Los dueños de la imagen empresarial

E n un mundo que cambia a una velocidad sin precedentes, el ámbito empresarial no se queda atrás. La imagen entra dentro del importante ...

E n un mundo que cambia a una velocidad sin precedentes, el ámbito empresarial no se queda atrás. La imagen entra dentro del importante concepto del servicio al cliente. Ya determinado que la fidelidad se genera en el plano humano y que la percepción de los sentidos es totalmente inevitable (y más aún: altamente aprovechable), la imagen corporativa se extiende al plano del aspecto y la presentación; de la proyección y el estilo.

¿Quiénes son los protagonistas de este juego de competencias y eficiencia globalizada? ¿Quiénes protagonizan esta nueva concepción de excelencia total?

En respuesta a lo anterior, son los que comprenden la importancia de la imagen, aquellos que han descubierto que realmente una imagen vale más que mil palabras, las personas que entienden que la infraestructura y ventajas que ofrece una empresa no son nada sin un personal cónsono con el lujo de tener una buena localización física, amplios estacionamientos, software de primera, pisos de mármol, arañas de cristal, colecciones de arte colgando de las paredes, etc.

El personal en las empresas es la columna vertebral de la misma. La cara de la recepcionista es la cara de la empresa. La voz del agente de call center es la voz de la empresa. La sonrisa de la cajera es la sonrisa de la empresa. Los modales de los vendedores son los modales de la empresa. Es por ello que no se “gasta” en recursos humanos, se “invierte”.

La parte humana es casi siempre la más complicada en una empresa. Esto no es una novedad: el ser humano es complejo y llegar a estados o reglamentos que satisfagan a un grupo de personas es algo difícil de lograr.

Cabe destacar que el bienestar del personal se basa en muchos aspectos, tangibles e intangibles. La motivación en el ser humano tiene muchos canales. Lo que es comprobado y cierto es que el bienestar individual proyectado a nivel de equipo tiene resultados fantásticos.

De aquí que promover talleres de imagen empresarial en grupos pequeños con atención personalizada y proyección más allá de la laboral tengan tan buen efecto a nivel anímico. ¿Y cómo funcionan estos talleres? ¿Qué comprenden?

Un taller de imagen empresarial eficiente está basado en la imagen personal. Entre los tópicos generales se pueden destacar los siguientes:

1- La primera impresión.

2- La importancia de la imagen.

3- El vestuario en la oficina.

4- Peinado y maquillaje para damas.

5- Los accesorios y color del vestuario.

6- El reglamento de la empresa.

7- Lenguaje corporal (postura, manos, sonrisa y voz).

8- Etiqueta laboral y social.

De aquí se parte para elaborar planes específicos enfocados en los puntos débiles del personal o las áreas que más interesan a la empresa, dadas sus características.

Una empresa progresista y clara en sus objetivos debe tener siempre en mente la importancia de la constante capacitación de sus colaboradores y preocuparse en que estos se enriquezcan tanto en el plano profesional como en el plano personal con estos talleres, pues este es un factor altamente motivador y refleja resultados inmediatos en el rendimiento, eficiencia y cumplimiento de metas en los programas empresariales.

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