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En la plaza toca:
Porque Puma Zumix Grupo juvenil que interpreta...
PANAMÁ. Cada vez que el poeta Roberto Luzcando observa el mar lo hace con cierta nostalgia. El océano le arrebató a su padre en 1968, cuando éste zarpó junto a unos amigos en el yate de un norteamericano.
El autor rescata la memoria de ‘este hombre de números, aunque amaba las letras, especialmente la poesía’ en su obra Para ir con el viento.
Luzcando califica a este poemario como una ‘elegía. Es un poema marino, porque mi padre desapareció en el mar’, señala el actual director de la Revista Nacional de Cultura del INAC.
El vate rememora que estos 11 cantos y 32 versos nacen de ‘un sentimiento de pérdida. Como poeta recupero a mi padre, tras su búsqueda y lo encuentro finalmente en los ámbitos del océano’.
A través de este ejercicio poético Luzcando intenta reconciliarse con un padre al que no tuvo la oportunidad de conocer bien, ya que proviene de un hogar desmembrado. ‘Yo soy el poeta que él quiso ser’, enfatizó.
A pesar de contar con aproximadamente una docena de libros a su haber, entre los que se encuentran El tripulante de la sombra, Persecusión de la palabra y Sonetos son, entre otros, este es la única obra en la que Luzcando ha abordado el tema de la figura paterna. Asegura, es un tema poco frecuente en la poesía panameña.
Con Para ir con el viento, el profesor de lengua y literatura obtuvo su cuatro Premio Ricardo Miró en 1969. Anteriormente había conquistado el máximo galardón de las letras istmeñas con las obras El poeta y su sangre, El nuevo movimiento poético de Panamá y Tristán Solarte, representación panameña en la novela y la poesía.
Le tomaría aproximadamente 20 años obtener nuevamente esta presea con Los poemas del alfabeto.