El arte de dibujar una sonrisa

Actualizado
  • 18/02/2015 01:01
Creado
  • 18/02/2015 01:01
La gira de ‘Payasos sin fronteras’, finalizará el 9 de marzo después de más de 20 presentaciones, ante niños y ancianos de hospitales

E lla daba las gracias, haciendo una venia hacia su público. Sonreía mientras 400 niños gritaban y aplaudían, reídos. De pronto un niño de unos 7 años salió de entre el montón y le abrazo la pierna, la besaba y mirando hacia arriba le decía gracias, muchas gracias.

Annette quedó paralizada y solo pudo abrazarlo. Ella no era ni doctora ni una voluntaria de la ONU, sino una payasita, que recorría el mundo con su equipo para hacer reír.

Ella forma parte de ‘Payasos sin fronteras’ y acababa de actuar para niños sobrevivientes de un conflicto armado en Sri Lanka.

Mientras que los niños corrían detrás del autobús que alejaba al grupo del lugar pensaba cómo la risa es uno de los instrumentos más útiles para sanar. Un arte indispensable en este mundo de seriedades y conflictos.

MÁS QUE PAYASADAS

Actualmente, existen grupos de Clown que hacen de la risoterapia una forma de vida en países como: España, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Holanda, Alemania, Austria, Uruguay, México, Canadá, EEUU y Suiza, siendo estos tres últimos países los que están a la cabeza en el aprovechamiento de la risa como terapia.

Desde Austria llegaron a Panamá dos representantes de ‘Payasos sin fronteras’, con apenas 8 meses de vida como equipo en Alemania, Annette Grömminger e Isabel Blumenschein ya recorren el mundo respaldados por el estado alemán.

Payasos Sin Fronteras nació hace 25 años en Barcelona (España), por iniciativa del payaso Tortell Poltrona. Según su sitio web, solo en 2013 CWBI organizó 81 proyectos con mil 90 presentaciones para 304 mil niños.

Annette e Isabel comenzaron su gira panameña en el el Hogar Nuestra Medalla Milagrosa, ubicado en la Parroquía Nuestra Señora de Fátima en El Chorrillo.

Los asilados los recibieron sentados en fila, unos 30 ancianos miraban con seriedad a las dos mujeres con nariz roja y vestimenta de colores descombinadas.

No hablaban, la historia era contada con sus cuerpos que con mímicas y muecas comenzaban lentamente a crear un ambiente de curiosidad y distensión.

Los ancianos del hogar están en su mayoría abandonados, eso cuentan quienes trabajan en el hogar.

‘Los traen y se comprometen a llevarlos a sus citas médicas y dar apoyo con los gastos, pero pasan los meses y se desaparecen. Vienen de año en año. Ellos saben que los dejaron aquí para siempre’, cuenta una de las auxiliares.

En estas condiciones la depresión no es una condición ajena a los ancianos residentes del lugar, mas el pasado jueves 12 de febrero las sonrisas florecieron lentamente, pero llegaron.

Mientras que Annette e Isabel hacían su show con no más que una frazada, un globo y peluches, el público mayor e infante reía.

Sin duda los adultos mayores no son un público fácil, pero a medida que pasaba el tiempo los comentarios entre ellos eran acompañados por sonrisas.

A un costado de los ancianos estaban 10 niños de la guardería de la parroquia, que atentos seguían cada movimiento de las dos payasas.

No pasan de 5 años y ninguna llora, sus risas alegran el lugar. Lo mismo hacen los niños de hasta 13 años que viven allí.

El trabajo de las payasas no es simple, ellas deben preparar una presentación, que sea graciosa y hacer reír dentro de las artes escénicas no es cosa simple.

Su trabajo además de ser un arte en sí mismo por sus habilidad en la actuación, logrando que los presentes estén atentos a sus muecas y malabares, es además un aporte a la salud mental de quienes lo disfrutan.

ARTE, RISAS Y SALUD

Según expertos cuando se ríe, se segregan endorfinas, una especie de morfinas que viene del cerebro, con altos poderes analgésicos y que por lo tanto, mitigan el dolor; adrenalina, un componente que en buena medida potencia la creatividad y la imaginación.

Y además, la risa libera dopamina (que mejora el estado de ánimo) y serotonina (que posee efectos calmantes).

Por eso, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico. De ahí que se utiliza para terapias de convalecencia que requieren una movilización rápida del sistema inmunológico.

En fin, la risa ha sido durante siglos un arma para vivir, luchar y sobreponerse a las peores tragedias. Grandes pensadores como: Robert Burton, erudito inglés, proponía la risa como método terapéutico; mientras que Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Y el médico estadounidense Patch Adams también la ha usado para mejorar la vida de sus pacientes desde los años 70.

Cómo olvidar al gran Charles Chaplin que usó la comedia para hacerle entender al mundo que el nazismo estaba alejado de posturas humanistas, en su película El gran dictador , así lo señaló, ‘lo lamento, pero yo no quiero ser un emperador, ese no es mi negocio, no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia’.

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