Representantes de las diferentes actividades económicas del país alertaron sobre las consecuencias que se avecinan si los cierres continúan. Hicieron un...
- 12/10/2014 02:00
Las risas vuelven a hacer eco en el Teatro Capitolio. Sobre el escenario el grupo teatral ‘Los monarcas del aire’, comandado por Ramón Pereira, hace gala de su destreza para dibujar sonrisas en los rostros de quienes aguardan en sus butacas.
Las mandíbulas de un joven llamado Juan Carlos Tapia, sentado entre el público junto a su familia, no son ajenas a la atmósfera de jolgorio. Son los inicios de la década de los cincuenta, una época en la que los teatros —además de proyectar las cintas de 35 milímetros de éxitos cinematográficos mundiales, y de congregar semanalmente a los feligreses que se reunían para jugar al bingo— reservaban un espacio para los humoristas locales.
Hoy, en esa esquina entre Calle P y Avenida Central de Calidonia, donde se erigía la sala que fue una ‘joya arquitectónica’ en su momento, solo queda un par de almacenes y una piquera de buses. El humor ya no solo se oye por el auricular de una radio o se origina sobre un escenario de madera, sino que va y viene a distintas velocidades y a través de diferentes medios de difusión.
El filósofo Immanuel Kant decía que la risa surge cuando hay un elemento absurdo que va en contra de la expectativa lógica. Para Freud la risa y el humor liberan la tensión psíquica incitada por la represión de impulsos agresivos o sexuales. Por su parte, el pensador Thomas Hobbes postulaba que las personas que se burlan de los defectos de los demás lo hacen para compensar las pocas habilidades que hay en ellas. Mientras que Henri Bergson creía, incluso, que el humor es exclusivo del ámbito humano: ‘Lo cómico, para producir su efecto, exige algo así como una momentánea anestesia del corazón. Se dirige a la inteligencia pura’. Pero más allá de las teorías, es un hecho que cada sociedad ríe por distintas razones. ¿Qué ha hecho reír al panameño durante todo este tiempo?
DEFINIENDO LA COMEDIA
‘Cada región tiene su humor, así como sus comidas típicas, creo que el de nosotros es un humor caribeño con mucho picante y bastante humor negro’, formula Ubaldo Davis, uno de los creadores del programa humorístico sabatino La Cáscara TV .
El galardonado caricaturista Delmiro Quiroga coincide con la definición de Davis, con quien comparte créditos en el programa que nació bajo el nombre de ‘La Pepa TV’. Agrega que el humor panameño tiende a asemejarse con el del área caribeña y sudamericana, y no con otras regiones del mundo. ‘Definitivamente hay una diferencia con el humor de Estados Unidos y Europa, donde la base del humor está más en lo que se dice que cómo lo dice el humorista’.
El equipo de El Ñeque , un programa cómico reciente, considera que el humor panameño es un humor simple y conservador. ‘No en términos de temática. Al panameño le gustan los temas candentes. Es conservador en términos de que sus elementos básicos no han evolucionado en décadas. Se vale de elementos como la bullita ‘Aaaayyyy’ como elemento jocoso. El humor se apoya en elementos que siempre han funcionado y, salvo en ejemplos muy limitados, no ha tomado muchos riesgos’.
‘El caribeño hace de muchas anécdotas del día a día un chiste. El mejor ejemplo de Panamá es la región de Monagrillo. En Monagrillo todos los días te salen 50 chistes nuevos, hasta los sobrenombres’, es el criterio del presentador de televisión Juan Carlos Tapia.
MEMORIAS HILARANTES
Se podría decir que existen dos puntos de inflexión en la forma de hacer humor en el Istmo: cuando aparece la televisión y con la llegada del internet. ‘Antes de la televisión, según lo que he aprendido de mi abuelo, las columnas y cómics de periódicos y programas humorísticos y sátiros de radio dominaban el mercado de la comedia’, dice Diego De Obaldía, productor del programa cómico Quien TV . Quiroga concuerda y menciona los cómics mexicanos ‘Memín’, ‘Hermelinda’; las tiras de ‘Mafalda’, las caricaturas de Lolo Silvera y Matarratos, para ejemplificar referentes del humor antes de la aparición de la pantalla chica. ‘La televisión aparecía dependiendo de la decisión de los padres de comprarla y tenerla entre la familia. Después de masificarse la televisión surgieron nichos como los de los programas como ‘El Tornillo’, que producían en Perú, ‘Capulina’, ‘Trespatines’, ‘Cantinflas’, ‘Chespirito’, ‘La Criada Bien Criada’, ‘Los Polivoces’ y muchos otros, la mayoría de procedencia mexicana’.
La televisión, según cuenta Juan Carlos Tapia, se masifica alrededor de 1960, y las manifestaciones histriónicas que tenían lugar en teatros y cabinas de radio migran a la teledifusión. Allí aparecen personajes que marcaron un hito en la historia de la comedia nacional como ‘Juan Carrete’, ‘Ponche crema’ y el ‘Chombito Kilroy’, siendo este último el que se robó el aprecio del público por representar a un mulato descendiente de antillanos que trabajaron en la construcción del Canal.
‘Mi percepción es que la comedia panameña empezó con un humor dirigido a la familia. ‘Roblán’, ‘Blanquita Amaro’, ‘Juan Carrete’, ‘El Chombito Kilroy’, ‘Ponche crema’ y otros, calaron en los hogares de la recién historia de la televisión panameña. Los exponentes por lo general eran actores maduros’, dice Quiroga. ‘Hoy en día está la tendencia a dirigir el humor a un público más joven, y por lo general son jóvenes los humoristas.
El primer programa de cuenta chistes lo crea Juan Carlos Tapia —según él mismo comenta— al que bautizó El que ríe último ríe mejor . El espacio televisivo, que luego fue vendido como franquicia a otros países, lo frecuentaban invitados y amistades de Tapia y, en el mismo, se organizaban competencias contrarreloj de cuenta chistes.
En su casa, Andrés Poveda se grababa en casetes para cronometrar con exactitud los cuatro minutos que tenía para contar chistes en el canal RPC . ‘Yo casi no voy porque lo veía distante. Al principio iban los invitados del señor Tapia, pero yo me preparaba como el peor. Grababa los chistes, los cronometraba y los editaba. Cuando llegaba a 4 o 5 segundos, tenía un chistecito porque sabía el tiempo. Nunca me cortó la campana, nunca’, dice el hoy humorista y actor del programa Los Reyes del Humor , quien además ganó esa primera edición de la competencia de ‘cuenta chistes’.
HUMOR POST-INVASIÓN
Luego de la invasión hubo una exagerada apertura en cuanto a libertad de expresión y eso dio cabida a un humor más agresivo, recuerda Delmiro. Surgieron, entonces, el semanario humorístico de caricaturas El Camaleón , programas de radio como la ‘Pepa del Rock’ y su derivación en La Pepa TV , que fue la cuna de la que hasta hoy es La Cáscara , uno de los referentes de la comedia local en los últimas décadas. ‘Es un hito en la televisión panameña, pues fue el primer programa, por lo menos conocido por mi generación, en donde se exponía al panameño tal y como es’, dice De Obaldía. ‘De ahí en adelante, cualquier programa donde se muestre con humor la realidad del panameño, va a sonar a imitación de ‘La Cáscara’, por más que procure no serlo’.
Para la gente del programa El Ñeque , La Pepa TV cambió la manera de hacer humor en Panamá. ‘Era un humor irreverente, joven y transgresor. Llenó el espacio de humor en la nueva era democrática del país’. Pero también reconocen que su creciente audiencia y, por ende, su liderato en rating , representaría un problema. ‘La persecución de ratings en televisión han ido moldeando el humor para que se cimiente en las mismas bases que sentó ‘La Cáscara’, creando un paraje de humor nacional homogéneo: todos los programas de humor que salen tienen que ser más como ‘La Cáscara’ porque es lo que ha funcionado y así creen que generarán más rating ’.
Tres meses después de que surgiera La Pepa TV , Poveda Show Jo ! se filtra en los hogares para alegrar las noches con concursantes de chistes y personajes memorables como ‘El Compa’, ‘El Ñero’ y los que nacieron de las interpretaciones de Andrés Poveda. ‘El concurso de chistes que organizó el señor Juan Carlos Tapia representó la primera vez que se contaban chistes en la televisión... y ese concurso era chiste tras chiste, ahí no había ningún relato, ninguna anécdota, ninguna presentación jocosa, pero eso ha ido evolucionando. Ahora, en el show de nosotros se cuentan ‘stand-up comedies’, hay rutinas y secuencias que se convierten en un gran chiste, y también están los ‘sketches’ que no son más que chistes actuados o situaciones creadas en base a éstos’, dice el también productor de Los Reyes del Humor .
Por su parte, Ubaldo Davis vuelve la mirada y observa la evolución de La Cáscara , asegurando que el estilo es el mismo, pero lo que varían son las personificaciones. ‘Algunos actores calan más que otros, por ejemplo el caso de ‘Fernando El Funcionario’, con John López’. También sugiere que en sus inicios, el programa solía ser más irreverente y que el que ha seguido el programa durante sus 18 años se puede dar cuenta. ‘Hoy en día la gente lo puede ver hasta con sus niños, de cierta forma el tener hijos nos maduró un poco’.
HACER REÍR HOY
‘Antes se traba de contar las cosas como leyendas urbanas, como cuentos de pueblo, ya no. Ya tú no engañas a la gente así tan fácilmente’, subraya Poveda, identificando una de las principales diferencias entre el humor de antes y el de hoy.
‘Los clichés y estereotipos han funcionado. No sé hasta cuando, pero esos personajes del barrio que hablan como malandrines, los gays, los ‘yeyes’, el borracho y el campesino ‘tonto’ son herramientas indispensables de los humoristas panameños’, dilucida Delmiro, a la vez que admite que antes dependían de las dotes del actor y de su empatía con el público. ‘Se desarrollaban segmentos sencillos y cortos. Hoy en día se hace más producción, ediciones más elaboradas, más uso de cámaras y guiones más complejos e historias más largas. El cambio no es algo premeditado, y es producto de la búsqueda de un equilibrio. Depender de la simpatía que genera un personaje limita a que luego no se pueda desarrollar más con ese actor’.
De Obaldía prefiere la esencia del bajo presupuesto. Para él, la mejora en efectos visuales debería utilizarse para programas serios y no para la comedia nacional. ‘Creo que la abundancia de equipos profesionales y efectos visuales han trillado un poco el concepto de comedia con el que crecí. Antes ver lo ‘gallo’ de tirar un muñeco de trapo por el balcón ( sketch ‘El Mimado’ de La Cáscara) era hilarante’.
El advenimiento de internet cambió todo. Los parámetros serían abandonados, conquistándose nuevos territorios para la risa. Dos ejemplos son los programas El Ñeque y Quien TV , programas que inclusive migraron de la web a la televisión. ‘El internet vino a darle paso a gente como nosotros que, al no tener presiones de rating, crean un humor más idiosincrásico. Humor que intenta darle la vuelta a temas y métodos humorísticos trillados y abordar otros nuevos’, asegura el equipo detrás de El Ñeque.
‘El humor panameño —continúa el grupo de jóvenes— está definido por los estereotipos, por los personajes con los que la mayoría de la población se identifica. Sin embargo, consideramos que este tipo de humor no apela a todos los panameños y allí es donde entra ‘El Ñeque’. Nos gustan las referencias a la historia y a la cultura universal, personajes que normalmente uno no se encuentra, situaciones absurdas y en momentos surrealistas’.
Sin embargo, sobre la web y redes sociales, Poveda tiene otra perspectiva ‘Yo no estoy de acuerdo con las redes sociales, porque te quemas. Yo cuento un chiste para la audiencia panameña, ¿por qué alguien que está en Miami, en Nueva York o en España tiene que oírme? Esa persona no está pagándome a mí por eso. Yo siempre me opuse a eso, pero bueno eso es la tecnología, lo nuevo y lo moderno’. Un caso contrario sucede con la One Two, un personaje humorístico que lleva 18 años en pantalla y que incluso alimenta sus redes sociales —en Twitter acumula más de 130 mil seguidores— con contenido cómico, que habla de temas del día a día y es activamente compartido.
No obstante, todos concuerdan en que el humor hoy está más segmentado. ‘La idea no es bajar el nivel del humor sino preservar la diferencia en tipos de humor’, puntualizan los creadores de El Ñeque .