Clet Abraham y el arte provocativo

Uno de los primeros momentos blasfemos en el arte de Clet fue la representación del Cristo crucificado aplicada al signo que indica un zaguán o una calle sin salida

Abraham Clet es un artista de origen francés, nacido en 1966, que obtiene su licenciatura en el instituto de Bellas Artes de Rennè y se mantiene activo en Italia desde 1990. Primero se mudó a Roma como restaurador de muebles antiguos y luego en 2005 se muda a Florencia donde abre su estudio de arte en el antiguo barrio de San Niccolò.

Experimenta con el stickers art, un tipo de street art que consiste en colocar pegatinas (adhesivos) en los carteles de indicación para la circulación del tráfico urbano. Comenzó su performance artístico en la ciudad de Florencia, pero su notoriedad se extendió por Europa y más allá.

Las autoridades califican su arte como un acto de vandalismo. Les recordamos que en Italia es ilegal ocupar o ensuciar el espacio público sin autorización.

Uno de los primeros momentos blasfemos en el arte de Clet fue la representación del Cristo crucificado aplicada al signo que indica un zaguán o una calle sin salida. Para él fue la confirmación del contenido contestatario de sus obras.

En octubre de 2010 en el histórico Palacio Viejo de Florencia colocó un autorretrato de sí mismo al lado de la obra del grande maestro del manierismo italiano Pontormo (1494-1557). Las autoridades notaron la presencia de esa intervención artística después de muchos días reaccionando muy tarde, cuando las redes sociales habían formado un caso mediático de dicha acción performática.

Este acto de provocación fue realizado por el artista para invitar a las instituciones culturales florentinas a posar su mirada sobre la realidad artística contemporánea.

En él no existe la presunción de superar a los artistas del pasado; ningún artista podrá superar el genio de Leonardo, Brunelleschi y los demás maestros del Renacimiento, pero, en una ciudad renacentista como Florencia puede haber espacio para artistas contemporáneos. Pero siempre estamos hablando de arte, en un tejido cultural y en una época diferente a los siglos anteriores. Esas diferencias hacen la producción artística local muy interesante bajo las ópticas de las nuevas expresiones artísticas.

La instalación que hoy devuelve Clet a la vista de las autoridades es la escultura llamada 'El hombre común'. Realizada en 2014, en metal y fibra de vidrio, representa a un hombre anclado con un pie apoyado al puente (el puente alle Grazie de Florencia) y el otro pie que avanza hacia el vacío. El artista nos habla sobre el miedo de arrojarse dentro a las vicisitudes de nuestra cotidianidad. Tenemos que subrayar el difícil recorrido que desde su colocación ha tenido esta escultura, un mes después de su instalación –en 2014– “El hombre común” fue retirado por las autoridades municipales de Florencia por no estar autorizado para ocupar el espacio público, sin embargo, Clet no se rinde y al poco tiempo la reposiciona en el mismo lugar.

Con la fuerte reacción de las autoridades a condenar a través de un proceso legal al artista, este tuvo que pagar una multa de 10 mil euros por invasión ilegal del espacio público. La sentencia se anuló en apelación y Clet finalmente vuelve a tomar posesión de su obra.

Después de haber restaurado su escultura, en la noche entre el 13 y 14 de febrero de 2021 pone en acto la reubicación de la obra en el antiguo puente delle Grazie, bajo las riberas del río Arno, creando un caso único que ha abierto una multiplicidad de discusiones sobre la función que tienen las expresiones artísticas dentro del avance colectivo de la sociedad y la cultura como eje dinámico hacia la abertura del pensamiento libre de todos los hombres.

La pregunta que surge espontáneamente para la obra “El hombre común” del artista Abraham Clet es: ¿esta vez, obtendrá el permiso necesario de las autoridades?, ¿terminará su calvario? ¿Dejarán colocada la estatua, para el deleite de los turistas que visitan nuestra ciudad? Dentro de mí, eso espero.

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