'Reflexiones sobre Panamá y su destino', de Omar Jaén Suarez

Actualizado
  • 30/10/2022 00:00
Creado
  • 30/10/2022 00:00
Un libro que debe ser leído por ciudadanos responsables, funcionarios y quienes aspiren a convertirse en líderes políticos
'Reflexiones sobre Panamá y su destino', de Omar Jaén Suarez

Como segundo producto de la pandemia 2020-2021, el doctor Omar Jaén Suárez está por lanzar su obra Reflexiones sobre Panamá y su destino, un compendio de 125 ensayos, conferencias, entrevistas, prólogos y presentaciones fechados entre 1990 y 2022.

Se trata de un tomo que, pese a sus 400 páginas, se lee con facilidad por estar compuesto de artículos cortos, organizados en temáticas como Geografía e Historia, el Canal de Panamá, Geopolítica Internacional, ordenamiento territorial y otros.

A través de ellos, el autor sustenta, argumenta y opina, basado en evidencia - datos históricos, cifras económicas, experiencias internacionales- sobre algunos de los temas y polémicas que le han estimulado el interés durante los últimos treinta años. El resultado es un libro cuya lectura permite clarificar temas de importancia nacional, una lectura imprescindible para ciudadanos responsables, funcionarios y quienes aspiren a convertirse en líderes políticos serios.

Tesis principal
Omar Jaén Suárez

La tesis principal del libro es que Panamá se ha quedado sin un proyecto nacional. El país surgió como república marcado por el tratado Hay Bunau Varilla y, a lo largo del siglo XX, su población se unió en pos de la conquista de su soberanía en la Zona del Canal. Después de alcanzado este objetivo en 1977, los panameños se han quedado sin una meta común a la que aspirar.

“El país necesita un nuevo proyecto nacional y yo propongo que este sea el convertirnos en una democracia liberal funcional, un estado de bienestar, una sociedad racional, ordenada justa, inclusiva y laica”, dice el doctor Jaén Suárez.

¿Pero cómo se logra esta democracia funcional? Sencillo: con el fortalecimiento de nuestras instituciones y una educación de la más alta calidad, dice.

“El estado actual de la educación es el mayor problema social estructural que debemos remediar- y con urgencia”, alega.

Desde una perspectiva histórica, da explicaciones de fondo sobre cómo nuestros primeros gobernantes entendieron la necesidad de fortalecer la educación y se abocaron a abrir escuelas y un programa especial de becas para los alumnos más sobresalientes de todo el país.

“Cerca de un centenar de panameños viajaron en la primera década de república a Estados Unidos, Europa, Colombia y Chile y regresaron graduados de artes y ciencias. Gracias a la educación que obtuvieron, personas como Octavio Méndez Pereira, Harmodio Arias, Augusto Samuel Boyd, Ester Neira de Calvo y muchos otros, llegaron a constituirse en la élite gobernante, intelectual, política y profesional, que ejerció su impronta en nuestro país hasta la década de 1950”.

Sin embargo, esta política educativa bien dirigida perdió su rumbo en los años 50 y hasta el día de hoy.

En la actualidad, un esfuerzo por una educación de excelencia debería empezar por una inversión del presupuesto del 6% del PIB —Panamá invierte actualmente el 3.5%— pero también una nueva visión, sostiene Jaén Suarez.

“Una educación de calidad lo que busca es otorgar a la población los instrumentos esenciales para la comunicación, un método eficaz de pensamiento y raciocinio y las herramientas básicas para el ejercicio de un oficio bien pagado con capacidad de exportación”.

El autor va más allá, al proponer que esa “educación de calidad” debía involucrar las actitudes para una vida más civilizada, para convivir en el espacio público y dejar atrás las costumbres que nos atascan y mantienen en un eterno presente, plagado de individualismo extremo , falto de disciplina personal y colectiva, y corrupción pública… La pérdida de conciencia moral que tanto afecta las formas civilizadas de la vida social.

No se está haciendo

“Es una pena que en los últimos treinta años, ningún partido político, ningún líder haya planteado de manera explícita y concreta una visión tan básica como esta. Con uno de los mejores índices de crecimiento del PIB del mundo, un mercado internacional cautivo en materia de servicios, nuestros políticos lo que han hecho es explotar la ignorancia, el pensamiento mágico y providencialista de nuestra población, para seguir manteniendo el sistema clientelista basado en una abultada burocracia que lo único que hace es entorpecer antes que abordar los retos principales que enfrentamos”.

“Hemos caído en manos de politiquillos que han comprado el voto popular por tres guayabas y están robando el futuro a las nuevas generaciones”, sostiene Jaén enfáticamente.

Otros temas

Entre otros asuntos abordados en la obra Reflexiones sobre Panamá y su destino resulta de interés especial el tema de la identidad.

“Este país fue construido con hombres que llegaron de Europa, Africa y Asia, en calidad de labradores, aventureros, funcionarios, religiosos, soldados. Todos ellos se unieron a los amerindios para formar una población que en promedio tiene un 40% de genes indígenas, 33% africanos y 27% europeos”.

El autor explica que la identidad panameña es compleja, pues a esa diversidad de orígenes y culturas se añade una conciencia relativamente reciente y moderada de su unidad. “Hasta 1900 éramos un pueblo de no más de 300 mil habitantes, analfabeta al 85%; vivíamos en pueblos y caseríos aislados, dispersos, aislados, y en gran medida desconectados entre sí”.

“Aunque en el exterior se nos identifique principalmente por nuestra función de tránsito interoceánico, los estudios genéticos sustentan el origen variopinto de nuestro pueblo y de la sociedad panameña actual… este es un hecho cada vez más reconocido y aceptado y fuente de afirmación de nuestra identidad más profunda, que debe ser alentada y cultivada en todos los ámbitos de nuestra educación”.

Xenofobia

Otro de los temas que inquietan a Jaén y que expone una y otra vez a través de su nuevo libro es el de la xenofobia y el discurso de odio que se va propagando en los medios nacionales contra los extranjeros.

De acuerdo con el doctor, existe actualmente un exceso de normas que reservan profesiones y oficios solo para panameños y que impide utilizar los servicios de inmigrantes educados. “Son leyes que nos emprobecen”, sostiene.

“Aparte de reservar solamente a ciudadanos panameños el ejercicio de muchas profesiones, se añaden las trabas en la Universidad de Panamá para homologar diplomas en carreras no restringidas y de juntas técnicas que hacen lo mismo por simple chovinismo y nacionalismo mal entendido”.

“Arquitectos, asistentes de profesiones médicas, abogados, periodistas, ingenieros de cualquier rama, corredores de seguros, relacionistas públicos, sociólogos, economistas, veterinarios, dentistas, médicos, enfermeros, hasta técnicos agropecuarios, quiroprácticos, barberos, cosmetólogos, agentes de seguridad y ciertos docentes no pueden ejercer en Panamá si no son panameños”.

El autor
Omar Jaén Suárez

Es un académico y diplomático panameño, el único panameño que ha obtenido el doctorado de Estado en Letras y Ciencias humanas en la Universidad de Paris I, Panteón-Sorbona (1977), el más elevado título otorgado por esta universidad. Además, obtuvo un doctorado de tercer ciclo en Geografía (equivalente al phd) por la Universidad de Aix-Marsella (1968), con cursos de doctorado en Sociología y Demografía.

Fue director del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas de la Universidad de Panamá (1970-1972), y negociador de los tratados Torrijos Carter con rango de embajador (1973-1977), promotor del Museo del Canal Interoceánico, de la Ciudad del Saber y de la integración al registro civil de registros demográficos históricos.

Ha publicado importantes obras sobre la geografía, etnohistoria y la historia social de población, la historia diplomática y la geohistoria de Panamá y del Pacífico.

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