Ocho horas en el infierno

ESTABA AMANECIENDO. 3:41 a. m. El Cuerpo de Bomberos de Panamá recibe una llamada que alertaba de un incendio que había empezado a las...

ESTABA AMANECIENDO. 3:41 a. m. El Cuerpo de Bomberos de Panamá recibe una llamada que alertaba de un incendio que había empezado a las 3:15 a. m. en el populoso sector de Calidonia. Del cuartel Ricardo Arango en la Avenida Justo Arosemena salió el primer carro de extinción para hacerle frente al fuego que empezaba a ganar terreno en el depósito del almacén La Oca Loca, ubicado en la parte trasera del inmueble.

A medida que pasaban las horas las llamas se fortalecían por la cantidad de ropa y objetos que vende el almacén en tres plantas. Los bomberos pronto se verían imposibilitados de sofocar el incendio que parecía le iba a ganar la batalla, hubo que pedir refuerzo: la falta de equipo de extinción fue notoria y la baja presión del agua complicaba el trabajo bomberil.

En el área habían 10 carros bomba y según el comandante Cecilio Lasso, se necesitaba alrededor de 15 carros de extinción. Pasada las 9:00 a.m. llegó el camión de "Los Pitufos", no para reprimir con agua a una manifestación, sino para apoyar la labor de los bomberos. Así poco a poco se sumaron equipos del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), de la Alcaldía de Panamá, del Canal Panamá y la empresa privada apoyó con carros cisternas. Fue un trabajo interinstitucional en equipo, unidos todos para acabar con el siniestro.

Para evitar que los ladrones se aprovecharan de la situación, desde la iglesia Don Bosco hasta donde está el almacén La Oca Loca se acordonó el área con cinta amarilla y las calles de acceso al sitio del siniestro también se cerraron, por lo que se formó un insoportable caos vehicular.

El sitio estuvo custodiado por más de 60 miembros de la Policía Nacional y por unidades de Vigilancia Municipal, quienes también apoyaron en las faenas de evacuación.

Luis Francisco Sucre, director general del Sinaproc, informó que debido a este siniestro se evacuó como medida de prevención a aproximadamente a 1,421 personas de los edificios: La Flor Panameña, Don Goyo, Las Lajas, Salud, Porras, la Procuraduría de la Nación, las oficinas de Correos y Telégrafos, la embajada de España y los últimos cuatro pisos de la Lotería Nacional, hasta donde llegaba una larga columna de humo negro.

Mientras esto ocurría, ya había caído una pared del almacén, a causa del calor y amanezaba con caerse otra parte del inmueble.

Hubo momentos en que el fuego parecía menguar en intensidad por el bombardeo de agua que se lanzaba desde distintos ángulos e incluso los camisas rojas subieron por una escalera para tirar líquido desde un edificio cercano a La Oca Loca.

Sin embargo, nuevamente la candela tomaba fuerza. La acción de los bomberos se extendía ya casi por siete horas de trabajo continuo e ininterrumpido. El cansancio de los bomberos era evidente, por lo que tuvo que hacerse varios reemplazos. De este fuego no se registraron víctimas, pero hubo bomberos con problemas respiratorios, con fractura en una mano y con quemadura de segundo grado, todos fueron atendidos y enviados a casa.

Esto no fue todo. Hubo dueños de almacenes cercanos que les pedían a sus empleados que entraran para cubrir la mercancía. Algunos procedieron a cumplir con la orden y a otros la policía al percatarse de la situación les evitó la entrada.

A todo esto, también hubo un gran susto. Los bomberos, otros funcionarios y transeúntes se sorprendieron cuando, producto del calor el frontal del almacén se desplomó y provocó un gran estruendo en el populoso sector.

Algunas personas que quedaron impactadas salieron en estampida Calidonia abajo, fue el golpe final a La Oca Loca, cuyo almacén fue declarado como pérdida total. Los centros comerciales que están al lado también resultaron afectados e incluso en la escuela Pedro J. Sosa, hubo cuantiosas pérdidas económicas.

Marianela de Montaner, directora de este centro educativo, explicó que las paredes contiguas al almacén resultaron afectadas y que tuvieron que sacar 30 computadoras del laboratorio de informática. “Hay que hacer una evaluación de cómo quedaron las aulas de clases por el calor y el humo que penetró en este plantel”, señaló.

Aproximadamente los bomberos demoraron ocho horas para contrarrestar el incendio de La Oca Loca. Todo volvió a la normalidad pasada las 1:00 p.m. Cerca del siniestro habían billeteras que terminaban de vender los billetes de “El Gordito”; en una esquina habían mujeres pintándose las uñas de los pies y otros continuaban la faena como si nada hubiera ocurrido.

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