El Día Mundial de la Religión llama a la libertad de pensamiento

Actualizado
  • 17/01/2023 00:00
Creado
  • 17/01/2023 00:00
Cada tercer domingo de enero el mundo celebra esta fecha, con el fin de reconocer la diversidad de religiones entre las personas y los países
Algunas personas afirman que no solo hay que tener libertad de religión, sino también estar libre de cualquier religión.

El pasado 15 de enero se cumplieron 73 años de su primera conmemoración. Este día, que se celebra cada tercer domingo de enero, plantea la importancia de difundir un mensaje de paz entre las distintas religiones del mundo, así como también respetar la libertad de culto como un derecho humano universal a través de una variedad de eventos que se llevan a cabo en honor a esta fecha.

La primera celebración de este día surge en 1950, en el marco de la Asamblea Nacional Espiritual de la Religión Bahaí en Estados Unidos, con la firme convicción de la existencia de principios espirituales que comparten con las distintas religiones en todo el mundo para lograr armonía y unificación de la humanidad.

Bahaí es un movimiento religioso monoteísta, cuyo líder espiritual y fundador fue conocido como Bahá'u'lláh, de origen persa. Las enseñanzas impartidas por este maestro, considera a Dios como la unidad y la fuente principal de todas las cosas existentes en el universo.

El artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (Dudh) asegura que todos tenemos derecho a nuestras propias creencias, a tener una religión, a no tener ninguna o a cambiarla.

En su momento, la Dudh fue muy progresista al afirmar que los creyentes de todas las religiones y quienes tenían creencias seculares deberían poder vivir en paz, siendo sus derechos garantizados por el Estado y sin verse obligados a seguir una religión nacional o patrocinada por dicho Estado.

Pero, ¿se está respetando esa libertad de pensamiento?, ¿existe tolerancia entre la humanidad?

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el artículo 18 protege a los creyentes teístas, no teístas y ateos, así como a aquellos que no profesan ninguna religión o creencia. Lo que resulta menos conocido es el papel que jugaron las organizaciones religiosas en el lanzamiento y el mantenimiento del movimiento de derechos humanos.

En el sur de Asia, el hinduismo inspiró la larga marcha de Mahatma Gandhi por la liberación de la India. Así sucedió con los cristianos protestantes, quienes lideraron la lucha para abolir la esclavitud en el Reino Unido y Estados Unidos en el siglo XIX, publicó la organización en su sitio oficial.

El artículo añadió que los católicos romanos en Polonia y los luteranos en Alemania oriental estuvieron a la vanguardia de la lucha contra el autoritarismo a finales del siglo XX, y los católicos romanos en América Latina presionaron por la justicia social a través de su 'teología de la liberación'.

Zeid Ra'ad Al Hussein, un exalto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, dijo en una declaración en 2018 que “los líderes religiosos”, con su considerable influencia en los corazones y las mentes de millones de personas, son, en potencia, actores muy importantes para los derechos humanos”.

Sin embargo, con frecuencia se considera que las religiones y los derechos humanos están en conflicto entre sí, con debates en Europa occidental sobre si a las mujeres se les debe permitir usar pañuelos sobre la cabeza, entre otras cosas. Otro ejemplo son las leyes contra la blasfemia, que se utilizan indebidamente en partes de Asia para resolver los rencores personales, describió la ONU en su sitio oficial.

Algunas personas afirman que no solo hay que tener libertad de religión, sino también estar libre de cualquier religión, especialmente cuando se recurre a ella como justificación de prácticas discriminatorias o incluso perjudiciales contra las mujeres, detalló la organización.

De acuerdo con el Pew Research Center (centro de investigación apolítico sin fines de lucro), hay alrededor de 4.200 religiones activas en el mundo. El 84,4% de la población se considera dentro del grupo religioso, mientras que un 15,6% como no religioso.

En Panamá, por ejemplo, la mayor parte de la población panameña es creyente. Los panameños han nacido mayoritariamente en el seno de familias católicas. Una parte importante de la población se mantiene en la religión, como es el caso de Sairi Rodríguez, una joven panameña de 24 años, quien además fue educada en instituciones católicas. Defiende su creencia y respeta a los que han desertado, detalló la agencia France 24.

La Iglesia evangélica ha sido una receptora importante de antiguos católicos. Más de la mitad de su comunidad seguía esa doctrina. María Cristina de García lo hizo hasta sus 17 años. Ha pasado más de una década desde que su vida religiosa pasó al cristianismo protestante. Ahora no solo enseña a sus hijos esa creencia, su progenitora también se convirtió, describió la agencia.

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, reconoce la migración de católicos a otras religiones, sin embargo, considera que no es tan importante la cantidad que haya de católicos en Panamá como que estos sean verdaderos creyentes. De hecho, con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en 2019 y la visita del papa Francisco muchos panameños renovaron su fe, redactó la nota.

Algunas religiones existentes en el mundo

Actualmente las religiones consisten en iglesias, congregaciones, grupos de fe, tribus, culturas y movimientos. Aunque hay tantas, tres cuartas partes de la población mundial practican una de las cinco religiones principales. Entre ellas se encuentran: budismo, cristianismo, hinduismo, islamismo, judaísmo, y muchas otras.

De estas religiones, el cristianismo es la que tiene más seguidores. Según estadísticas, existen más 2.400 millones de cristianos en el mundo. Con 1.600 millones de seguidores, el islam es la segunda más importante.

El judaísmo solo tiene 14,3 millones de seguidores. Sin embargo, el judaísmo es una de las religiones monoteístas más antiguas del mundo. Muchas otras religiones se derivan de las creencias de estas tres religiones. El hinduismo y el budismo tienen su origen en el norte de la India, mencionó un artículo titulado: 'La religión, ¿ha sido dañina para la humanidad? publicado en la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, Redalyc. Aunque muchas personas no ven con buenos ojos la religión, esta se caracteriza por formar la moral, la ética y las costumbres de una persona y, en última instancia, determina su comportamiento. También da esperanza a la gente.

Muchos dicen que su creencia en Dios, o en un poder superior, les ayuda a superar situaciones difíciles. Tener una religión también les da paz sobre lo que pasa después de la muerte, publicó Redalyc.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha recalcado que las leyes internas no deben castigar las críticas de los líderes religiosos o evitar comentarios sobre la doctrina religiosa y los principios de fe.

El análisis realizado por el Centro de Investigación Pew muestra que aproximadamente una cuarta parte de los países y territorios del mundo tenían leyes o políticas contra la blasfemia en 2014, el último año del que se dispone de cifras. Alrededor del 13% de los países tenía leyes o políticas que penalizaban la apostasía, castigándola en algunos casos con la muerte. Varios de los países más restrictivos también se encuentran entre los más poblados, con lo que aproximadamente tres cuartas partes de la población mundial vive bajo severas restricciones.

Los tribunales de muchos países también han dejado claro que las creencias religiosas no son una licencia para difundir el odio, o incluso cometer violencia contra los seguidores de otras confesiones. Tampoco son una licencia para reprimir o discriminar a las mujeres.

En palabras de Asma Jahangir, exrelatora especial de la ONU sobre la libertad de religión o de creencias y ganadora (póstuma) del premio de los derechos humanos de la ONU de 2018: “Ya no puede ser un tabú exigir que los derechos de las mujeres tengan prioridad sobre las creencias intolerantes que son utilizadas para justificar la discriminación de género”.

Actualmente el Comité de Derechos Humanos de la ONU ha recalcado que las leyes internas no deben castigar las críticas de los líderes religiosos o evitar comentarios sobre la doctrina religiosa y los principios de fe.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus