Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 30/01/2015 01:00
Después de la primera parte, en la que la mafia secuestra a su hija en París, y de la segunda, en la que usa su fuerza e inteligencia táctica para salvar a su familia en Estambul, Bryan Mills (Liam Neeson) llega al cine por tercera vez para vengar la muerte de su exesposa Lenore (Framke Janssen), la mujer a la que siempre amó.
Aunque el esquema sigue igual y la fórmula se repite, hay dos novedades en Búsqueda implacable 3 . La primera es que la acción ya no se desarrolla en un lugar turístico sino en Estados Unidos -en tierra loca, digamos-, y la segunda es que hay una inversión de roles: Bryan Milles ya no es sólo el sabueso implacable que va detrás de los que le hicieron algo a su familia, sino que ahora también es el perseguido, ya que es el principal sospechoso de la muerte de Lenore y lo buscará la CIA y el FBI.
Sin embargo, la película no sabe aprovechar la rivalidad que comienza a crecer desde los primeros minutos entre Mills y el agente Dotzler (Forest Whitaker), un hombre astuto e inteligente que parece entender exactamente la situación y también la forma de moverse de Mills.
Y no sólo el guión deja mucho que desear en ese sentido, algo que ya pasaba en la entrega anterior, sino que el director Olivier Megaton, quien también se encargó de la segunda parte, pareciera darnos la acción por goteo.
No es que ya no haya tiroteos, luchas cuerpo a cuerpo, persecuciones en vehículos o destrucciones de todo tipo. Hay de todo eso y en cantidad. Pero las escenas de acción ya no tienen la adrenalina que deberían tener, y eso hace que se noten más lo ridículo de ciertas situaciones.
Aún así, Neeson no descarta la posibilidad de volver a interpretar a Mills en una cuarta entrega, y al parecer Fox tampoco. Quizás llegue en algún momento una cuarta parte con más gente que quiera meterse con el hombre equivocado.