Cuando el remedio es peor que la enfermedad

PANAMÁ. El 25 de marzo de 2010, el gobierno anunció en el Palacio de Las Garzas que compraría los corredores Norte y Sur. En la decisión...

PANAMÁ. El 25 de marzo de 2010, el gobierno anunció en el Palacio de Las Garzas que compraría los corredores Norte y Sur. En la decisión estaba intrínseca la idea de frenar el alto costo del peaje en estas vías y la recuperación de un bien del Estado; en la percepción general, entregado en términos injustos a las empresas mexicanas PYCSA e ICA que los administran.

Pero parece que la medicina para ese mal está resultando más dañina que la pesadilla del costoso tranque por el que miles de personas atraviesan cada día en estas carreteras de pago.

Expertos y profesionales del país calcularon que lo que se estaría pagando — $420 millones por el Corredor Sur y $650 millones por el Norte — no se ajusta a la realidad.

La inminente compra de los corredores Norte y Sur ha desatado una estela de críticas entre diferentes organizaciones de la sociedad civil que aún no comprenden cuál fue la fórmula que empleó el gobierno para establecer el monto total de esta transacción: $1,070 millones. Además, la mayoría de los estudios advierten que si los contratos originales fueron ‘leoninos’, esta compra lesionaría aún más los intereses estatales. Una inminente gran estafa.

Según un estudio sobre esta compra al que tuvo acceso La Estrella, elaborado por el Centro de Estudios Estratégicos de Panamá (CEE)— organización para el estudio, investigación y análisis de temas sociales, creada en 1990—, construir los corredores Norte y Sur costaría $603 millones menos del precio por el que la administración de Ricardo Martinelli busca recuperarlos.

El gobierno destinará $1,070 millones para la compra. A precios actuales, construir ambos corredores costaría $467 millones, señala el estudio.

El estudio —que coincide en algunas observaciones con un informe de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA)— aconseja, al igual que la SPIA, rescindir el contrato con PYCSA (Corredor Norte) por incumplimiento.

‘La compra no es la única alternativa’, explicó David Schatan, miembro de la comisión vial de la SPIA

El gremio mostró su inquietud por el ‘secretismo’ con que se han manejado los acuerdos pactados entre el gobierno y las empresas mexicanas.

‘El gobierno nunca nos pidió alguna colaboración, nunca se tomó en cuenta nuestros cuestionamientos’, contó Schatan, al tiempo que advirtió que PYCSA tampoco ha suministrado la información necesaria para establecer el valor del rescate.

DUDAS AL SUR

La compra en el otro extremo, el Corredor Sur, tampoco aclara las dudas.

La SPIA también ve exagerado el precio propuesto para comprar esa vía. Aseguran que deben pagarse solo $295 millones en lugar de los $420 millones ofrecidos por el gobierno. Para los ingenieros y arquitectos, esta cifra ‘no tiene justificación’. Otros críticos aseguran que con ese monto ICA (Corredor Sur) recibiría más que si hubiese completado los términos del contrato original.

LA MEGAOPERACIÓN

La historia de los corredores ha estado sumergida en una trama compleja rodeada de enmiendas, memorandos y extensas adendas.

Pero con la llegada del gobierno del Cambio y ante las críticas de la sociedad civil, que cuestionaban la eficiencia de estas vías, Martinelli, cinco días después del inicio de su mandato, designó una comisión para verificar, mediante auditorías, el cumplimiento total de los contratos con las empresas ICA y PYCSA. Para el desarrollo de estos estudios, el Ministerio de Economía y Finanzas contrató a la empresa ConsultTech y Proyeco.

Los informes coinciden en deficiencias y retrasos en la presentación de algunas obras, así como también falta de información facilitada por las empresas. Pese a ello, el Ejecutivo decidió comprar el total de las acciones de los corredores.

Para ello crearán un fideicomiso denominado Norte-Sur, el cual le concederá el poder a la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) para emitir $970 millones en títulos de deuda.

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