‘Mi suegra es una bruja’

‘Mi suegra es una bruja’, me contestó sin dudar el Magistrado Gerardo Solíz cuando se me ocurrió, por hacer algo diferente, escribir sob...

‘Mi suegra es una bruja’, me contestó sin dudar el Magistrado Gerardo Solíz cuando se me ocurrió, por hacer algo diferente, escribir sobre las suegras para celebrar el día de la madre, dejando sentado que no es diferente al resto de los yernos panameños y latinoamericanos, para quienes la suegra como dice el refrán ‘no es buena ni de azúcar’. Aunque a continuación agregó que ‘igual que mi esposa, cual hechicera, me ha encantado’, para desmelenarse enseguida en halagos hacia la progenitora de su cónyuge, que también el próximo 8 de diciembre celebrará su día.

Bella, pura, generosa, elegante, fina y no habla mal de nadie, los adjetivos que usó el magistrado para con su suegra, no corresponden a la imagen desprestigiada que de las suegras predomina en el ideario popular de nuestra cultura iberoamericana. E incluyo la península ibérica porque cuando le pedí su opinión al embajador de España en Panamá, Jesús Silva, me preguntó primero si este artículo lo iban a leer en su país y cuando le dije que no, me envió por correo electrónico su definición de suegra: ‘Uno de los personajes más decisivos de la historia (desde los tiempos del Imperio Romano en que ponían y quitaban emperadores). Generalmente se les identifica con un rival, alguien que en el fondo no nos quiere, aunque no le quede otra solución que aguantarnos. En realidad no es para tanto, no son tan malas, quizás tengan un problema de marketing negativo…’.

UNA IMAGEN DISTORSIONADA

Chistes crueles, refranes, canciones, poemas y hasta blogs proyectan la idea de una suegra poco menos que aterradora. Ora con un lunar enorme y negro en la nariz corva, ora con dientes como de vampiro, o bien despeinada y bigotuda, o gorda y fea, blandiendo siempre alguna arma casera para agredir al yerno o a la nuera con la cual la mayoría de las veces tiene una relación desastrosa.

Y la suegra que no tiene un día propio, debe treparse al estribo del día de la madre. Eso sin excepción en todas lasa regiones del planeta. Claro que es agasajada como madre, porque para ser suegra definitivamente primero hay que tener hijos, pero como suegra, es vituperada, vilipendiada, demonizada, agredida - nunca de frente, podría ser peligroso - y odiada como nadie. Pero para mi sorpresa las opiniones consultadas sobre este importante ingrediente familiar - no sé si determinadas por el caracter público que tendrían o por el entorno cultural de los encuestados - fueron absolutamente positivas.

Para Edwin Cabrera, analista político y periodista, los programas de radio y televisión de la década de los 60 y 70 – en Panamá – fueron los que satanizaron a las suegras al mostrarlas como personas ‘muy metiches’, aunque personalmente él tiene una buena relación con la suya, quien, después de su propia esposa, ha sido la persona que más rápido lo acogió en el seno de su familia.

Con Cabrera coincide nuestra columnista Mónica Miguel - importada por su esposo Fernando Correa desde España - para quien la suegra ‘ha sido, desde que la conocí hace catorce años mi madre sustituta en este país, no podría imaginarme haber logrado aclimatarme a Panamá sin su apoyo y su cariño. En mi caso, llamarla ‘mamá’ no es solo una palabra hueca’.

El magistrado Solíz define a la suegra como ‘la versión futurista de la esposa. Así como es la suegra será la esposa’, asegura resumiendo una opinión bastante generalizada entre los esposos o novios con los que conversé sobre el tema. Pero poniéndole una nota divertida a su comentario, Gerardo Solíz se tomó la licencia de formular un silogismo como ayuda para los yernos, ‘Premisa primera: la suegra sabe lo que piensa y quiere su hija. Premisa dos: la esposa sabe lo que quiere y piensa el marido. Conclusión: la suegra le puede leer la mente al yerno, porque sabe lo que éste quiere y piensa por medio de su hija. No hay yerno que engañe a su suegra’, concluye.

Vicky Riaño, de Telefónica Panamá exalta el papel de la suegra en base a la relación de apoyo recíproco que ha tenido con ella en sus 22 años de matrimonio. Para ella una suegra es ‘quien te permite entender las costumbres de tu pareja y te cuenta sobre él antes de conocerlo’.

OPINIÓN DE EXPERTOS

Según la sicóloga Jennie Barb, experta en terapia familiar, se trata de un tema de carácter estrictamente cultural. ‘Es un legado cultural que se ha transmitido de generación en generación y lo que hizo fue tergiversar lo que realmente es una suegra’, explica la especialista. A su juicio la madre del cónyuge tiene un papel conciliador en la familia, no destructor ni disociador. ‘Claro que se conocen de suegras con carácter difícil, pero no es por el hecho de ser suegras, es que son personas que son difíciles en cualquier rol que desempeñen, ya sea como hijas, madres, esposas o hermanas’, dice Barb.

En otras culturas el papel de la suegra es fundamental para la permanencia de la familia. ‘En la cultura europea, la oriental por ejemplo, es muy importante la opinión de los suegros para el bienestar de la familia, son como los consejeros de la pareja’, agrega la sicóloga.

Coincidiendo plenamente con Barb, la sicóloga mexicana Alicia Vázquez Fuentes directora del Instituto Auges de Investigación y Autoterapia, citada por la revista ‘Fernanda’, afirma que ‘el papel de la suegra está mediado por el nivel cultural en que te mueves (…). El problema es cómo nos educaron y con qué valores se manejan las relaciones humanas en el interior de la familia’. Y explica que las relaciones difíciles con las suegras existen siempre que se trate de una suegra mexicana (léase latinoamericana) y que ‘no es lo mismo con una suegra francesa o española’.

‘Cuando en el núcleo se ve y se vive en el respeto, la reciprocidad y el entendimiento, entonces no tiene por qué sorprenderte que haya suegras sensatas y respetuosas. Si se creció en un contexto totalmente diferente, entonces no te asombre tener una suegra insufrible’, establece la experta mexicana. La experiencia del embajador español parece corroborar esta opinión, cuando afirma que tiene una buena relación con su suegra pero especifica que ‘es alemana, muy organizada y ordenada, (...) es una persona afable y tolerante, que ayuda con los nietos cuando lo necesitas’.

Haciendo un balance general sobre las opiniones recabadas para este artículo en relación a las suegras – en su mayoría panameñas – deja muy bien paradas a éstas que también, para pesar de algunos yernos y nueras celebran su día el 8 de diciembre. A todas ellas felicidades.

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