Los Óscar entre bailes, distanciamiento y pocos aplausos

Mientras los cinéfilos se dedicaban a analizar la entrega de los premios Óscar el pasado domingo, los usuarios de Twitter se ocuparon en hacer los mejores 'memes' con los momentos más especiales y graciosos de la gala, que a diferencia de otros años, fue tan rápida como una ráfaga y menos alegre de lo que se habría esperado de un evento magno del séptimo arte internacional.

Al inicio de la ceremonia, la directora y actriz Regina King(Una noche en Miami) tuvo un pequeño tropiezo con su vestido largo celeste con brillantina plateada, que hizo sonar numerosas exclamaciones de preocupación, pero la actriz tuvo suficiente gracia para mantenerse firme: “¡Oh!, televisión en vivo, aquí vamos”, expresó entre risas.

Luego del momento gracioso, King inició su discurso destacando los temas de racismo que aún se viven a viva piel en Estados Unidos, específicamente en el estado de Minneápolis, tras la lectura de culpabilidad para el exagente de policía Derek Chauvin por parte del juez Peter Cahill, quien dictará sentencia en ocho semanas: “Si las cosas hubieran ido de una forma diferente en Minneápolis esta semana, habría intercambiado mis tacones por botas de marcha”, comentó.

Una de las curiosidades de la edición 2021 de los Óscar fue la falta de una gran alfombra roja y cientos de fotógrafos cegando a los actores y miembros de reparto. Además, los nominados solo pudieron invitar a una persona a asistir con ellos, por lo que la ceremonia se celebró en un pequeño espacio dentro de la Union Station en California. Los invitados debieron usar mascarilla igual que los nominados mientras las cámaras estuvieran en corte, pero al reanudar la ceremonia las mascarillas deberían estar guardadas, lo que fue una decisión interesante para el desarrollo de la gala, por los altos niveles de contagio que azotan a EE.UU.

Pese al poco aforo de la ceremonia, los momentos sin risas y sin aplausos se hicieron notar, además de un ambiente mucho más serio que en ediciones pasadas, lo que fue una sorpresa para las audiencias que fielmente siguen esta gala internacional. Gracias a actores como el ganador a mejor actor de reparto Daniel Kaluuya (Judas y el Mesías Negro), las bromas aparecieron durante su discurso de agradecimiento: “Mis padres tuvieron sexo, eso es genial, por eso estoy aquí”, comentó generando risas y ruborizaciones en el público, principalmente de su madre quien estaba presente y se llevaba las manos al rostro entre carcajadas.

Espacios para romper el hielo fueron lloviendo desde ese momento, incluyendo a la actriz coreana de la cinta Minari, Youn Yuh-Jung, quien fue galardonada como mejor actriz de reparto, pero su tiempo de verdadera alegría fue recibir la estatuilla de la mano del actor y productor Brad Pitt, quien produjo la cinta donde actuó. “Señor Pitt, encantada de conocerle por fin”, dijo una emocionada Yuh-Jung al subir al escenario.

Luego al dar su discurso continuó con la buena energía y perdonó de forma jocosa a los presentadores por no pronunciar de forma correcta su nombre coreano: “Lo he escuchado de todas las formas, pero esta noche están todos perdonados”.

Y como momento de oro en la categoría de comedia del evento, la actriz Glenn Close participó de un juego de adivinanzas de música y se levantó de su asiento para bailar al ritmo de la canción 'Da Butt' del intérprete E.U. (1988), tema que apareció en la cinta de Spike Lee School of Daze. El twerkeo de la actriz estadounidense fue recopilado por cientos de usuarios en Twitter y convertido en tendencia en las redes sociales.

En la gala también hubo momentos de lágrimas y sentimientos a flor de piel, tales como el discurso de agradecimiento del director danés Thomas Vinterberg al obtener la estatuilla a mejor película extranjera por su cinta Otra ronda.

En su discurso rememoró a su hija, Ida, quien falleció cuatro días antes de iniciar el rodaje de la cinta donde tendría un papel destacado: “Ida, esto ha sido un milagro y tú eres parte de ese milagro”.

De igual forma, la actriz con discapacidad auditiva ganadora del Óscar, Marlee Martin, presentó tres categorías de premios y dejó la piel en el escenario, transmitiendo total gozo durante la ceremonia y utilizando un intérprete traductor que le hizo justicia en su idioma original. El director coreano ganador de dos Óscar por su cinta Parásitos, Boon Jon-Ho, también recurrió a su traductora personal, al dar el discurso de entrega del premio a mejor director, ganado por Chloe Zhao (Nomadland).

Chloe Zhao se convirtió en la primera persona extranjera en ganar un Óscar a mejor director, y también fue la segunda mujer en obtener dicho galardón 11 años después de que Kathryn Bigelow se convirtiera en la primera mujer en ganar en la categoría de mejor dirección con su película The Hurt Locker (Zona de miedo). La directora lleva tres cintas con Nomadland, las cuales se destacan por ser retratos de historias reales, usualmente con personas no profesionales de la actuación tomando papeles destacados en la narrativa.

Zhao nació en Pekín, hija de un exitoso ejecutivo del acero y su madrastra es la conocida actriz de comedia china Song Dandan. “He estado pensando mucho últimamente en cómo sigo adelante cuando las cosas se ponen difíciles. Creo que se remonta a algo que aprendí cuando era niña, cuando crecía en China, mi papá y yo jugábamos a este juego: memorizábamos poemas y textos chinos clásicos, los recitábamos juntos y tratábamos de terminar las frases del otro, y hay uno que recuerdo muy bien, se llama Tres personajes clásicos. La primera frase dice: 'La gente al nacer es inherentemente buena'. Esas seis letras tuvieron un gran impacto en mí cuando era niña, y todavía hoy las creo de verdad”, comentó en su discurso de aceptación.

La directora llevó a Charlene Swankie como su acompañante a los Óscar, y se le vio divertida en compañía de su colega de reparto Frances McDormand, quien recibió el Óscar a mejor actriz.

Sin embargo, pese a las palabras para su familia, Zhao ha tenido una relación complicada con su nación de origen, luego de que en 2013 dijera en una entrevista que había “mentiras por todas partes” mientras crecía, lo que la hizo ser “muy rebelde” con respecto a su familia y país de origen.

Sus palabras tuvieron efecto en el mercado chino donde no se permitió el estreno de Nomadland antes de los Óscar y se retiró el nombre Chloe Zhao o el nombre de la cinta en el buscador nacional Weibo. Además, los Óscar no se transmitieron en China este domingo.

Pese a esto, Zhao siguió fiel a sí misma durante su presentación y comentó: “Dondequiera que he ido en la vida, siempre me he sentido como una extraña. Así que, naturalmente, me atraen otras personas que viven en la periferia o que no viven estilos de vida convencionales”. Expertos en el séptimo arte la han tildado como una de las directoras “más talentosas de los últimos años”, según recopiló el medio BBC.

Como próximos proyectos, Zhao se encuentra a la cabeza del desarrollo de la cinta Eternals, basada en un cómic homónimo bajo el sello de Marvel, lo que será un ángulo distinto en su trabajo, pero bien recibido por la comunidad fanática de los Vengadores y series de la misma factoría, ahora absorbida por Walt Disney Studios.

La mayor curiosidad de la gala fue al final, que no se sintió como un final de ceremonia, sino como una forma apresurada de cerrar el evento tras galardonar a un ausente Anthony Hopkins por su trabajo en The Father junto a Olivia Colman, también nominada a mejor actriz.

La ausencia de Hopkins dio mucho de qué hablar en redes sociales y presentó una oportunidad para que la Academia repase sus procesos de espectáculo para el próximo año, mientras los medios esperan noticias concernientes a Hopkins y un posible discurso virtual.