La invisibilidad de los niños con altas capacidades intelectuales en Panamá

  • 28/05/2025 00:00
Se habla poco del tema, no hay políticas claras para apoyar sus necesidades y ni siquiera sabemos quiénes son.

Las personas con altas capacidades intelectuales (AACC) o superdotadas, como suele llamárseles, pueden estar en tu familia y no saberlo. No son genios como muchos piensan ni tienen la vida arreglada; son personas que se sienten excluidas, desmotivadas e incluso en fracaso escolar.

¿Qué es un niño con AACC? La doctora Andrea Puentes, del Instituto Neurocrecer, explica que “actualmente no se utiliza el término ‘superdotado’ ya que este solía estar ligado a un coeficiente intelectual mayor a 130. Ahora se sabe que la inteligencia es mucho más que eso y la denominación de AACC aborda el concepto de inteligencias múltiples, talentos excepcionales y también las necesidades educativas y socioemocionales”.

La Asociación Nacional de Niños Superdotados estima que entre 2 % y 5 % de la población infantil mundial tiene AACC, pero en países sin políticas claras de detección, solo un bajo porcentaje es diagnosticado. En Panamá entre 25.000 y 62.500 niños podrían tener AACC.

Es urgente actuar porque, al no diagnosticarlos ni reconocer sus necesidades, se les deja que resuelvan solos sus problemas y se les pone en riesgo de fracaso escolar y de graves problemas emocionales.

Para las familias, la falta de acompañamiento y conocimiento sobre el tema las mantiene en el sufrimiento: no entienden qué le pasa a su hijo y no saben cómo ayudarlo. Estos niños pueden sentir que no tienen un lugar entre sus pares, que no encajan en el grupo, que son raros. Algunos esconden sus capacidades para no sobresalir y reprimen su potencial; otros liberan su frustración fomentando el desorden en clase. Muchos lloran cada día porque no quieren ir al colegio.

¿Qué falla en Panamá?

El Plan Estratégico del Ministerio de Educación (Meduca, 2019–2024) no menciona las AACC. No hay una política pública clara para apoyar a estas más de 25.000 personas.

El Decreto Ejecutivo n.º1 del 4 de febrero de 2000 reconoce las AACC y menciona que se les ofrecerán opciones, pero no dice cómo serán implementadas. Se creó el Programa de Aptitudes Sobresalientes y Talentos Específicos, mas no se destinan los recursos necesarios.

El Meduca ha creado un sitio dedicado al tema y realiza test de diagnóstico a los niños a solicitud de los padres. No obstante, no tienen la capacidad de realizarlos con celeridad ni de hacer campañas exhaustivas en colegios para detección.

El diagnóstico solo es el inicio; posteriormente, se necesitan recursos y capacitación para implementar las adaptaciones. La licenciada Isabel Icaza, psicopedagoga especialista en niños con necesidades especiales, nos habla de que “hay una falta de preparación y de disposición de los centros educativos para poder atender a los niños con AACC por la falsa creencia de que ellos pueden solos”.

“El sistema educativo no permite muchas veces que el niño pueda expresar esas AACC porque se encuentra diariamente con clases interminables y aburridas en las que tiene que memorizar, repetición de dominios que ya ha adquirido y que no resultan un desafío, aumentando cada día su frustración”, afirma por su parte la doctora Puentes.

Derribando mitos sobre las altas capacidades intelectuales

La poca importancia que se les da a los niños con AACC está enmarcada en sus mitos:

Los niños con AACC son genios: no todas son Einsteins. Muchos tienen comorbilidades, como trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno del espectro autista (TEA), dislexia, disgrafía, etc.

Ellos pueden solos: se presume que al tener más facilidad de aprendizaje no necesitan ayuda.

Lo saben todo: su gran curiosidad necesita estímulo; si el aprendizaje es aburrido se desmotivan y dejan los estudios.

Sacan las mejores notas: muchos tienen bajo rendimiento escolar por aburrimiento, falta de motivación o porque ocultan sus capacidades.

Siempre triunfará en la vida: sin apoyo su potencial se pierde y son más susceptibles de caer en depresión, adicciones, deserción escolar y laboral.

Guía para padres: ¿tiene mi hijo altas capacidades intelectuales?

En el sitio del Meduca hay un autotest y puedes contactarlos para pedir un examen oficial. También puedes hacer un test en un centro privado; es costoso, pero harán un diagnóstico completo sobre AACC y otras posibles comorbilidades.

La doctora Puentes refiere cómo muchos niños con AACC “suelen ser mal diagnosticados con TDAH o con TEA... Sin embargo, sí existe comorbilidad entre AACC y TDAH, los trastornos del aprendizaje o el TEA, por ello es recomendable hacer una evaluación neuropsicológica completa”.

Las características de AACC que el Meduca señala son:

Intensa curiosidad intelectual.

Fascinación por las palabras y las ideas.

Perfeccionismo.

Necesidad de exactitud.

Intensa necesidad de estímulos intelectuales.

Dificultad para adaptarse al pensamiento de los demás.

Preocupaciones morales y existenciales precoces.

Una vez el niño es diagnosticado es necesario pedir apoyo. Hay organizaciones en Panamá, grupos en línea, cursos para padres y libros de expertos.

Existen herramientas adicionales que pueden ayudar en casos de desregulación. Como el neurofeedback que mejora la atención y la regulación emocional, o la terapia cognitivo-conductual para aprender a autorregularse.

Soluciones

Antes se pensaba que la solución era subir de grado al niño. Hoy en día se preconiza el enriquecimiento curricular, “que consiste en no dar más ejercicios... sino aprender sobre otras cosas, ampliar los contenidos, hacerlos más profundos”, explica Icaza.

Lo ideal sería que las aulas estuviesen adaptadas desde el inicio para la diversidad, de manera que suplan las necesidades de todo el alumnado. Bogar por la equidad, la cual da a cada niño lo que necesita y tiene en cuenta la individualidad.

Los profesores necesitan capacitación y apoyo. Enriquecer un currículum, dar herramientas diferentes y ser flexibles requiere de un esfuerzo. Sin la sensibilización necesaria los maestros no lo hacen de manera espontánea.

Hay países que están más adelantados en la materia; España, México y Chile tienen protocolos para las AACC. Podemos aprender mucho de su recorrido y adaptarlo a las necesidades locales.

Es evidente que estamos en deuda con estos niños en Panamá y esto tiene un impacto en nuestra sociedad. No diagnosticar a tiempo las AACC puede generar ansiedad, depresión, fracaso o deserción escolar, aislamiento social, sentimientos de incomprensión, baja autoestima y problemas de conducta.

Los recursos para la educación son limitados, es un desafío priorizar las AACC cuando hay niños con déficits que no están siendo atendidos. No obstante, los niños con AACC merecen ser tenidos en cuenta, porque no solo es un talento perdido, sino un niño que sufre y un adulto que siente que nunca encaja.

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