Shrek 4 El capítulo final

PANAMÁ. Shrek se aburrió, maduró, se hastió y dijo basta. Detalle que a los 40 años o más, muchos de ustedes señores (yo todavía no lleg...

PANAMÁ. Shrek se aburrió, maduró, se hastió y dijo basta. Detalle que a los 40 años o más, muchos de ustedes señores (yo todavía no llego a los 30) no hacen porque creen que todavía son unos chiquillones, ja, ja. Claro que tampoco niego que hay que desechar los recuerdos de la infancia o la adolescencia. Pero bueno, como me piden que no les cuente la película les diré otras cosas que también les servirán si se animan a sentarse hora y media para ver a este divertido personaje. Este ogro verde, que me recuerda al personaje de un comercial de frijoles, llega con una cuarta aventura mucho más oscura que las anteriores, tanto en aspecto como en contenido, y que va claramente dirigida a un público adulto.

Una cinta que ha perdido la frescura de las historias anteriores y en la que se da un excesivo protagonismo al villano Rumpelstiltskin por encima de Shrek y de esos estupendos personajes secundarios que le rodean. Y esa es probablemente la mayor carencia de Shrek forever after, la escasa presencia de sus también jocosos y centrados personajes, desde la princesa Fiona al Asno, pasando por el Gato con botas. La entrada estelar de Rumpelstiltskin, tras su breve aparición en la tercera entrega, y la aparición de nuevos personajes (ogros principalmente), relegan a los originales miembros de Shrek a un plano demasiado secundario. Además, la historia está claramente concebida como una película para adultos, con unos giros temporales difíciles de entender para los más pequeños y una narración a la que le falta el ritmo y la locura típica de Shrek. Con todo, esta cuarta entrega de Shrek es una estupenda película, tan brillantemente realizada como acostumbra y con algunas pinceladas del humor irreverente que tanta fama le ha dado. El ocioso Gato con botas, transformado en un obeso y perezoso animal o el reencuentro de Shrek con Asno, cuando el équido no recuerda a su otrora gran amigo, son algunas de las mejores escenas de esta entrega. Porque lo que cuenta Shrek Forever After es la aburrida y desesperada situación en la que se encuentra el ogro, con una vida tan perfecta como repetitiva, casado con Fiona, con tres hijos y siendo su hogar una parada más de un circuito turístico (situación que pasa mucho en varias familias de este país).

Eso hace que Shrek haga un pacto con Rumpelstiltskin para cambiar un día de su vida por una jornada en la que vuelva a ser el ogro que atemoriza y se divierte a base de dar sustos. Lo que no sabe Shrek es qué día de su vida pasada escogerá Rumpelstiltskin y cómo eso afectará a su futuro.

No sé si me volverán a repetir el lunes en la mañana ‘no cuentes la película’, se los juro, es inevitable.

En cifras, al menos en EEUU. Shrek o mejor dicho, la Dreamworks, ha recaudado más de 240 millones de dólares durante tres semanas de proyección. Aunque esperaban más es una buena noticia tomando en cuenta que tiene una dura competencia: Toy Story 3.

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