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- 02/01/2020 00:00
Elevar nuestra estima personal requiere el mismo nivel de compromiso, dedicación y enfoque que el ponernos en forma. Van tan de la mano que conseguir a alguien que se ejercite, hundido en algún tipo de depresión personal, es muy poco común.

Ahora, cuando me refiero a “ponernos en forma”, no solo hablo de nuestra condición física, también me refiero a nuestra salud mental. Quien no protege su cerebro está destinado a perderlo.
Estos 7 pasos son necesarios no solo para reconstruir nuestra autoestima, sino para crear una mejor vida al largo plazo:
Comer de más es un ajuste rápido. Por breves minutos nos hace olvidar nuestros problemas, circunstancias y deudas. Especialmente las comidas grasosas.
A Todo lo que te provoque felicidad instantánea préstale atención, es normal que venga con precios escondidos.
Nuestro cerebro está más activo mientras dormimos que frente a este dispositivo. Estudios indican que una persona que poco abandona las pantallas, puede terminar con un comportamiento más agresivo.
Por igual, sin quererlo estamos comparando nuestras vidas con otras personas o escenarios. Dosis letal para nuestra autoestima.
Vemos el mundo a través de quienes somos, de forma subjetiva. Imagina una pared blanca con un punto negro, hay quienes deciden enfocarse en la pared, otros en el punto. Hay algunos que ni se dan cuenta de este punto como por igual hay personas que ni se dan cuenta del color de la pared, ¿cuál eres tú?
Decide no quejarte de nada por 30 días, oblígate a ver la pared, núblate al punto. En poco tiempo te convertirás en alguien que soluciona problemas, no en quien los crea.
Todos tenemos derecho a una opinión, sin embargo, muchas personas usan su “derecho a opinar” como excusa para criticar, destrozar y aniquilar a otro ser humano.
Quien no controla su lengua jamás controlará su vida. Recuerda: hay dos maneras de decir algo, y solo una de ellas es amable.
Lo que dice Pedro de Juan, habla más de Pedro que de Juan. Imagina que la persona de la que hablas se encuentra frente a ti ¿aún hubieras dicho lo que dijiste?
Las personas a las que les gusta hablar de otros a sus espaldas, son aquellas que le gritan al mundo “no tengo una vida”.
Todos queremos hacer algo que siempre terminamos posponiendo. Disfrazamos las excusas de razones. Como cuando decimos: “No tengo 30 minutos para hacer ejercicio”. Toda persona tiene tiempo para ponerse en movimiento, el asunto es que deben sacrificar algo para hacerlo, como dejar de ver su serie favorita.
En otros casos es un problema de prioridades, al no darle valor al ejercicio, lo ignoramos en nuestra agenda. Es preferible ser sincero y decir: “No me interesa estar en forma” a buscar excusas de porqué nunca entrenamos.
No perdonar a alguien es como tragarse una botella de veneno esperando que la otra persona muera. Lo que llevas dentro termina por adueñarse de ti en algún momento.
No tienes que olvidar lo que te hicieron, ni mucho menos regalar tu confianza. Perdonamos para recuperar la paz personal.
Recuperar nuestra autoestima es una maratón, no una carrera de 100 metros. Nadie perdió su valor personal en un día, sino a través de diferentes eventos que progresivamente nos llevaron a sentirnos menos.Si queremos escalar, debemos excavar. Para vernos bien por fuera primero debemos mirar adentro.