es una prioridad bilateral, y la oposición de las autoridades comarcales no frenará el proyecto.

- 24/07/2025 08:28
La Cámara Panameña de la Construcción (Capac) emitió este jueves 24 de julio un comunicado dando un espaldarazo al Gobierno Nacional que ha presentado una demanda para lograr la disolución del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs).
“El diálogo es esencial, pero no puede darse con actores que renuncian a su papel representativo para convertirse en herramientas de confrontación política. Panamá necesita sindicatos responsables, comprometidos con sus afiliados y con el interés nacional, no estructuras utilizadas como plataformas de poder personal”, manifestó el gremio empresarial a través de un comunicado firmado por su presidente Alejandro Ferrer Solís.
En el comunicado, la Capac resalta que el derecho a la libre asociación sindical está garantizado en la Constitución y en convenio internacionales firmados por el estado y reconoce al sindicalismo como actor legítimo en la defensa de los derechos laborales y la promoción del diálogo social.
“Sin embargo, respaldar la libertad sindical no implica tolerar el uso indebido de esa figura para fines políticos o de desestabilización nacional. Los sindicatos existen para representar a los trabajadores, proteger sus derechos y contribuir al equilibrio entre productividad y justicia social. Cuando ese rol se desvirtúa y, en lugar de construir, se busca dividir, corresponde a las instituciones actuar con firmeza”, añade.
El gremio valora la gestión de la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz, y confía en que los procedimientos iniciados se desarrollarán en estricto apego a la ley pleno respeto al debido proceso.
Capac acusa al Suntracs de haberse desviado de su rol de negociador de los derechos laborales y estar dirigido por agendas políticas.
“En los últimos años, la conducta de la actual dirigencia sindical ha tomado un rumbo distinto, orientado por agendas políticas personales que distorsionan la función original del sindicato y su papel como representante legítimo de los trabajadores. Desde entonces, el sindicato ha adoptado una postura cada vez más confrontativa, impulsando acciones que debilitan los canales institucionales de diálogo y comprometen la estabilidad del sector construcción”, señala el gremio. “El país no puede ser rehén de quienes utilizan el poder sindical para paralizar obras estratégicas, presionar al sector privado y erosionar la confianza en el Estado de derecho. Estamos convencidos de que los convenios colectivos deben construirse sobre bases de equilibrio, legalidad y visión de país. Lo que esperamos de un sindicato es lo mismo que exige la ciudadanía: que represente, que proteja y que proponga. Pero que lo haga con ética, dentro de la ley y con compromiso hacia el bien común, no con fines personales ni políticos”, concluye.