‘Chong Chon Gang’, a su etapa trascendental

PANAMÁ. Este martes empezará el conteo regresivo que definirá la suerte del granelero norcoreano ‘Chong Chon Gang’, sus armas bélicas y ...

PANAMÁ. Este martes empezará el conteo regresivo que definirá la suerte del granelero norcoreano ‘Chong Chon Gang’, sus armas bélicas y todas las ramificaciones del affaire internacional.

Hoy llegará a Panamá el panel de expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que verificará desde el martes lo hallado, apenas un día después de que el Ministerio Público (MP) terminara el proceso de descargue de los 10 mil quintales de azúcar morena que servía de camuflaje para el armamento de la discordia. (Léase nota relacionada)

Y de la discordia porque será el Consejo de Seguridad de la ONU el que determine si la carga viola la restricción 1718 que impuso a Corea del Norte, a donde el buque pretendía encallar, tras zarpar de Cuba en julio. Y si detrás hay toda una maraña comercial entre dos naciones comunistas, una más aislada que la otra del plano mundial, pero que en grandes rasgos viven en un efecto ‘isla’.

El gobierno de La Habana reclama por la inocencia de lo confiscado, Pyongyang pide una salida diplomática, Panamá asegura que se le intentó violar su seguridad interna y Estados Unidos se debate si el hecho pone o no en peligro el deshielo de las relaciones con Cuba.

LO QUE OCURRIRÁ AQUÍ

Fuentes versadas en el tema explicaron a La Estrella el 24 de julio que la misión del quipo de expertos de la ONU (ocho, en total) no tardaría más que ‘un par de días’. Su labor, adelantó el MP, se hará con absoluto sigilo y sin la intervención de los medios de comunicación. En tres días, la tarea principal de los técnicos, agregan los entendidos, estará en el hangar ‘ultrasecreto’ del Ministerio de Seguridad al que la Fiscalía Primera de Drogas ha enviado el equipo bélico que intentó pasar desapercibido en los baúles del ‘Chong Chon Gang’.

Los técnicos lo cotejarán con una lista de prohibiciones que la Secretaría del Consejo de Seguridad que vigila la restricción a Corea del Norte levantó en 2006 y que amplió tras las prácticas nucleares de Kim Jong-Un de este año.

Aquí no se tomará decisión alguna. Las versiones de Panamá de que se intentó ultrajar su seguridad no determinarán la política de Naciones Unidas sobre el asunto. Al margen de los procesos legales que emprende la justicia local, el gobierno sólo podrá ‘guardar’ las armas cubanas hasta tanto el organismo internacional defina qué fue lo que pasó.

Y para eso podría hacer falta mucha paciencia. El Consejo de Seguridad, en Nueva York, no tiene un ritmo definido de deliberación.

El panel (dos técnicos nucleares, uno en proliferación de armas de destrucción de masas, otro en tecnología de misiles, uno más en aduana, transporte marítimo, y otro en finanzas) levantará un informe que llegará al Comité de Sanciones de la resolución 1718, en la que hay un representante de cada uno de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad. Éste recomendaría una decisión.

PROCESO DE DELIBERACIÓN

El expediente ‘Chong Chon Gang’ ha llegado al Consejo de Seguridad en un momento clave. De transición. Estados Unidos (opuesto a Corea del Norte y Cuba) le ha pasado el mando a Argentina (cuyo gobierno es afín a los de izquierda), país que comandará el más importante brazo de la ONU hasta el 31 de diciembre próximo.

Los analistas preveían que el caso desataría repujas entre los grandes bloques, Estados Unidos, Rusia y China, empero la asunción de la representación argentina parece dejar en ascuas la lucha interna.

¿Qué pasará con un gobierno de izquierda a la cabeza? es la gran duda. En Buenos Aires, por ejemplo, temen que cualquier decisión ponga en jaque la relación de Cristina Fernández con los hermanos Castro y con gran parte del ALBA.

Estados Unidos, previendo eso, le regala pausas al asunto. Con Cuba anunció que hablará después, cuando el panorama sea más claro, sobre si se afectará o no su relación, alimentada por decisiones bilaterales que le ganaban calidez al asunto.

Y Panamá, sin voz ni voto. Aquí sólo habrá que decidir, al final, qué hacer para no perder el azúcar cubana estibada en el Instituto de Mercadeo Agropecuario de Penonomé y si los 35 norcoreanos seguirán jugando ping-pong y viendo televisión en el fuerte de Sherman, en donde están desde mediados de julio.

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