'El malestar nacional es un llamado hacia un cambio estructural', CCIAP

Aseguran que el Decreto Ejecutivo que prohíbe el otorgamiento de nuevas concesiones de minería metálica no es suficiente

En los últimos días hemos expresado nuestro respeto y consideración por los ciudadanos que se han manifestado de forma cívica y pacífica, porque de eso se trata la democracia, de poder reclamar y discernir sin violencia y bajo el marco del respeto.

Desde la Cámara de Comercio, Industrias, Agricultura de Panamá (CCIAP) reconocemos el clamor y preocupación por el Contrato Minero, de allí que hemos hecho el llamado enérgico a la Corte Suprema de Justicia a actuar en derecho y tiempos oportunos. El reclamo ciudadano lo exige.

Además, reiteramos que el Decreto Ejecutivo que prohíbe el otorgamiento de nuevas concesiones de minería metálica no es suficiente; el Presidente de la República debe actuar de forma contundente y llamar a sesiones extraordinarias al Órgano Legislativo *para la exclusiva discusión del Proyecto de Ley que dictamine la moratoria minera y que este incluya a todas aquellas concesiones que no hayan entrado en operación, así como el otorgamiento de cualquiera nueva concesión de exploración y explotación.*

De igual forma, si algo queda evidente sobre los últimos días que ha vivido nuestro país, es que *el hastío nacional que estamos presenciando trasciende un tema en particular y ya rebasó la paciencia nacional, este malestar difícilmente desaparecerá con la solución al tema minero.*

A través de los años, la CCIAP ha insistido y llamado la atención ante la indolencia mostrada por las autoridades con sus acciones y omisiones. También, hemos subrayado el impacto profundo y negativo que tienen en el ciudadano, el hecho de que quienes están llamados a ejecutar acciones que mejoren sus vidas, *asuman como normal el funcionamiento deficiente de los servicios públicos; la politización y la corrupción en el uso de los recursos públicos; y la toma de decisiones arbitrarias y alejadas del más mínimo consenso o participación ciudadana*, entre otras situaciones ya características en la forma como se lleva a cabo la política en Panamá.

Ese goteo lento y sostenido, que se traduce en las vidas de las personas en *sinsabores, falta de oportunidades, frustraciones y abiertas desgracias, ha terminado por generar el hartazgo justificado que ahora vemos en las calles.*

*Se trata de un reclamo justo y reiterativo*, del cual hoy los jóvenes se apoderan y claman: los panameños no tenemos por qué conformarnos con un país a medias, administrado para los intereses de unos pocos.

El clamor ciudadano a nivel nacional que vemos hoy es otra advertencia, otro llamado, a que las actuales autoridades, los políticos y quienes aspiran a un puesto de elección entiendan de una vez por todas que *no pueden seguir conduciendo el país desde el capricho, la politiquería y el oscurantismo.*

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