Cristina García Banegas: ‘Me libero del ego y ayudo a los músicos'

Cristina García Banegas (Montevideo, Uruguay 1954) es una mujer que ama el apellido de su madre y lleva con orgullo el de su padre. Se proyecta segura, espontánea y carismática. Una artista que ha dedicado toda su vida a una pasión irrevocable, la música.

Esta directora de orquesta y organista uruguaya fundó, en 1987, el Ensemble Vocal e Instrumental De Profundis y el Festival Internacional de Órgano del Uruguay.

Destaca por el repertorio sinfónico coral con la Misa en si menor de J. S. Bach, junto a la orquesta barroca del Mercosur (2000); Réquiem de W. A. Mozart (2006 y 2007) para Mozarteum del Uruguay, junto a la orquesta del Sodre; Cantatas 10 y 147 de J. S. Bach para el Mozarteum del Uruguay (2007 y 2008).

Hoy continúa desempeñándose como profesora de la cátedra de órgano de la Escuela Universitaria de Música (EUM) de la Universidad de la República y de la Selección Coral del Colegio Inglés. En su faceta como docente, comparte su actividad en giras internacionales de conciertos en Europa, Estados Unidos, Japón, Rusia y América Latina.

Amante de las melodías, García Banegas expone sin tabúes sus pensamientos para ‘MIA Voces Activas', en un encuentro ameno en el que no faltaron las risas y los cantos.

Cuénteme sobre usted, ¿cómo fueron los primeros pasos de su carrera?

Soy música desde las entrañas. En 1970 empecé a estudiar órgano con una gran maestra Renée Bonnet, luego me formé con Renée Pietrafesa, Lionel Rogg y Marie-Claire Alain. Mi primer concierto fue en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso en Montevideo. Estoy feliz porque pronto estaré cumpliendo 50 años de actividad como organista, quiero seguir compartiendo mi música con gente buena y sensible.

¿Cuál es su filosofía de vida?

No olvido la frase de Albert Frazer: ‘Lo más importante es enaltecer las almas sensibles', ese es el propósito de mi vida porque siento que ahí hay una corriente que se convoca para que a través de mí pueda contagiar al público de ese fervor musical.

¿Qué ha heredado de su madre y de su padre?

‘No olvido la frase de Albert Frazer: ‘Lo más importante es enaltecer las almas sensibles', ese es el propósito de mi vida porque siento que ahí hay una corriente que se convoca para que, a través de mí, pueda contagiar al público de ese fervor musical',

CRISTINA GARCÍA BANEGAS

DIRECTORA DE ORQUESTA Y ORGANISTA

De mi papá, la voz, el cantaba precioso; también su jocosidad, siempre le gustó ser un hombre divertido; y de mi madre heredé mi parte artística, ella vive conmigo, tiene 97 años y es la única bailarina viva que fundó el Ballet Estatal de Uruguay, incluso bailó con el ballet ruso.

¿Quiénes son sus referentes musicales?

Desde pequeña mi referente ha sido el maestro Johann Sebastian Bach.

¿Cuáles son las virtudes que la han llevado al alcanzar el éxito?

Me libero del ego y ayudo a los músicos para que se encanten de las melodías, no de mí, porque nosotros no somos nada. Lo importante es lograr que el mensaje trascienda y conecte con las personas.

¿Cómo se desempeña en la enseñanza?

Desde el año 1976 trabajo con niños en el coro. Este lado de mi carrera es muy jocoso, soy tan divertida como ellos, me gusta hacer chistes mediante juegos. Lo que quiero es que canten, me dedico a ellos y trato de entusiasmarlos. No tengo un rigor con los profesionales ni con los coros amateur , no es mi naturaleza ser así.

¿Cómo influye su música en las nuevas generaciones?

No es fácil, es un periodo complicado, la vida tiene ciclos, todo va cambiando constantemente y nuestro reto en el Festival de Órganos de Uruguay es adaptarnos a los cambios y buscar captar la atención del público joven. Últimamente estoy haciendo mix juntando piezas de Bach con Piazzolla.

¿Se siente a gusto con esta mezcla de melodías?

Es fascinante porque es todo un desafío.

¿Cuál es el poder de la música?

El ser humano empezó cantando, después aprendimos a hablar. La música siempre será un disparador en el ser humano. Este arte te proporciona felicidad, entusiasmo y el ritmo viene desde el corazón. El futuro de la música no tiene una respuesta, pero siempre será lo que nos va a unir llevando mensajes de paz.

¿Qué aporte de García Banegas destaca en su tierra natal?

Nadie es profeta en su propia tierra. El aporte siempre lo ven una vez que uno fallece. Pero los frutos los estoy viendo ahora, porque estoy recreando música del período renacentista y el período barroco es lo que he realizado durante mi carrera. No quiero irme de este mundo sin antes asegurarme de que a este trabajo arduo que he hecho se le dé seguimiento.

¿Cómo le gustaría que la recuerden?

Como una persona simpática, jocosa y alegre; por otro lado, que se acuerden de mí como alguien que le encanta trasmitir el amor y la buena música.