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- 24/02/2018 01:00
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¿Qué ciudad queremos? La respuesta, según el arquitecto Manuel Trute, va más allá de decir ‘una ciudad verde', ‘una ciudad amable' o ‘una ciudad vivible'. Para tener una idea de la futura urbe hay que reconocer —primero— qué motores económicos habitan la capital, cuál es la relación entre los ciudadanos y sus empleos; y, sobre todo, entender que Panamá ‘es una ciudad global'.
‘Como territorio hemos sido una ciudad de tránsito y hemos servido a esa función. No tenemos una vocación industrial o agropecuaria, sino que hemos servido al globo terráqueo desde nuestro origen', menciona el director municipal de planificación urbana.
Hoy el Plan de Ordenamiento Territorial para el distrito de Panamá, que lanzó la Alcaldía en enero de este año, está en su fase de prediagnóstico. Esta semana empezó el primer taller participativo, en el que se presenta a distintas comunidades una serie de documentos para obtener ‘una primera radiografía de los retos' a enfrentar.
Este prediagnóstico contempla tres pilares: la parte social, económica y ambiental, añade Trute. La primera fase es vital porque revela la evolución que tendrá la población ciudadana para el 2030, que es el horizonte de esta planificación.
‘En diez años, se espera que 180 mil personas ingresen o demanden suelo dentro del distrito de Panamá. Y eso hay que organizarlo', advierte el arquitecto, detallando que se hará un análisis sobre la ubicación de esta población, sus ingresos, su perfil demográfico y cómo territorializar todas estas variables.
RELEVO ALCALDICIO
A la población le preocupa que el cambio de gobierno interrumpa el proyecto.
Para hacerle frente a este problema, reitera el arquitecto Manuel Trute, es necesaria una participación activa de la ciudadanía en la elaboración del Plan de ordenamiento territorial del distrito de Panamá.
Luego de sellar el compromiso entre todos los agentes y sectores de la sociedad con el municipio, se tiene contemplada la firma de un pacto local entre la Alcaldía y las distintas instancias políticas. La meta es dejar claro que existe un compromiso construido consensuadamente.
Este prediagnóstico arrojó que las personas más pudientes se localizan en el centro de la ciudad —considerado desde Ancón hasta Juan Díaz—; mientras que las personas con menos recursos se van acumulando en la periferia, que es donde la tierra es más barata.
Una de las maneras de invitar a la población a vivir en el centro de la ciudad ha sido la intervención del espacio. ‘Las intervenciones de espacio público son una manera de catalizar procesos de repoblamiento. (Así) interesamos al mercado inmobiliario a vivir en áreas que empiezan a regenerarse en el centro', apunta el urbanista.
ECONOMÍA Y AMBIENTE
‘Empezamos a ver cuáles son los motores económicos que generan productividad y empleo dentro de esta área, y casi el 70% de los empleos están ubicados dentro del distrito de Panamá', señala Trute.
Esto quiere decir que una buena parte de los 1.5 millones de personas que residen en el área metropolitana, se movilizan al centro de la ciudad para ocupar esos trabajos. ‘Lo que se busca es ver cómo se balance todo esto. Tenemos muchas respuestas, pero queremos llevar el proceso a los distintos actores de la sociedad y construir consensos sobre esas posibles respuestas', agrega el director de planificación urbana de la Alcaldía de Panamá.
La mayoría de motoros económicos de la capital tienen que ver con temas logísticos, turismo y servicios.
El tercer pilar evaluado en el prediagnóstico es el medio ambiental, que no se refiere solo a las áreas verdes, sino a la transformación del medio natural a través de construcciones y los problemas que estas acarrean.
‘Las ciudades van comiéndose las cuencas. Eso tiene una dinámica de flujos de agua y resulta que ahora nos inundamos, las cuencas están muy vulnerables o con poblaciones en riesgo', argumenta el arquitecto.
Asimismo, se evalúan las cuencas canaleras, y cuencas protegidas, ya que ‘tenemos una serie de ecosistemas con los cuales convivimos y la manera en la que hacemos ciudad no necesariamente convive bien con ello'.
DIAGNÓSTICO DE LA CIUDAD
Una vez se tenga clara esta ‘primera radiografía' del distrito, iniciará un proceso de investigación adicional, que incluye fuentes secundarias y trabajos de campo, para entender la capacidad de carga actual del territorio.
El Plan deberá estar listo luego de 20 meses y ‘los procesos de participación ciudadana son un eje transversal'. ‘No es algo que se va a diseñar en laboratorio y después lo vamos a llevar a la gente para que nos diga si les gusta o no', dice Trute. ‘Es un proceso de planificación urbana participativa'.
Una vez se concluya el plan estratégico, durante los diez primeros meses, se generarán políticas territoriales a partir de un modelo consensuado. Y a ese plan se adicionarán estrategias de vulnerabilidad, cambio climático, resiliencia y sostenibilidad, para resolver los conflictos del distrito.
La ciudad que queremos, concluye el arquitecto, tiene que responder a su vocación, la de una ciudad global. Para Trute es muy difícil que Panamá insista en querer ser otra cosa que no sea un distrito con vocación de servicio.
‘Es una ciudad global porque acompaña a la economía del planeta. Somos una consecuencia de las dinámicas económicas globales y eso tiene un referente territorial', sostiene el funcionario. El desafío, según él, es organizarnos para que nos vaya mejor. Más aún, teniendo en cuenta que la población ‘está cansada de que no haya planificación'. Y para eso, ‘tener un marco regulatorio es clave'.