El que parpadea pierde

Actualizado
  • 19/11/2022 00:00
Creado
  • 19/11/2022 00:00
Investigadores neerlandeses han revelado que, durante una conversación, las personas interpretan el pestañeo de su interlocutor como una respuesta. Según el estudio, los parpadeos más largos se entienden como un gesto de comprensión
En una media parpadeamos unas 15 veces por minuto lo que equivale a una vez cada cuatro segundos.

Sigo en mi labor de romper mitos dentro del mundo de la comunicación no verbal.

Sin duda alguna, así como en la internet abunda información rica, educativa e instructiva, también abunda la desinformación y, como titulé uno de mis artículos, la ignorancia es audaz.

Hoy vamos a hablar del parpadeo. Esta acción no solo nos ayuda a mantener los ojos lubricados y protegidos de elementos dañinos que lesionan el globo ocular, también despejan el área de cualquier elemento incómodo y, aunque no lo crea, delatan nuestras emociones.

Como el estudio de la comunicación no verbal es ciencia, comencemos con un hecho científico: investigadores neerlandeses han revelado que, durante una conversación, las personas interpretan el pestañeo de su interlocutor como una respuesta. Según el estudio, los parpadeos más largos se entienden como un gesto de comprensión.

¿Cuántas veces parpadeamos? En una media parpadeamos unas 15 veces por minuto lo que equivale a una vez cada cuatro segundos. Si nos mantenemos despiertos unas 16 horas serían 14.400 parpadeos al día lo que daría una media de 5.256.000 parpadeos al año.

Estas cifras varían por varios factores: ¿la persona usa anteojos o lentes de contacto? Si el lente de contacto se reseca, puede que parpadee más y si tiene problemas de visión hará lo mismo. ¿Sufre de resequedad en los ojos?, ¿está nervioso, ansioso o tenso? Cuando trabajamos con pantallas de computadoras, tabletas o celulares, la tasa de parpadeos por minuto suele bajar a la mitad (unos 7 parpadeos por minuto) y, además, muchos de esos parpadeos son incompletos. ¿Está la persona enamorada o nos estará coqueteando?, ¿está muy concentrada en una actividad que requiera toda su atención?, ¿tiene rasgos psicopáticos, paranoicos, border lines o narcisistas?

Como he dicho muchas veces, el entorno, contexto y nuestra condición física o mental juegan un papel crucial antes de interpretar a la pedrada el lenguaje corporal de un individuo.

Hay un mito que dice: “parpadear de forma rápida y constante significa que nos están mintiendo”. Hecho: los individuos que parpadean rápido suelen estar bajo mucha presión, están tensos o estresados y, por tal motivo, pueden ser asociados erróneamente a que nos están engañando. ¿Le cuento algo, amigo lector? Las personas honradas que son interrogadas de forma agresiva, parpadearán igual de rápido que un delincuente confeso y, si a este movimiento continuo le sumamos un temblor leve bajo los ojos, es un claro indicio de que la persona no solo está bajo un gran estrés, sino que puede sentir miedo o ansiedad.

Cuando entrecerramos los ojos, dependiendo del contexto, además de tensión, esta acción denota molestia, cansancio, amenaza o incomprensión y es un claro indicio de que algo anda mal.

Ya en 2012 una investigación japonesa había señalado que parpadear nos permite eliminar momentáneamente los estímulos visuales para descansar mentalmente y enfocar nuestra atención hacia nuestros pensamientos, es por ello que tendemos a parpadear al final de las frases de nuestro interlocutor o cuando creemos que puede haber terminado su idea o cuando terminamos de leer un párrafo en un libro.

Ahora bien, un parpadeo rápido puede indicar que alguien se siente atraído hacia nosotros, comúnmente se llamaría coqueteo. Si le gusta a la otra persona, pero esta es insegura, posiblemente huya de su mirada. Sobre guiñar los ojos solo diré esto, si hay confianza es señal de complicidad, pero si no conoce a la persona, es una falta de respeto.

Si nos metemos a la psiquis, parpadear poco o no hacerlo del todo puede deberse a varios factores: Los científicos creen que, en el caso de los bebés, el no parpadear mucho se debe a que tienen bajos niveles de dopamina y algo similar puede darse en los pacientes con Parkinson, ya que nuevas investigaciones de la doctora estadounidense Leigh Bacher indican que, al paralizarse las neuronas productoras de dopamina, el parpadeo de los pacientes con esta condición disminuye casi a cero.

¿Se acuerda de la mirada del Dr. Hannibal Lecter en 'El silencio de los inocentes'? Sir Anthony Hopkins estudió y observó muy detenidamente a psicópatas para interpretar su papel, ya que la mirada de un psicópata atraviesa, obnubila, seduce, cautiva e hipnotiza no solo por su intensidad, sino porque no parpadean mucho. Los psicópatas parpadean lo mismo frente a imágenes agradables o desagradables, porque para ellos el valor emocional es igual. En sus ojos podemos ver que queda al descubierto la parte inferior de la esclera que habitualmente no es visible (Sanpaku inferior), porque se inclina momentáneamente la cabeza hacia adelante y la contracción muscular de los ojos se torna débil. La ciencia le tiene un nombre muy particular “la mirada de cobra”. Lo invito a que observe en YouTube a Elizabeth Holmes y se dará cuenta de cómo es.

La mirada del psicópata es un claro reflejo de la carencia de sentimientos y de su vida interior, ¿por qué? Porque son incapaces de comprender al resto de la sociedad o de sus congéneres, es decir, no son empáticos. Es por ello que se muestran inertes, pero cuando les conviene se muestran amables, educados, seductores, etc., porque están analizando, estudiando en detalle a su próxima víctima.

Cuando alguien pestañee no juzgue, no interprete si no sabe y, sobre todo, tome en cuenta el contexto; si puede, disfrute la vida y la complicidad de una mirada, cierro con esta frase de Jimi Hendrix, “la vida es más rápida que un pestañeo”.

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