El día del trabajo y el presente

El pasado domingo 1 de mayo se conmemoró en Panamá a la clase obrera y la fuerza laboral, como movimiento reivindicativo de diferentes causas relacionadas con el trabajo desde finales del siglo XIX. Panamá tiene una larga historia de sus movimientos obreros, sus logros y conquistas en momentos difíciles, pero muy distintos.

Actualmente tenemos una situación laboral compuesta de cifras macroeconómicas positivas, alta oportunidad de desarrollo, el sentimiento nacional de desigualdad y el alto desempleo (11,5%) que conlleva alta informalidad (50%). Esta situación es temporal, por lo que tenemos que aprovechar la oportunidad de generar valor y progreso para todos, pero solo es posible si mantenemos el enfoque y analizamos las políticas laborales vigentes.

Panamá es uno de los países que orgullosamente puede decir que cuenta con legislación que establece igualdad de salario sin discriminar género; normas contra el acoso y violencia de género dentro y fuera del trabajo; establece una licencia remunerada de maternidad de 14 semanas, y de tres días para el padre; establece fueros laborales para la madre y para el padre en casos especiales, permisos remunerados en caso de hijos con discapacidad o enfermedad, entre otros derechos reconocidos. El problema lo vemos es en la ejecución y administración de la norma:

a. La Caja de Seguro Social (CSS) maneja un trámite burocrático que genera retraso o rechazo infundado del pago del subsidio de maternidad. Ante esa eventualidad toca a la empresa afrontar el pago de la licencia, y si no está en capacidad de pagarla, genera otro proceso judicial de reclamación para la trabajadora la cual se encuentra en la etapa más avanzada de su embarazo y requiere el dinero al que tiene derecho. Se puede crear legislación que garantice el pago de la licencia a la trabajadora de forma electrónica e inmediata y que la CSS pueda después recurrir al empleador, o viceversa. Si el empleador hace frente a la obligación de ante mano, que tenga forma de solicitar el pago o el crédito a la CSS. Se requiere creatividad y voluntad para poner por delante a la madre y a la criatura sobre la burocracia.

b. Las estadísticas demográficas sobre salario las tenemos disponibles, mas no conectadas ni procesadas. La CSS mantiene base de datos de todos los trabajadores (hombres/mujeres) asalariados que cotizan, información que si estuviese digitalizada pudiese ser cruzada y analizada con los registros de Organizaciones Sociales y Mediación Colectiva de la Dirección General de Trabajo del Mitradel, entre los que se encuentran: N° de mujeres que están inscritas en un sindicato, qué porcentaje participa de las juntas directivas de sindicatos, cuántas se benefician de una convención colectiva y qué beneficios/políticas de igualdad y equidad fueron negociados en las convenciones colectivas. Información que puede ser filtrada por industria, actividad, región o sector económico para ver si las políticas públicas tienen el efecto deseado, o modificar donde sea necesario.

c. Entendemos en Panamá que la participación del padre en el nacimiento y crianza de los hijos es primordial. El Estado, durante la pandemia, estableció licencias remuneradas por el empleador, sin ayuda de la CSS, razón por la que solo son 3 días en comparación con las 14 semanas de la madre. Acto seguido, sin mucho análisis, se crea un fuero laboral para el padre ante el desempleo de la madre o su muerte, medida que si no es bien regulada puede desencadenar en un desempleo de mujeres en estado de gravidez, solo generando fuero al padre sin garantía de que se haga responsable. Una política que tiene supuestamente el interés primordial del niño, sin considerar a la madre y sin un propósito medible.

Nuestra legislación respeta el limite de ocho horas de jornada diaria regular de trabajo y establece recargos altos para las horas extras que se laboren. También tenemos una jornada semanal máxima de 48 horas semanal (de las más altas del mundo), es decir que se trabaja 6 días y descansa 1 día. Hace algunas semanas, debido al aumento del combustible, se acarició por primera vez en el colectivo nacional la idea de “flexibilizar” la jornada de trabajo semanal lo que conllevaba mantener un límite de horas semanales y poder redistribuir las horas para así tener menos días de trabajo (jornadas más largas) y más días de descanso, aliviando la circulación. Esto es algo que en la actualidad muchas empresas y el Estado ya practican de manera informal si la naturaleza del trabajo lo permite, y que muchas de esas veces por ser algo informal se presta para abusos.

No debemos dejar pasar la conversación y regularizar esta práctica, que sumada al teletrabajo generan una nueva dinámica de trabajo enfocada en sostenibilidad (ambiental y económica), balance de vida familiar, productividad y salud mental. Es importante tener claro que esto no es posible para todas las actividades y es solo si la naturaleza y el volumen del trabajo permiten el empleo seguro. Para esto las empresas tendrían que cumplir con requisitos mínimos:

a.. El tiempo de trabajo que exceda de los límites de jornada diaria constituiría una jornada compensatoria que seria remunerada con un porcentaje de recargo sobre el salario base y regulando las horas extras en esta modalidad.

b. La semana laboral será de un máximo de 40 o 42 horas para ir migrando a una jornada más corta, pero más efectiva y productiva.

c. Se deberá respetar un descanso mínimo de 12 horas entre jornadas de trabajo.

d. La empresa deberá contar con un sistema de turnos concebido para minimizar la acumulación de fatiga, la exposición a riesgos laborales y auditable por las autoridades de trabajo o CSS.

Panamá cuenta con entidades sobresalientes, como Ciudad del Saber, la Autoridad de Innovación Gubernamental (AIG), Senacyt, las universidades privadas y del Estado, todas que con los fondos económicos adecuados y bien administrados pueden generar industria, empleo y desarrollo. Lo que se requiere es incentivar y dirigir este trabajo de forma conjunta.

a. Revisar y simplificar la política migratoria para personas capacitadas y calificadas en disciplinas Stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Debido a los movimientos migratorios y nuestra posición privilegiada, debemos explotar el capital humano que reside actualmente en Panamá, altamente capacitado pero que no puede ejercer o contribuir en la transferencia de conocimiento y creación de industria. Se requiere incentivar la migración de personas con competencias necesarias en Panamá, de países y regiones con alta oferta de mano de obra calificada, por ejemplo de Asia, específicamente China e India.

b. Programas como 'Aprender haciendo' sobre promoción e intermediación laboral que facilita la primera experiencia de trabajo a jóvenes entre 17 y 24 años son geniales, pero falta más exposición y data. Que se promocionen los beneficios, cantidad de empresas que participan, cantidad de jóvenes beneficiados y qué industrias son las impactadas por este programa. La idea es promover que este programa se dé en industrias productivas y en crecimiento.

c. Las políticas laborales también pueden sacar provecho de la visa de nómada digital, que bien promocionada puede generar clientela, demanda y traspaso de conocimiento, pero sobre todo el intercambio cultural. La población requiere no solo de conocimientos técnicos, también necesita nutrirse de las experiencias y opiniones de otras culturas sobre cómo se trabaja.

Queremos seguir conmemorando el Día del Trabajo, que se sienta el progreso, objetivo que solo logramos con acciones puntuales y política pública novedosa. Es del interés de todos los panameños que el 1 de mayo sea siempre una celebración de nuestros logros y no una marcha en protesta de lo que no pudimos ponernos de acuerdo en hacer.