“Los presos no son paquetes ni objetos”

Diomedes Kaa es un abogado que una vez soñó con ser el director del Centro Penitenciario de la Isla de Coiba, cuando esta existía. Ha dedicado más de 30 años de su profesión a los privados de libertad, ha sido juez, director del Centro de Cumplimiento de Adolescentes infractores, funcionario del Ministerio Público y ahora alcanzó su máximo anhelo: ser el director del Sistema Penitenciario Nacional. Cree que la educación carcelaria es la única forma de inserción del privado de libertad a la sociedad. Opina que debe crearse otra isla penitenciaria, pero con un objetivo específico. Está a favor de la privatización de algunos servicios del sistema y comparte las opiniones de los ministros de Gobierno y de la Presidencia.

Yo pienso que por haberlo solicitado en algún lugar, haberlo puesto de manifiesto y por supuesto una aceptación del gobierno actual siento que me da una oportunidad para participar en el cambio.

Por su puesto que sí, más que encontrármelos yo, ellos me ha encontrado a mí. No son más de veinte jóvenes los que me han reconocido, algunos se me acercan con pena, y otros para reclamarme si vamos a tener los mismos programas que teníamos en Tocumen. Algunos me dicen que si haré nuevamente los círculos de lectura. Me dicen viejito, otros papá, comando, otros me dicen le habla su hijo.

Como treinta. Yo solo tengo 120 días de estar responsable en esta dirección. Yo espero que no hayan más. No es lo que ningún director de un sistema penitenciario aceptaría sin hacerse una reflexión desde hasta dónde esta mi responsabilidad. El propio ministro de Gobierno se ha visto obligado muchas veces a liderar situaciones y acciones concretas que están dando buenos resultados incomprendidos algunos.

Pienso que son coincidentes el ministro de Gobierno y el ministro de la Presidencia. Ambas cosas, dada la actualidad del sistema penitenciario. Las dos ideas son buenas, una con énfasis en la seguridad y otra con énfasis en la formación y en la atención de las personas para cuando estén listos para volver a la sociedad nuevamente.

La cárcel manejada por una empresa privada en un momento determinado puede ser distinto a lo que puede manejarla el Estado. No lo miro con escepticismo, no lo miro como la única solución al problema definitivamente es parte de la solución. Tampoco se trata de convertir al sistema penitenciario en un tubo de ensayo, eso no puede seguir más. Debemos dar pasos ciertos. No veo mal que se entregue alguna actividad carcelaria a terceros pero abría que estudiar los pro y los contra de esa situación.

Todavía nos falta empaparnos un poco más en este asunto y que los panameños conozcan más sobre el tema.

Sí, yo pienso que no se debería crear otra Coiba, no como fue Coiba final, sino que se debería crear una colonia como la que pensó Belisario Porras en 1925, donde deberían ir personas con una peligrosidad baja. Pero llegaron a coincidir personas de baja peligrosidad con detenidos muy peligrosos. Me acerco más a un concepto como las Islas Marías de México. Tomando el ejemplo mexicano sí pienso que debería existir así una isla de Coiba. En estas islas van detenidos de baja peligrosidad con sus familias. Son conceptos muy novedosos e implica una política hacia la humanidad.

Hay otras islas en el archipiélago que podríamos habilitar y que estoy seguro de que hay personas que estarían dispuestas e incluso voluntariamente a movilizarse. Si se les hace una oferta de estudio de trabajo, de comunicación permanente con su familia.

Todos los que pueda, si en un día puedo visitar varios lo hago, a pesar de que la ley me permite como director ir una vez al año como exigencia mínima. Pienso que no puedo estar desvinculado de esa realidad, porque sino se me impediría tener conocimiento de lo que realmente pasa allí.

No lo he pensado nunca, lo que sí tengo claro es cómo quiero que no me recuerden, como una persona haragana, que no hizo lo que tenía que hacer, que no pensó cómo se podía mejorar y que no intervino para nada en mejorar su situación.

Lograr que los privados de libertad retornen a la sociedad con una actitud y con una formación diferente, eso de manera muy general, pero eso tiene que llevarse al plano individual, eso lo ordena la ley. Ellos no son paquetes ni objetos. Esto no es tan fácil, pero es un objetivo que nos hemos planteado.