Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 10/09/2016 02:00
En 2013, el escritor y director Fede Alvarez dejó huella en el mundo del cine de horror con un nueva y escalofriante versión de Evil Dead, el clásico de Sam Raimi. En su nueva película, No Respires, este hombre explora un territorio distinto y a la vez igualmente terrorífico a través de una historia impresionante y propulsada por el suspenso.
‘Posee elementos de ambos géneros', explica el director. ‘No me gustaría considerarle cien por ciento horror, o cien por ciento un thriller. Pero, sin duda, ostenta una buena cantidad de momentos siniestros y escalofriantes'.
En No Respires, tres amigos que han cometido una serie de robos perfectamente planeados deciden organizar un golpe final cuando se enteran de un ciego que vive solo en un desolado barrio de Detroit. ‘Pero carecen de información crucial', dice Alvarez. ‘Este hombre es inusualmente ingenioso y completamente despiadado, al grade de que por momentos parece un superhombre. No permitirá que se marchen con el dinero sin antes luchar a muerte'.
La realización de Evil Dead, su primer largometraje, con la asesoría de Raimi y Tapert, constituyó una experiencia inolvidable, comenta el director. ‘Por ello decidimos intentarlo de nuevo. Sam ha sido un maestro excelente. No es sólo un gran director y un tremendo productor. Asimismo es un fanático total del género, con un conocimiento cabal de su público'.
Por su parte, Raimi señala que Alvarez no es sólo un director visionario, sino también un colaborador consumado. ‘Posee una rara combinación de instintos narrativos maravillosos y la habilidad casi artesanal para ejecutar sus ideas', explica el prolífico realizador, cuyos créditos como director incluyen la taquillera trilogía de Spider-Man así como A Simple Plan, Drag Me to Hell y la trilogía original de Evil Dead.
Alvarez y su coautor, Rodo Sayagues, se propusieron redactar el guión para una película que hiciera al espectador morderse las uñas con el suspenso, pero sin la típica sobreabundancia de entrañas sangrientas. ‘El horror es un género que amo', dice el director. ‘Pero lo que tenemos aquí es más complejo. Los sustos están cien por ciento basados en la situación y en cosas que podrían pasar realmente. Y eso, en mi opinión, es mucho más temible'.
La cinta elude los clichés comprometiendo al público con una disyuntiva moral. ¿Quién está en lo correcto, quién se equivoca?
Cada uno de los protagonistas se encuentra en un callejón sin salida, buscando cambiar su vida desesperadamente. En cierto sentido, es una especie de fábula acerca de la toma de decisiones, pero con un grandioso ambiente de suspenso como telón de fondo
No existen los santos en esta historia. Todos tienen motivos sombríos y harto sospechosos. Se termina eligiendo al personaje con que más se identifique uno. Tendrás que elegir al personaje con el que más te identifiques'.
Decidida a escapar de una madre abusiva y salvar a su hermana menor del callejón sin salida existencial aparentemente inevitable para ambas, Rocky (Jane Levy) está dispuesta a lo que sea con tal de huir. Ella y sus amigos Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto) han materializado toda una serie de robos cuidadosamente planificados a fin de conseguir el dinero que les ayudaría a escapar de su funesta ciudad, Detroit.
Sin embargo, sus crímenes de poca monta han rendido magros dividendos, así que cuando se enteran de que un ciego (Stephen Lang) que vive en un barrio abandonado posee una pequeña fortuna oculta en su propia casa, los tres amigos deciden emprender su último y más grande atraco.
Pero su plan se desvía peligrosamente cuando la supuesta víctima resulta ser mucho más temible de lo esperado. Mientras los acecha incansablemente a lo largo y ancho de una casa sólidamente fortificada, el trío se siente horrorizado cuando descubre que el ciego tiene otras cosas ocultas, además del dinero. Estremecedora y fascinante, el thriller de Alvarez, magistral y visualmente sorprendente, mantiene un paso frenético que no cesa hasta el último minuto.