La situación de derechos humanos de las niñas en la región

Actualizado
  • 06/10/2021 00:00
Creado
  • 06/10/2021 00:00
La oenegé Plan International puso a disposición el primer 'Observatorio Regional de América Latina y el Caribe: La realidad de las niñas', una herramienta diseñada para visibilizar la situación de derechos humanos que afrontan las menores de edad en la región
América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años.

El discurso recurrente sobre la violencia sexual contra menores, el embarazo precoz y matrimonios y uniones forzadas en América Latina y el Caribe expone certezas existentes y preocupantes que no dan tregua a los Estados y sociedades.

En el último quinquenio (2014-2018) 2,817 niñas panameñas se han convertido en madres, según datos publicados por la Contraloría General de la República, a través del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). En Colombia, cada día 42 infantes menores de 18 años son víctimas de violencia sexual, 36 de estos son niñas, apunta el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, (2020). En Guatemala, diariamente 17 niñas menores de 15 años y 174 adolescentes entre 15 y 19 años se convierten en madres, establece el Sistema de Información Gerencial de Salud (SIGSA) Nacidos Vivos, (2019).

Estas cifras (Colombia - Guatemala) se desprenden de 'La realidad de las niñas', el primer Observatorio Regional de América Latina y el Caribe diseñado y puesto a disposición por la oenegé Plan Internacional, con el fin de visibilizar la situación de derechos humanos que afrontan las niñas y adolescentes en la región.

La herramienta online www.realidaddelasninas.org facilita el acceso a la información oficial y pública, sobre la situación de las niñas y adolescentes en 13 países de la región: El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Haití, Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Paraguay y México.

La situación de derechos humanos de las niñas en la región

“Cuando tenía 12 años tuve mi primer hijo, vivía con mi tía pues mis padres me enviaron a estudiar a Chiclayo. Salí de mi pueblo porque era muy difícil la situación económica”, rememora Bertha, quien con certeza afirma dos premisas que para ella son la principal causa por la cual se convirtió en madre tan joven. “No tuve una educación familiar sobre el tema, mis padres nunca me hablaron de relaciones sexuales, embarazo, ni nada de eso, y al llegar donde mis tíos esto siguió así y nunca tuve restricciones en nada de lo que quería hacer a esa edad”. Sumado a ello, “en la escuela no me hablaron del tema en clases, solo escuchaba a mis compañeros sobre sus experiencias”, afirma Bertha.

Amalia Alarcón Beckelmann, gerente de Programas e Influencia de Plan Internacional para América Latina y El Caribe, estima que el observatorio regional de América Latina y el Caribe contribuirá a que los Estados focalicen políticas públicas a favor de la población afectada y en riesgo, y a conectar las políticas estatales con las de la infancia.

“Los datos existen y se observan desde muchos ángulos. Lo que hace el plan es usar el lente de género para mirar esos datos y dar información de vuelta al Estado, es decir visibiliza la situación de las niñas y adolescentes”, dice Alarcón.

Cita como ejemplo el tema del embarazo en adolescentes. “Todo el mundo habla de ello, pero no vemos los embarazos de niñas menores de 14 años. Muchos Estados tienen esos datos procesados, los tomamos y resaltamos. El mismo dato del Estado, pero con la luz en la parte que consideramos, en el enfoque de niñez, eso ayuda a que focalicen sus políticas públicas y programas”, detalla la gerente de Programas e Influencia de Plan Internacional para América Latina y el Caribe.

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Y es que, a consideración de la oenegé, se requiere un puente entre las políticas de género y las políticas de infancia. “Desafortunadamente no hay esa conexión fuerte y muchas veces cuando vemos políticas de igualdad de género no tienen un enfoque de infancia, no miran a las niñas, de igual manera, vemos políticas de infancia que no tienen un enfoque de género. Con los datos de 'La realidad de las niñas', contribuimos a hacer ese vínculo”, manifiesta Alarcón.

Además de su aporte al Estado y a la sociedad, a criterio de Alarcón la plataforma digital le da voz a las niñas. “Permite que las infantes expresen en primera persona cuáles son sus necesidades y demandas”.

Información de 79 fuentes

La iniciativa lucha contra la falta de información y ofrece evidencia que reúne, trata y visualiza datos provenientes de 79 fuentes oficiales en temas relacionados con el embarazo precoz, con énfasis en embarazo infantil forzado; matrimonio y uniones infantiles tempranas forzadas, y violencia basada en género.

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La plataforma agrupa información relevante, de acuerdo con la disponibilidad de datos que tienen los Estados, sobre temas como la violencia sexual contra las niñas que termina en embarazos infantiles forzados (en niñas menores de 14). Naturalmente también hay información sobre embarazos adolescentes (de 15 a 19 años) que no siempre están relacionados con violencia, sino con otras múltiples causas”, explicó Débora Cóbar, directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe.

Alarcón, gerente de Programas e Influencia de Plan Internacional, indica que “es necesario tener esta información procesada que permita obtenerla en cualquier momento, tanto a nosotros como al público general”.

En cuanto a los matrimonios y las uniones tempranas en niñas, la oenegé explica que la herramienta permite consultar evidencia importante que indica que América Latina y el Caribe vive un serio problema de uniones infantiles forzadas. “Permite poner a la luz una realidad que en la región sigue siendo ignorada. Mostrar los datos es el punto de partida en el proceso de incidencia para que los gobiernos tengan en cuenta, busquen e implementen soluciones a estas problemáticas”, agregó Cóbar.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, conocido como Unicef, detalla que el matrimonio infantil y las uniones tempranas son un fenómeno complejo relacionado con desigualdades de género, pobreza, abandono escolar, violencia y embarazo adolescente. Pone en riesgo la vida y la salud de las niñas, además de limitar sus perspectivas futuras.

La situación de derechos humanos de las niñas en la región

“América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años y ocupa el segundo lugar del mundo en número de embarazos adolescentes”, indica la Unicef.

Plan International también busca visibilizar la información sobre violencia basada en género que comienza en la niñez, a través de datos que desde la plataforma demuestran que las principales víctimas de violencia sexual son las niñas menores de edad. “La violencia basada en género empieza desde la niñez, muchas veces cuando pensamos en ella nos imaginamos el rostro de una mujer, pero no, las niñas también sufren violencia basada en género, primordialmente la violencia sexual, afirmó la directora regional.

La herramienta online www.realidaddelasninas.org, según sus creadores, favorecerá el trabajo de investigadores, generadores de políticas públicas, facilitadores, periodistas y todos aquellos ciudadanos interesados en conocer la situación de violación de derechos humanos que viven las niñas y adolescentes de la región, para hacer control social y reclamar acciones urgentes por parte de los Estados.

Por otra parte, según la oenegé, el acceso a la información aumentará el conocimiento, mejorará los procesos de toma de decisiones y potencializará formulación asertiva de políticas públicas, planes, programas y proyectos que beneficien a las niñas y a las adolescentes de países donde actúa el Plan International.

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Datos sobre la situación de niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe

Pese a que todos los Estados tienen políticas de prevención de embarazo de adolescente y violencia de género “lamentablemente en los últimos cinco años no se han reflejado variaciones en las cifras positivas ni negativas en cuanto a las tres problemáticas que visibiliza la herramienta”, asegura Alarcón.

“Algo estamos haciendo mal porque las variaciones son inexistentes. Hay inversión, políticas, programas, leyes, sin embargo, no hay mejorías. Si bien no somos la principal región en el mundo con este problema, pero somos los que menos mejoría hemos tenido”, apunta.

Los siguientes son algunos de los datos oficiales que reúne, el 'Observatorio Regional de América Latina y el caribe: La realidad de las niñas'. Plan Internacional explica que la información proviene de fuentes de información como los reportes más recientes de los institutos de estadística de los países, ministerios de salud, organismos de justicia, encuestas demográficas y salud, entre otros generadores de evidencia que reflejan la magnitud real de la problemática de niñas y adolescentes.

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Nacimientos y embarazos en adolescentes

En Perú, el 12,6% de las adolescentes entre 15 y 19 años fueron madres o estuvieron embarazadas por primera vez. (Instituto Nacional de Estadística e Informática, Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2019). En República Dominicana, 20,5% de las adolescentes entre 15 y 19 años ya eran madres o estaban embarazadas por primera vez (Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa), República Dominicana, 2013).

En cuanto a Panamá, en el último quinquenio (2014-2018), según datos publicados por la Contraloría General de la República, a través del Inec, 2,817 menores de 15 años se han convertido en madres. Unas 86 niñas con menos de 15 años concibieron su segundo hijo. 2014 fue el año en que más niñas menores de 15 años se convirtieron en madres. La cifra llegó a 670 niñas. En 2018, unas 522 niñas concibieron un bebé.

Violencia sexual

En Colombia, cada día 42 niños y niñas menores de 18 años fueron víctimas de violencia sexual, 36 de estas son niñas (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2020). En Ecuador, en promedio, 31% de las niñas y mujeres adolescentes entre 15 y 17 años de edad ha sufrido algún tipo de violencia sexual.

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Matrimonio y uniones infantiles tempranas forzadas

En Bolivia 300 niñas y niños adolescentes menores de edad contrajeron matrimonio. 93% de ellos fueron niñas (Instituto Nacional de Estadísticas, Población y Hechos Vitales, Registros administrativos 2019).

Bertha, quien salió de su pueblo en las montañas peruanas para estudiar en la ciudad de Chiclayo (Perú), recuerda que en su tierra las jóvenes se unen desde temprana edad con “señores más adultos”. “A veces (las niñas) no están convencidas de querer unirse a un hombre, pero los adultos les dicen que eso ayudará en la economía, que no está mal y aceptan, aunque después la pasan muy mal”, dice.

Madre de cuatro hijos y hoy, de 35 años de edad, Bertha aunque agradece a sus padres y tíos la ayuda y buenas intenciones que en su momento tenían, insta a “los padres y adultos a conversar sobre estos y otros temas con los menores de edad. Si el adulto en casa no lo hace, se debe hacer en las escuelas y llevar programas a lugares remotos del país, para evitar embarazos a una edad tan joven y que se obligue a una niña a unirse o casarse con quien no quiere”, indica.

América Latina y el Caribe continúan siendo las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes, señala un informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Unicef y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) (2018).

“Las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe continúan siendo las segundas más altas en el mundo, estimadas en 66,5 nacimientos por cada 1,000 niñas de entre 15 y 19 años, y son solo superadas por las de África subsahariana. La tasa mundial de embarazos adolescentes se estima en 46 nacimientos por cada 1,000 niñas”, indica el informe 'Aceleración del progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe'.

El documento, publicado por el Unfpa, detalla que la mayoría de los países con las tasas estimadas más elevadas de fecundidad en adolescentes en América Latina y el Caribe están en América Central, encabezados por Guatemala, Nicaragua y Panamá. En el Caribe, son República Dominicana y Guyana con las tasas estimadas de fecundidad en adolescentes más elevadas. En América del Sur, Bolivia y Venezuela tienen las tasas más altas.

Las tasas de fecundidad en adolescentes en Estados Unidos y Canadá se sitúan por debajo del promedio mundial y han descendido en forma sostenida durante el último decenio.

En el mundo, cada año quedan embarazadas aproximadamente 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años, y 2 millones de adolescentes menores de 15 años.

El informe plantea una serie de recomendaciones para reducir el embarazo adolescente: Limitar el matrimonio antes de los 18. Apoyar programas de prevención de embarazo basados en la evidencia que involucren a varios sectores y que apunten a trabajar con los grupos más vulnerables. Reducir las relaciones sexuales bajo coacción. Reducir la interrupción de embarazos en condiciones peligrosas. Aumentar el uso de la atención calificada antes, durante y después del parto. Incluir a las jóvenes en el diseño e implementación de los programas de prevención de embarazo adolescente, y crear y mantener un entorno favorable para la igualdad entre sexos y la salud y los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes.

“Amo a mis hijos y doy gracias a Dios por cada uno de ellos, pero reconozco que inicié la vida de madre demasiado temprano. Aunque hoy soy una profesional y me siento realizada como mujer, me costó el doble o quizás el triple del esfuerzo real para terminar mis estudios y formar una familia estable”, manifiesta Bertha.

“Aconsejo a los padres, tíos y abuelos trabajar en conjunto con las autoridades, pero no esperanzarse de lo que el Estado pueda hacer por sus niñas y adolescentes, ellos mismos formarlas, a ellas y a los varones también, en temas de sexualidad y respeto personal”, zanja Bertha.

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