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Omaira Michelle Rodríguez: 'No habría fuga de talentos, al entender la importancia del recurso humano formado'
- 27/02/2022 22:23

Omaira Michelle Rodríguez (Panamá, 1982) es una mujer que defiende la formación y la experiencia a capa y espada. Desde hace 12 años es una de las voces de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) que a través del departamento de Desarrollo de Capacidades Científicas y Tecnológicas impulsa la capacitación del talento patrio bajo el sombrero de subdirectora.
La única ingeniera de una familia de médicos estudió en la Universidad Santa María La Antigua (Usma), pero pronto entendió que la especialización fuera de su país nutriría su currículo y la haría crecer. Así que no dudó en hacer las maletas y aceptar una beca y viajó hasta Suecia para estudiar pequeños cursos en la Universidad Linköping y estando allí concursó para una maestría en España. “Ahora que trabajo con formación de recurso humano y becas, siempre resalto que las personas que tienen estas oportunidades no solo crecen profesionalmente y académicamente sino a nivel personal”, esboza.
Según Rodríguez, la experiencia internacional y la especialización suelen ser muy valoradas en el mundo laboral y más en el área de carreras Steam (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) porque se traducen en avances tecnológicos y sociales presentes y futuros. Pero para que la ciencia y la innovación se desarrollen adecuadamente en Panamá y evitar la fuga de cerebros, la ingeniera industrial subraya que es necesario dotar al país de conocimiento y, entre otras cosas, crear alianzas entre la empresa privada, academia y gobierno, porque de lo contrario de nada servirán todos los esfuerzos que se hagan y todas las mejoras de los programas que se pongan en marcha.
Estuve en una escuela Montessori, y el tema de independencia, creatividad y buscar tu propio rumbo era muy inculcado. Mis papás son médicos, mi hermana también es doctora, así que la ciencia siempre estuvo presente. Me interesaba la medicina, pero a medida que fui creciendo me fui dando cuenta de que me gustaba algo más práctico. Mis papás siempre me dijeron que en lo que yo escogiese, me iba a destacar. Ellos me han heredado la disciplina y que trabaje por lo que quiero, manera ordenada y disciplinada. Yo estudié aquí en Panamá, en la Usma, ingeniería industrial. Después de un año trabajando en Panamá siempre supe que quería tener nuevas experiencias y que quería estar fuera del país y conocer otras culturas.
Yo no conocía Senacyt hasta que empecé a trabajar aquí. Me maravilló lo que hace esta institución. Ya voy para 12 años, aquí empecé como coordinadora de un programa en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo, y ahora soy la subdirectora de capacidades científicas. De verdad que me enamora lo que hace Senacyt. Esa manera de promover la ciencia, cada día te das cuenta de la importancia de darle a la ciencia el rol que se merece y cómo muchos de nuestros problemas a través de la ciencia se pueden ir resolviendo. Buscar que cada vez más personas se den cuenta de esto y que más personas se involucren en la ciencia, es lo que me apasiona. Este es el camino para un Panamá sostenible y desarrollado, basado en ciencia y conocimiento.
Cada vez se notan más las personas interesadas en hacer ciencia . Senacyt es muy conocido por el tema de becas, pero hay programas detrás que mucha gente no conoce, por ejemplo, programas con las escuelas a través de la dirección de aprendizaje, trabajamos con los maestros para que enseñen ciencia de una manera innovadora y que motiven a los talentos de edades tempranas.
Nosotros en nuestro departamento tenemos un programa que se llama 'Jóvenes científicos' en el que trabajamos con chicos de premedia y de media y los ponemos junto a un científico y ellos desarrollan un proyecto de investigación. Ellos desarrollan y ven la ciencia en vivo y la viven realmente. Muchos continúan en carreras de ciencia. Esto ha hecho la diferencia.
Hemos incrementado los programas que hacemos con las universidades sobre materias científicas, que llevan un componente de investigación importante. Son dos años de maestría y hacen investigaciones de muy alto nivel. Hay un trabajo de distintos niveles, desde edades muy tempranas, fomentando que esa gente joven comience a pensar como científicos y luego tener esas oportunidades. Y cada vez se va a poniendo a la par la cantidad de mujeres que participan, en relación a los hombres.
Nuestro programa exige que los becarios regresen al país al menos por el tiempo de contrato de la beca. Nosotros hemos implementado un programa de inserción de becarios de Senacyt o de otros organismos, y cuando regresan a Panamá pueden participar en universidades, instituciones o empresas privadas que han firmado convenio con nosotros y que ofrecen una plaza competitiva para ellos. Entonces Senacyt asume parte del salario durante tres años.
Es crucial que las empresas conozcan que tener a una persona con un nivel de doctorado es rentable. Son innovación. Hemos empezado a tener reuniones con el Ministerio de Comercio de Industrias para fomentar esto. Le enviamos nuestra base de datos de las personas que están volviendo al país y así vamos trabajando
Lo importante es que los becarios regresen al país y tengan su plaza de trabajo. Y ese es uno de nuestros principales retos. No habrá fuga de talentos, si la empresa privada entiende la importancia de la ciencia y del recurso humano formado.
Esperemos que sí. De hecho, en nuestro presupuesto esperamos que haya un incremento dentro del porcentaje del PIB que Panamá destina a ciencia y tecnología. Nuestro programa de becas se ha mantenido con la misma cantidad de fondos; en nuestro programa de becas que es en conjunto con el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos , el monto que tenemos es alrededor de $20 millones anuales, para becas en curso y becas nuevas. Actualmente tenemos 700 estudiantes fuera y tenemos proyectadas 100 becas nuevas.
Nosotros desde Senacyt hemos hecho varias estrategias de la mano con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con su programa ONU Mujeres, y dentro de Senacyt existe una comisión de género para que este tema no permee dentro de la organización.
Hemos llevado a cabo varias recomendaciones en las convocatorias, por ejemplo, el cambio de lenguaje, lo hemos puesto más inclusivo.
Vemos que la participación de mujeres se ha incrementado, de hecho está casi un 50% a la par a la de hombres.
El fenómeno que hemos visto, es que en estos programas que te comentaba de premedia, participan más mujeres que hombres y a medida que vamos aumentando de nivel y llegamos al doctorado, baja.
Un 48% mujeres y 52% hombres en doctorado. Y muchas veces el desafío en la mujer a nivel de doctorado es que ya tienes una edad, tienes hijos, tienes que viajar a otro país; siempre es mucho más difícil para la mujeres si no tienes una pareja que te apoye. ¿Que qué hacemos? Que en nuestro programa de becas incluimos fondos para que se vaya toda la familia.
La evidencia científica existe por algo, no podemos desconocerla, está hecha de manera rigurosa, no por una opinión de las personas. Si tomáramos más en cuenta la evidencia científica, no solo temas relacionados a la pandemia, incluso temas en sociales, para tomar mejores decisiones, seríamos un país diferente.
La pandemia es una evidencia de que definitivamente son necesarios los esfuerzos para mejorar la ciencia. Mi mensaje sería entender que la ciencia nos ayuda a un Panamá más sostenible, con un desarrollo basado en conocimiento; esto es algo que nadie nos puede quitar.