La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...
- 07/03/2010 01:00
Enrique Lao Cortés es médico de profesión, economista de la salud, master en administración de empresas con énfasis en finanzas, planificador estratégico y desde hace 25 años se sumó al Cuerpo de Bomberos de Panamá (CBP), como voluntario, invitado por un vecino, el coronel Gaspar Ortiz, quien le dijo que el CBP necesitaba voluntarios.
Tenemos que hacer ingeniería. Nuestra institución nació en 1887, antes del nacimiento de la República. Surge de la organización de la sociedad. Inicialmente todos los bomberos eran voluntarios. Hoy por cada tres hay dos voluntarios y unos 6 mil en total.
Inicialmente había que tomar un cubo y echarle agua al fuego, si no había agua entonces se trataba de salvar las vidas y todos contemplábamos cómo se quemaban las cosas, luego se intentó tener depósitos para almacenar agua, vinieron las bombas, pero hoy día tenemos grandes retos que nos exigen un proceso de transformación que lo hemos iniciando a través de la nueva ley.
La estructura del CBP tiene una estructura asimétrica, con muchas inequidades, donde existen muchas zonas bomberiles con personería jurídica, autonomía, comandante, planificación propia, además 45 compañías independientes. Esto lleva a que no haya armonía en el trabajo y también que el recurso sea no equitativo y provoca que tengamos bomberos de distintas categorías.
Se creó el Consejo Director de Zonas para lograr un punto donde se articulaban todas las acciones para que independientemente que hubiesen comandantes en las zonas tuvieran una acción coordinada. Este ente, por diversas razones, despertó un rencor de parte de los bomberos, perdiendo el rol del inicio. Hace más de tres años el Ministerio de Gobierno y Justicia intervino todas las zonas de bomberos.
Nos sentamos a trabajar hace nueve meses un grupo representativo de los bomberos de la guardia permanente. Este tenía reclamaciones muy justas, logramos que este grupo de la guardia permanente se articulara, se sentara y trabajara para la unidad, también los grupos de la administración y representantes de los voluntarios. Una vez que se tuvo el borrador, se sometió al Ministerio de Gobierno y Justicia, y elevado a los comandantes de la comisión y los asesores. También se mandó al Ministerio de Economía y Finanzas.
Si los gobiernos que vienen no le dan a los bomberos el presupuesto que necesitan esta ley es letra muerta, nos quedamos en un sueño. Pero sin esta ley, le pedimos a Gobierno y Justicia un presupuesto de inversión separado del funcionamiento, que son 9 millones de dólares. Por muchos años trabajamos solamente con ese dinero. El presidente nos da un presupuesto de 19 millones para inversiones.
En ese presupuesto vemos un gesto de buena fe del gobierno que si se continúa por los próximos cinco años vamos a lograr la transformación de ese CBP a lo que cree la ley, que es el benemérito CBP, una institución moderna, capacitada, motivada y con el compromiso de atender los retos del siglo XXI. Aspiramos a tener unos 50 vehículos de extinción en esta primera fase, dos vehículos de plataforma con capacidad para atacar eventos de 70 metros de altura. Los que llegan más alto no pueden circular por las calles de Panamá.
Estimamos recibir en este período cerca de 60 millones de dólares para inversiones, que nos permitirá abrir por lo menos tres estaciones nuevas en San Miguelito, entre Carrasquilla y Juan Díaz para bajar el riesgo en esta área, debemos abrir estaciones cerca de los edificios altos donde podamos alojar los vehículos de plataforma que estamos adquiriendo, dos cuestan cinco millones de dólares.
Creo que los bomberos hemos dejando atrás esa fase de angustia y vemos con optimismo los nuevos tiempos, esto significa que actualmente tenemos bomberos bien capacitados, con mucho compromiso reclamando una oportunidad con qué servir porque no tienen con qué hacer las cosas. Nos somos suficientes, vamos a tener que desarrollar programas para sumar bomberos voluntarios en el país.
Panamá no está vacunada contra los desastres, no tenemos un certificado que diga no tenemos riesgos de inundaciones, erupciones volcánicas, movimientos telúricos, de situaciones provocadas por el hombre, como el Canal, frente a todo eso, es importante que en la nueva ley se hable de la carrera bomberil que transformará la academia, porque en este momento no tenemos los equipos para enfrentar las necesidades.