Una huella histórica plasmada en la Luna

PANAMÁ. ‘Neil Armstrong ha muerto’, eran los titulares de los principales diarios internacionales ayer por la tarde. A los 82 años de ed...

PANAMÁ. ‘Neil Armstrong ha muerto’, eran los titulares de los principales diarios internacionales ayer por la tarde. A los 82 años de edad, una serie de complicaciones sufridas tras una operación cardíaca le habían arrebatado la vida.

El astronauta estadounidense, que nació el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, Ohio, se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna el 20 de julio de 1969, como comandante de la Misión Apolo 11. Este histórico momento lo definió como ‘un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad’. En ese entonces su corazón marcaba 150 pulsaciones por minuto. ‘Fue especial y memorable, pero también muy breve, porque había trabajo que hacer’, declaró Armstrong en 2012 a la televisión australiana.

Con esta hazaña, Armstrong puso a muchos niños y niñas a soñar con volar al espacio y conquistar el universo. Pero, además, el alunizaje acabó con el sueño de la Unión Soviétiva de conquistar el espacio en plena guerra fría con los Estados Unidos. La hazaña espacial catapultó a los americanos.

Armstrong prestó servicio militar y luego estudio Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Purdue (Indiana). Inició sus contactos con la NASA en el Centro de Investigaciones Lewis, donde trabajó como piloto de pruebas desde 1955 y en 1962 fue admitido como astronauta. Ocupó los puestos de jefe de la Oficina de Operaciones y Entrenamiento de Astronautas. En 1962 fue elegido para cumplir su misión espacial más importante: viajar a la Luna.

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