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- 19/06/2009 02:00
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CHIRIQUÍ. Aún están vivos los recuerdos de los estragos que provocó la crecida del río Caldera a las instalaciones de la Feria Internacional de las Flores y el Café, en el distrito de Boquete, en el mes de noviembre de 2008.
Las pérdidas ocasionadas fueron enormes y de acuerdo al presidente del patronato organizador de este evento ferial, Mario Serrano, son también muy duras de superar.
Después de un profundo y minucioso estudio, los daños se cuantificaron en más de un cuarto de millón de dólares.
Actualmente se busca la estabilidad económica de esta feria, que a su vez le permita hacerle frente a los compromisos financieros que mantiene.
Los organizadores reconocen que en la última actividad ferial, celebrada en el mes de enero, ingresaron 100 mil 514 personas, cantidad que supera la del año 2008, sin embargo la situación económica no deja de ser difícil.
Serrano explica que se tuvo que realizar una doble inversión y recuperar la parte norte de los terrenos de la feria, que fue arrasada por el río.
Agrega que los costos de organización fueron muy elevados, toda vez que se tuvo que reemplazar las estructuras afectadas y el sistema eléctrico que también se vio afectado en algunos de los pabellones.
Los organizadores de este evento ferial, en conjunto a las autoridades locales y provinciales, han adoptado una serie de medidas para mitigar los efectos de nuevas crecidas de este río, entre ellas su respectiva canalización; sin embargo están conscientes que no es posible garantizar que no se den nuevas afectaciones ante la posibilidad que se registren nuevas crecidas.
“La naturaleza es impredecible y este es un río de una velocidad muy alta, por ende muy difícil de manejar”, indicó Serrano.
Sostiene además que se requiere de investigaciones científicas para determinar el comportamiento del mismo, pero manifiesta que para esto se requiere de una fuerte inversión económica que el patronato de la feria no puede afrontar en estos momentos.
Serrano negó además que los organizadores hayan pensado en algún momento en la posibilidad de reubicar esta feria, ya que asegura que uno de sus atractivos es precisamente el río Caldera.