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- 24/06/2012 02:00
¿ Cuándo fue la última vez que saliste de casa sin el teléfono celular? O mejor aún, ¿cuándo compartiste una reunión con tu familia y/o amigos sin que tuvieras el celular contigo? Si tu respuesta fue nunca o jamás, no te sientas especial o el más ‘geek’ de tu generación. La verdad es que puedes estar padeciendo de una fobia provocada por el uso de este dispositivo, y que es conocida como ‘nomofobia’.
El celular es uno de los inventos tecnológicos más usados a nivel mundial en las última décadas, con miles de millones de usuarios en todo el mundo. Cifras actuales revelan que China fabrica el 70% de los smartphones comercializados y que la población de este país es una de las más nomofóbicas del orbe. Cada día mandan unos 2.7 de billones de mensajes, una estadística difícil de superar.
ADICTO A TU MÓVIL
¿Pero que es la nomofobia? ¿Cuáles son sus síntomas? Para muchos el celular -ya sea smartphone, iphone, blackberry o cualquier otro modelo- es más que un simple aparato; es ese amigo fiel del cual no se separan ni para ir al baño. La persona que exhibe este tipo de comportamiento, por lo general, se siente seguro y estable. No obstante, son proclives a revisar las redes sociales a cada instante, verificando su ‘estatus’ constantemente, así como los mensajes de texto que recibe el dispositivo, la cantidad de saldo y de batería, las barras que muestra el indicador de la señal, etc.
No pueden despegar los ojos de su celular. La ansiedad llega a tal punto que sienten miedo de salir de la casa sin él. Incluso son presa de la desesperación si lo pierden de vista por algunos minutos. Es este tipo de conducta la que identifica a los que padecen de nomofobia, un trastorno de ansiedad que se deriva del desarrollo de las últimas tecnologías de comunicación y que está cobrando un precio elevado a quienes lo padecen.
Ansiedad, inseguridad, inestabilidad y vulnerabilidad ante una sociedad que juzga a los individuos por sus posesiones materiales. Son parte de la experiencia de ser nomofóbico en la sociedad actual.
Según el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad con sede en España, el 53% de los usuarios de teléfonos móviles reconocen sentirse solos sin el celular. Esto quiere decir que más de la mitad de la población mundial que tiene uno o más celulares padece este trastorno. Una cifra que de seguro seguirá creciendo, ya que la empresa de electrónica CiscoMobile realizó un análisis de tráfico de datos en celulares y estableció que para este año, 2012, habrían más teléfonos celulares que humanos y que para 2016 habrán diez millones de celulares en el mundo.
Datos alarmantes que nos llevan a pensar si seremos unos ‘adictos legales’ a esa droga que siempre tenemos con nosotros en el bolsillo, bolso o en la mano.
FOBIA, DUDAS Y CULPAS
Esta patología surgió en 2008, en el Reino Unido, donde las autoridades realizaron una encuesta a los usuarios de móviles y descubrieron la alta dependencia que tenían las personas a sus dispositivos.
La nomofobia es descrita como un miedo a no tener el teléfono celular a mano, pero si hablamos de fobia es necesario comprender el término. Mauricio Galos, psicólogo especialista en trastornos de la conducta humana, asegura que las fobias se generan en nuestro ser por un miedo intenso e inexplicable a objetos, situaciones, ambientes, animales y muchos más, que hacen que nuestro cuerpo tenga una respuesta a nivel fisiológico. ‘Si tienes fobia a las arañas, por ejemplo, puedes tener taquicardia, sensación de ahogo, temblores en las extremidades, rigidez o debilidad muscular, pero también puedes transpirar, tener náuseas y p resentar otros síntomas que se generan producto de la ansiedad’, agregó Galos.
Para los especialistas la nomofobia puede ser controlada y hasta evitada si se aprende a usar el celular sanamente. ‘Cuando vayas a dormir es imperativo que apagues el teléfono y dejes de buscar excusas como ’si le pasa algo a algún familiar y no me entero’. Las personas deben entender que si se desconectan por unas horas del teléfono la vida va a seguir. Tienen que separar y priorizar, ya que si van a cenar o al cine, es mejor apagarlo y olvidarse de el y disfrutar el momento’, recomienda el experto en conducta humana.
Galos menciona que dejar de ser nomofóbico es como dejar una droga. ‘Debe ser gradual y no hacer todo tan apresuradamente porque puede traer otros problemas negativos derivados de esta patología’.
Ahora bien, muchos afirman que la nomofobia es el resultado del ‘boom’ de los teléfonos inteligentes. Dispositivos que ofrecen un sinfín de beneficios a los usuarios, pero que también provocan una dependencia extrema, como si tenerlos a la mano fuera tan necesario como respirar. Los nomofóbicos relacionan las cosas importantes de su vida (trabajo, rutinas, fotos familiares) con el teléfono.
Los expertos aseguran que la responsabilidad de este padecimiento debe recaer en los mismos usuarios, que son los que deben decidir hasta que grado dejan que la tecnología se apodere de sus vidas. Cabe recordar que las mismas han sido desarrollados para nuestro confort y beneficio. ‘No hay culpables, solo la persona que tienes enfrente cuando te miras al espejo’, afirmó Galos.
Todo dueño de celular es vulnerable de sufrir esta fobia, esta patología que es capaz de hacer que una persona pierda el aliento o se le acelere el corazón cuando pierde la conexión instantánea y permanente que le proporciona el pequeño dispositivo que mueve su mundo, su vida urgida de contacto.