El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...
- 14/07/2013 00:00
El escritor Dante Liano nació en Guatemala en 1948. Comenzó a publicar narrativa desde muy joven. En 1974 obtuvo el primer premio en la sección novela de los Premios Literarios Centroamericanos de Quetzaltenango, con Casa en Avenida.
Profesor de la Universidad Nacional de Guatemala, abandonó su tierra natal en 1980 a raíz de una persecusión desatada en contra de los estudiantes universitarios.
Facetas tuvo oportunidad de conversar con este escritor y académico guatemalteco, quien fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Guatemala en 1991, y quien fuera finalista del Premio Herralde en dos ocasiones con El lugar de su quietud y El hijo de casa.
TU NOVELA ES UNA HISTORIA DE INMIGRANTES ITALIANOS EN GUATEMALA. TRES AMIGOS. TRES DESTINOS. ¿CÓMO VES LA HERENCIA Y EL IMPACTO DE ESTA INMIGRACIÓN EN TU PAÍS?
La novela nace de una investigación que hice para la Universidad y para un Instituto de Relaciones Italo-Latinoamericano, de Roma. Me encargaron hacer un ‘Diccionario Biográfico de los italianos en Centroamérica’, que iría a completar una colección de diccionarios según las áreas geográficas de América. Por enredos que no es el caso de contar, terminé haciendo y publicando el trabajo para la Universidad, en vista de que el Instituto se echó para atrás. Armé un buen equipo de investigadores y nos lanzamos por Centroamérica a la búsqueda de archivos, agendas, memorias, libros, entrevistas y cuanto material fuera necesario para ese diccionario. Sólo la factura del libro merecería una novela. La otra fuente de la novela son los archivos de la Asociación de Beneficencia de los italianos en Guatemala. Primero se llamó Sociedad de Ayuda Mutua, a fines del ‘800, pero a medida que los italianos subieron en la escala social y se aburguesaron, se volvió un círculo de élite llamado ‘Club Italiano’. De ese Club, mi padre fue tesorero por largos años, y de sus archivos aprendí un montón de historias. Lo demás es imaginación. Me han preguntado mucho sobre la diferencia entre historia y ficción en esa novela, pero no puedo responder. Como siempre sucede, cuando la novela comenzó a escribirse echó vuelo por sí sola, y dejó por un lado los datos históricos. También se cruzan recuerdos familiares, anécdotas que contaba mi padre, cosas que yo sé.
DE LOS TRES AMIGOS ES ANTONIO EL QUE MÁS DIFÍCIL LA TIENE EN EL PAÍS DE ACOGIDA. AFIRMA, ADEMÁS, ‘ESTE ES UN PAÍS DE SALVAJES’. ¿ES ESTA SENTENCIA UNA RÉPLICA PARA CENTROAMÉRICA DEL ARGENTINO SARMIENTOS?
Bueno, en realidad, la novela es el antecedente de otra, El misterio de San Andrés, que publiqué antes. En El misterio... cuento la historia de Roberto Cosenza. La obra Pequeña historia de viajes, amores e italianos relata la vida del padre de Roberto, Antonio. O sea, que es una ficción que nace de otra ficción. ‘Lo del ‘país de salvajos’ es una burla a un italiano, que a cada rato decía así, sin darse cuenta de que masticaba mal el español. Sarmiento está detrás de los discursos que el Ministro intelectual le hace al Presidente de la República, en la primera parte de la novela. Con las dos novelas voy armando, poco a poco, un mundo que viene a ser como un paralelo de la historia de Guatemala. No es la historia de Guatemala, porque no lo es, sino su reelaboración en un mundo adyacente, aquél en donde Antonio Cosenza llega a hacer su América, y Roberto se hace ciudadano de ella. En una tercera novela, la próxima que escribiré, un tercer miembro de la familia terminará la saga familiar.
ARGENTINOS, BRASILEÑOS, PANAMEÑOS, GUATEMALTECOS, ESTADOUNIDENSES DE ORIGEN ITALIANO. ¿CÓMO SE VE ESTA HISTORIA MIGRATORIA POR LOS ITALIANOS EN ITALIA?
Tengo la impresión de que los italianos de hoy prefieren olvidar que fueron pobres e inmigrantes. Casi nada se dice de esa época, aunque haya institutos especializados en la inmigración italiana, o centros académicos. A nivel de gente de la calle, se les olvidó por completo. Conozco gente que vivió largos años en Australia, trabajando como bueyes, y que ahora se comportan como si hubieran nacido en cuna de oro. El racismo contra los inmigrantes extranjeros es muy profundo y se exterioriza con facilidad. Ni siquiera el mejor futbolista italiano, Mario Balotelli, escapa al racismo. Balotelli es hijo de ghaneses pobres, quienes lo dieron a una familia italiana para que lo adoptara. Estos generosos italianos le dieron a Mario Balotelli todos los medios para que creciera y se educara como un italiano más. Sin embargo, hay un pequeño problema: Balotelli es negro. Para los italianos, todavía hoy es difícil aceptar que Mario sea negro y sea completamente italiano. En los estadios en donde comenzó a demostrar su brillante talento exhibían grandes mantas con el letrero: ‘No hay italianos negros’. Y cuando sale a jugar al estadio, los aficionados del equipo contrario comienzan a imitar rugidos de gorila o de mono, tanto que el jugador ha estado a punto de abandonar el estadio. Hay un rechazo muy grande a los emigrantes, no importa el color. Los rumanos son vistos como la peste, y eso que son europeos y blancos. En un par de generaciones, se les olvidó que también ellos fueron marginados, con apodos denigrantes y oficios de segunda categoría. Mi novela también funciona como una memoria de esos tiempos.
¿CUÁL ES LUGAR DE LA MEMORIA EN LA NARRACIÓN? ¿NO ES QUIZÁ DANTE LIANO EL NIÑO, DIEGO, QUE ’ESTABA SENTADO EN EL MOSTRADOR DE LA TIENDA DE SU ABUELA’?
La memoria es fundamental en la narración. Sin embargo, nuestros recuerdos no son el fruto de una seria investigación histórica; recordamos lo que queremos y como lo queremos. La misma anécdota tiene un matiz diferente si la cuento yo o la cuenta mi hermana. Cierto, yo me acuerdo de muchas cosas, pero otras me las invento, o les cambio de lugar, que es lo mismo. ¿Cómo me voy a acordar de la vida de mi abuelo, si murió cuando yo tenía 5 años? Recuerdo lo que me contaron y lo que no me lo contaron lo imagino. Hay un problema para un novelista, y es la calidad de su imaginación. También la novedad de su imaginación. La historia de Diego Cosenza, el tercero de la saga, está por ser contada y no puedo decir, porque no he comenzado a contarla, si se puede identificar conmigo o con cualquier otro. Puesto que lo autobiográfico siempre me ha salido mal, procuro contar historias de otros, que me salen mejor.
UN DETALLE: TERMINASTE DE ESCRIBIR LA NOVELA EN LAMPEDUSA. ¿POR QUÉ PRECISAMENTE ALLÍ?
Por casualidad. Nunca pensé en conocer Lampedusa, una isla de piedra más cerca de Túnez que de Sicilia. Pero un buen amigo me prestó su casa, frente al mar mediterráneo, el más mediterráneo que pueda existir, porque el mar lampedusano está a medio camino de todo. En esa casa terminé de redactar la novela. Pero la he escrito más que todo en mi casa de Milán, y más que todo en invierno. Imagínate que la mayor parte de la novela transcurre en la costa, y que mientras la escribía hacía un frío espantoso. Yo no soy de la costa, soy de tierra fría. Detesto el calor de la costa. Y sin embargo, sea en El misterio.. que en Pequeña historia... la costa es un elemento fundamental de la narración. Son las extrañas transfiguraciones de la escritura. Y el destino me mandó a Lampedusa, donde hace un calor africano, a terminar la novela. Hay algo de mágico o de misterioso en eso.