La cantante argentina Nicki Nicole resalta la importancia de mantenerse “con los pies en la tierra” en una entrevista con EFE por su visita a México, donde...
- 15/08/2011 12:43
- 15/08/2011 12:43
En una iglesia en Los Angeles, miles de fieles extasiados gritan aleluyas tras escuchar a uno de los 33 mineros chilenos cuyo encierro y rescate atrapó al mundo entero: así es la vida de este sobreviviente mientras espera la versión de Hollywood y el libro de su drama.
"La gente piensa que soy millonario", bromea José Henríquez, uno de los protagonistas del espectacular operativo de rescate desde el fondo de una mina en Copiapó, al norte de Chile, el 13 de octubre del año pasado, que fue seguido por millones de televidentes en todo el mundo.
Pero Henríquez, de 55 años, espera una pensión del gobierno, dado que no puede volver a la mina por su edad, y el almacén que maneja su esposa apenas da para sobrevivir. Mientras, se dedica a soldar, a fabricar rejas... y a contar su historia por el mundo.
Sobre la tajada que reciba de los beneficios de la película que prepara Hollywood, y del libro que también está en proceso en las entrañas de Los Angeles, prefiere no hablar. Sólo espera que ambos respeten el carácter espiritual que tuvo para él y sus compañeros el encierro de 69 días bajo tierra.
Henríquez, evangélico desde hace 30 años, dio su testimonio en una iglesia evangélica en Van Nuys, en el norte de Los Angeles, ante unos 5.000 fieles que asistieron a los cuatro servicios matutinos dominicales. El minero narró su gesta sobre un escenario, dando a Dios todos los créditos por el rescate.
Dos pantallas gigantes a los lados magnificaban la escena para una multitud extasiada, que aplaudía y gritaba entusiastas aleluyas."Sin Dios esta película no sirve", dice luego Henríquez a AFP.
El productor Mike Medavoy ("Shutter Island", "Black Swan"), "lo entendió así" y por eso será quien lleve a Hollywood la única versión oficial de la historia, afirma el minero devenido en guía espiritual, quien en su nuevo papel ha viajado este año a Irlanda, Inglaterra y varios estados de Estados Unidos.
Es todo lo que avanza sobre la película, cuyo contrato se firmó en julio y que comenzará a producirse en 2012. Su título y elenco no han sido revelados."No se puede negar un elemento espiritual en esto (...) La historia verdadera de lo que pasó no sería verídica" si no se incorporara la fe cristiana que acompañó a los mineros, concuerda Héctor Tobar, quien prepara el libro sobre el drama.
Tobar, nacido en 1963 en Los Angeles de inmigrantes guatemaltecos, es columnista del diario Los Angeles Times. No sólo ganó junto a su equipo el premio Pulitzer 1992 y tiene dos novelas y un libro de crónicas en su haber, sino que también afirma conocer bien Chile por haber sido corresponsal allí para el diario, de 2001 a 2005."Había como una hermandad que se construyó abajo", en la mina, dice a AFP el escritor, quien entrevistó ya a 31 de los 33 mineros para el libro que espera salga el año entrante.
Será una crónica con elementos literarios, adelanta, "con personajes retratados como en una novela, pero todo verídico". El escritor, si bien se siente honrado por haber sido elegido por los agentes de los mineros para esta colosal tarea, la define como "algo sencillo, porque son las vidas de hombres de la clase trabajadora, que es la clase de vida" que ha conocido.
Así lo confirma el propio Henríquez, mientras desayuna frutas tras uno de los servicios de la iglesia. "Soy un hombre sencillo, práctico, manual", dice el minero, desafecto a hablar con la prensa y mucho menos a discutir asuntos económicos.
"Ahora los hombres también están atrapados, pero en el mundo de afuera", dice Tobar. Algunos asisten a programas de televisión, otros dictan charlas motivacionales, como Henríquez. Todos esperan el nuevo vuelco que darán sus vidas cuando el aceitado sistema de producción artística de Los Angeles ponga otra vez el foco sobre ellos.